En documental de Netflix alias Popeye cuenta que asesinó a un bebé “como un acto de humanidad”
La mano derecha de Pablo Escobar no parece avergonzarse de ninguno de sus delitos cometidos
Cuenta regresiva para la muerte: Pablo Escobar, así se titula el documental de Netflix sobre la vida de El Capo del narcotráfico en Colombia. Un sin fin de historias hemos escuchado con el paso de la historia. Desafortunadamente no todas ellas han sido contadas. Dolor, sangre y violencia de no terminar, es lo que siempre caracteriza las historias de las que Pablo Escobar y sus más cercanos ayudantes, entre ellos, por supuesto, John Jairo Velásquez Vásquez alias Popeye.
Con crudeza, hacia el cierre del documental Popeye narra uno de sus más inhumanos crímenes. Ante la justicia hubo muchos confesados, pero hay otros sobre los que nunca aportó detalles. Refieriéndose a la esposa de un Mayor que estaba revelando información de la ubicación de las caletas de Pablo Escobar, días antes de que la policía matara al Capo, Popeye cuenta con facilidad el momento de la muerte de un recién nacido. “La señora sale a una estación de gasolina, la señora nos sale ahí y ahí la matamos y como por un acto de humanidad le disparamos al bebé para que no sufra“. Sin titubeo, ni muestra de dolor o remordimiento, pese a que lo califica de “un momento muy duro” Vásquez narra la situación.
Por medio de las voces de familiares de las víctimas de Escobar, de investigadores y policías, políticos y las personas más cercanas al mismo capo, se vuelve a contar la historia de uno de los hombres que protagonizó algunos de los momentos más sangrientos de la historia de Colombia.
“Yo pensé que él era inmortal”, dice Popeye al hablar de su jefe, a quien devotamente le servía sin preguntar el para qué o el por qué de cada una de sus órdenes. Para el reconocido sicario, que hoy goza de libertad condicional en su país natal, Escobar era más que un héroe, era como un papá y siempre se refiere a él como “un gran ser humano“.
El inicio de Pablo Escobar Gaviria en el narcotráfico, no inició por las drogas como muchos creerían, “mi papá se inició en el contrabando de electrodomésticos”, cuenta Sebastián Marroquín, hijo del difunto Escobar, quien intentando cortar con los prejuicios, decidió cambiar su nombre. Sebastián narra que con los años Escobar se dio cuenta de que el negocio era rentable si se llevaba a cabo con los Estados Unidos, poco a poco fue dando inicio a la transición, al mercado de las drogas. Tiempo después se convirtió en el ícono que hoy se recuerda y del que un sin fin de historias se cuentan.