Su superficie, según explican los expertos, está formada por rocas sedimentarias ricas en hidrocarburos y azufre, y la combustión provocada por aquella gran colisión generó la emisión de “hollín estratosférico” y “aerosoles de sulfato”.
Algunos estudios han demostrado que esa extensa nube tóxica causó “una sequía y un enfriamiento global extremo”, lo que desembocó en el colapso del ecosistema y en la destrucción de la vegetación terrestre, si bien sentó las bases después para la “macroevolución de los mamíferos”.
Kunio Kaiho y Naga Oshima, de la Universidad de Tohoku y del instituto Tsukuba, respectivamente, sostienen ahora que la probabilidad de que el impacto de un asteroide provoque una extinción masiva depende de su localización, pues los niveles de hidrocarburos y azufre presentes en rocas sedimentarias varían significativamente de un lugar a otro.
En este contexto, los dos expertos calcularon la cantidad de “hollín estratosférico” y de “aerosoles de azufre”, que se formaría tras la caída de un asteroide virtual y su efecto sobre el ecosistema, dependiendo de las características de una superficie en particular.
En su estudio, usaron cinco cantidades de carbono negro de 20, 200, 500, 1,500 y 2,600 teragramos (un teragramo equivale a 1,1 millones de toneladas) para simular el comportamiento del “hollín estratosférico”, y evaluar su efecto sobre el clima tras el impacto de un asteroide.
Constataron que en las zonas de la Tierra donde las concentraciones de hidrocarburos y azufre son altas o muy altas, la temperatura del aire en la superficie bajaría hasta unos niveles que reproducirían las condiciones para que ocurriera una extinción masiva.
Por el contrario, en áreas donde esos niveles son más bajos, la nube tóxica no tendría el mismo efecto devastador.
“Aquí demostramos que la probabilidad de que el impacto de un asteroide en la Tierra provocase un significativo enfriamiento global, extinción masiva y la subsiguiente aparición de mamíferos era bastante baja”, explican los autores en el texto publicado por Nature.
“Este importante evento ocurrió porque el asteroide impactó sobre áreas ricas en hidrocarburos que ocupan aproximadamente el 13% de la superficie de la Tierra”.
La precisa localización de Chicxulub, destacan, “cambió la historia de la vida” en nuestro planeta.