Condenan al último de los peruanos que extorsionaron a miles de latinos en Estados Unidos
Miles de latinos en Estados Unidos perdieron más de $1.5 millones de dólares por el fraude
La justicia estadounidense condenó este jueves a prisión al último de tres hombres peruanos acusados por supervisar centros de llamadas que amenazaban y defraudaban con tácticas de extorsión a miles de consumidores de habla hispana en Estados Unidos.
Los tres hombres sentenciados administraron y operaron centros de llamadas con sede en Lima y Cajamarca, Perú, que utilizaron para suplantar la identidad del gobierno estadounidense con el fin de robar dinero de miles de víctimas que hablan español en este país, según un comunicado del Departamento de Justicia de EE.UU.
El juez federal Robert Scola condenó este jueves al peruano Johnny Enso Hidalgo Marchan, de 40 años, a 100 meses en una prisión federal por su papel de supervisar uno de los centros de llamadas en Perú.
Al sentenciar a Hidalgo, el juez Scola declaró que era “importante imponer una sentencia significativa para disuadir a las personas en otros países que piensan que pueden aprovecharse de personas en Estados Unidos con impunidad”.
En junio, el mismo magistrado sentenció a Francesco Guerra, de 25 años, a 90 meses en una prisión federal y, en marzo, condenó a Rodolfo Hermoza, de 45 años, a 88 meses de prisión por su participación en el plan.
Los tres peruanos fueron extraditados de Perú en diciembre de 2019 y condenados por conspirar para cometer fraude postal y electrónico a principios de este año.
“Estamos comprometidos a perseguir a los delincuentes trasnacionales que defraudan a los consumidores estadounidenses. Estas sentencias de prisión muestran que los criminales responsables de amenazar y defraudar a los consumidores estadounidenses deberán rendir cuentas”, remarcó en un comunicado el secretario de Justicia auxiliar Ethan Davis, de la División Civil del Departamento de Justicia.
Como parte de sus declaraciones de culpabilidad, Hidalgo, Hermoza y Guerra admitieron que se hicieron pasar por “abogados afiliados a los tribunales y agencias gubernamentales de Estados Unidos al amenazar a las víctimas con multas, detención, confiscación de propiedad, deportación y requisitos de servicio comunitario para obtener pagos de las victimas”.
En total, los consumidores estadounidenses perdieron más de $1.5 millones de dólares por el esquema de fraude de los acusados.
Además del tiempo en prisión, también se ordenó a cada acusado que cumpliera tres años de libertad supervisada después de sus períodos de encarcelamiento y que hiciera pagos de restitución a las víctimas de su plan.
De acuerdo a la justicia estadounidense, Hidalgo, Hermoza y Guerra administraron y operaron centros de llamadas peruanos que, en asociación con una entidad en Miami, Florida, usaban llamadas telefónicas por Internet para mentir y amenazar a víctimas de habla hispana en los Estados Unidos.
Los acusados y otros empleados del centro de llamadas afirmaron que los consumidores podrían resolver las supuestas deudas y evitar las amenazas de consecuencias si pagaban inmediatamente una “tarifa de liquidación”.