La peligrosa moda de untar flora vaginal a los recién nacidos

Entre algunas mujeres que dan a luz a sus hijos por cesárea está de moda pasar bacterias vaginales a sus niños para fortalecer su sistema inmunológico. Pero un grupo de expertos advierte que podría ser más perjudicial que beneficioso

Las madres no deberían sumarse a la nueva tendencia de cubrir los cuerpos de sus bebés con la flora vaginal, advierte un conjunto de médicos de Dinamarca y Reino Unido.

Esta técnica expone a los niños que nacen mediante cesárea a la bacterias que tendrían sobre su piel si hubiesen nacido a través de la vagina de la madre.

La idea de este método es que las bacterias que se encuentran en la flora vaginal preparen el sistema inmunológico de los niños y reduzca los riesgos a desarrollar asma o algunas alergias.

Sin embargo, los expertos aseguran que realmente no hay mucha evidencia que avalen esta teoría y asegura que esta práctica podría causarle al recién nacido más mal que bien.

De por sí, los bebés nacidos mediante cesárea tienen más probabilidades de sufrir algunas enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico.

El interés médico en la microbioma- el conjunto de genes que identifica cada microrganismo- está creciendo en los últimos años para poder prevenir enfermedades.

Riesgo de infección

La friega consiste en agarrar un algodón lleno de flora vaginal y pasárselo al recién nacido por la cara, la piel y los ojos.

Una muestra de lo que ha crecido esta tendencia la da un informe publicado por BJOG: Una Revista Internacional de Obstetricia y Ginecología que dice que más del 90% de los obstetras daneses recibieron preguntas de sus pacientes acerca de este método.

Ese mismo reporte habla de que no hay una pruebas de que la técnica beneficie al recién nacido y señala que hay un único estudio realizado sobre este método que incluye no más que cuatro bebés.

De lo que sí habla este informe es de los claros riesgos a los que se puede exponer al niño, incluyendo enfermedades infecciosas del grupo-B estreptocopos, el E.coli y otra serie de enfermedades de transmisión sexual.

La doctora Tine Clausen, autora del informe y miembro del Hospital de Nordsjaellands, en Dinamarca, dijo: “Sabemos que está aumentando el número de mujeres y sus parejas hablando de la friega con bacterias vaginales con sus doctores”.

“Realmente no lo entiendo. Es fascinante pensar que puedes imitar a la naturaleza mediante esta técnica pero está basada en teorías sin pruebas que la sustenten”, dijo la especialista a la BBC.

Clausen señaló que probablemente el algodón que se usa no tiene las mismas bacterias que aquellas que se transfieren cuando hay un parto vaginal ya que éstas están diluidas por la sangre, el líquido amniótico y el fluido que se produce durante el alumbramiento.

Su consejo para las mujeres es “evitar las cesáreas innecesarias, intentar darle el pecho al bebé al menos hasta que tenga 6 meses e iniciar el contacto piel con piel cuanto antes”.

Cada una de estas prácticas aporta beneficios al microbioma del bebé.

Una práctica extendida

En América Latina las cesáreas están muy asentadas: Brasil, México, Argentina, Puerto Rico, Cuba y República Dominicana se encuentran en el escalón de países con más cesáreas con una tasa de hasta el 56% cuando la recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) es del 10% al 15%.

El Doctor Patrick O’Brien, del Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos señaló que “no hay una prueba fuerte de que untar la flora vaginal acarree ningún tipo de beneficio”.

“Así que recomendamos que no se siga esta técnica hasta que no haya resultados más definitivos sobre si es o no peligroso y si realmente puede mejorar el sistema digestivo o/y inmunológico del bebé”.

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