Lo que necesitas saber antes de hacerte la depilación permanente
Si estás pensando en hacértela, hay cosas que debes considerar por tu salud
Hace ya años que el tema está en el epicentro de todas las miradas femeninas y muchas masculinas también. Entonces, veamos cuáles son las propuestas que tiene el mercado para poder elegir según nuestras necesidades, gustos y posibilidades concretas.
En centros profesionales
En todos los casos, la intensidad del tratamiento varía según el tipo de vellosidad, color de la piel y del pelo. Esto se debe a que la melanina cercana a las células de los folículos pilosos es la que absorbe la luz y colabora con el debilitamiento y finalmente destrucción del folículo creador de pelo. De todas maneras y con cada una de las opciones, se ven resultados desde la primera sesión. Los tratamientos duran entre seis meses y un año. Es decir, durante este período de tiempo, vas a tener que tomar una sesión mensual. Cumplido el ciclo, pasas a un mantenimiento semestral o anual, dependiendo de las variables de las que hablamos.
Luz Pulsada: Se trata de un sistema de luz que, aplicada sobre la piel debilita progresivamente los folículos pilosos hasta que dejan de producir vello. Desde la primera sesión se ven cambios y es el sistema más suave y económico de todos.
Láser: Es más fuerte que la luz pulsada y por ende, duele un poco más, cuesta un poco más, pero es más efectivo y el tratamiento puede resultar más corto en el tiempo. Además, se puede realizar sobre pieles bronceadas.
Soprano: Es el más potente de los métodos y trabaja calentando progresivamente la piel hasta dañar el folículo piloso. Es el más efectivo, pero el que más duele en zonas sensibles. El tratamiento es más rápido porque se puede repetir en plazos más cortos.
Los engaños en los que solemos caer
Existen otros nombres para los tipos de depilación definitiva, pero tienen que ver con marcas.
Todos están basados en el mismo principio, aunque varíen en detalles.
Dicen que no duele, pero si duele y a veces puede quemar. Por eso tenemos que ser muy conscientes a la hora de elegir y si tenemos referencias siempre es mejor.
También es bueno saber de antemano que la palabra definitiva es demasiado categórica en este caso. No olvidemos que la piel cuenta con millones de folículos que pueden producir pelos y que todo el pelo de nuestro cuerpo tiene tres estadíos que no necesariamente coinciden entre sí: crecimiento, reposo y caída.
Asumamos que es un tratamiento y a veces puede ser largo. Depende de cada uno.
Todas las empresas consultadas tienen planes de cuotas sin intereses.
Todas tienen planes de invierno y paquetes para mantenimiento.
¿Puedo hacerlo en casa?
Confieso que elegí la opción particular principalmente porque vengo de la maquinita depiladora tradicional. Y cuando uno se acostumbra a la idea de hacer este trámite en el momento libre que tiene, creo que no hay vuelta atrás. Al menos no la hubo para mí.
Lo que más me costó aceptar fue la idea de rasurar mis piernas, algo que para mí se acercaba bastante al demonio. No la rasurada en sí, sino la sensación en la piel cuando el pelo crece. Pero cedí y me animé. Y cuando tuve mi depiladora definitiva en la mano, emocionada abrí el librito instructivo y me encontré con veinte páginas de advertencias. Bastante preocupada, llamé a una amiga dermatóloga y le hice mil preguntas. Ella solo me pidió que me fijara el amperaje de la maquinita y cuando se lo pasé, me dijo que no corría riesgo alguno. Lo bueno y lo malo que tienen las depiladoras personales es que tienen una frecuencia de luz muy por debajo de la que usan las máquinas profesionales. Con lo cual, el riesgo de quemarse o de dolor son prácticamente nulas. Y al mismo tiempo, son menos efectivas que las profesionales. Es decir, el tratamiento puede ser más largo en algunos casos.
Sí me dijo que respetara los tiempos entre una sesión y otra. Y yo, más asustada que buena alumna hice caso al pie de la letra y repetí recién a las dos semanas de la primera pasada. Teniendo en cuenta que en los tratamientos profesionales hay que esperar un mes entre sesiones, tal vez en el largo plazo todo se equipara.
Si tengo que ser sincera, estoy encantada con los resultados. El crecimiento bajó considerablemente y no duele. Solo se sienten pequeños pinchazos como los de la frecuencia galvánica y ¡la tengo en casa!
Y aquí es donde creo que reside la gran diferencia entre todas las opciones posibles. Primero que nada, tienes que saber si priorizas tener disponibilidad para hacerlo o prefieres un ritmo marcado con turnos.
Las cosas que sí o sí tiene que tomar en cuenta
Medicamentos que se toman regularmente. Algunos afectan a la piel.
Si tenés problemas hormonales, mejor estabilizarlas primero.
Embarazo y lactancia son un NO definitivo y para todos los casos.
No tomar ni exponerse al Sol 48 horas antes y después del tratamiento.
No hacerlo sobre piel bronceada.
En caso de quemadura, suspendé inmediatamente.
Consulta antes de empezar cualquier tratamiento y haz el que sientas que va con tu perfil. Nadie te va a cuidar mejor que tú.