Las diferencias entre el catarro, la gripe y la rinitis
Es importante saber diferenciar para escoger los medicamentos adecuados, si los necesitas
Catarro, gripe y rinitis no son lo mismo. Mucha gente te dice “tengo un catarro hace un mes”, o “tengo la gripe”, y son términos que aunque quieren decir un grupo de síntomas, no son los correctos.
El catarro (catarro común) es una infección viral que usualmente tiene una duración de unas 48 a 72 horas. Da síntomas como nariz inflamada con goteo nasal (casi siempre claro, pero puede cambiar a color), dolor de cabeza, fiebre, malestar, estornudos, tos, dolor de garganta y otros. Es contagioso. Puede ser pasajero y curarse solo con medicina de soporte (hidratación, acetaminofeno, vitaminas y otras). A veces, cambia a infección por bacterias.
La rinitis no es una infección ni se contagia
Es una inflamación del área de la nariz y su alrededor. Dura mucho más de 72 horas, y en realidad puede ser por meses o todo el año. Los síntomas son bien parecidos (nariz inflamada con goteo nasal claro, dolor de cabeza, picor en ojos y nariz, estornudos, tos, dolor de garganta y otros). Se puede complicar con sinusitis.
Contrario al catarro, no da fiebre ni secreciones amarillas o verdes, ni malestar general. Suele ser por temporadas y puede ser heredada de tus padres. Necesita medicinas para controlarse, como los antihistamínicos y los antiinflamatorios nasales (ambos se consiguen en farmacias sin receta). En casos severos se usan la medicina de mantenimiento y la inmunoterapia (las famosas vacunas).
Después de una tormenta o huracán, ambas condiciones aumentan en incidencia. Hay más virus, alérgenos y contaminantes en el aire que causan catarros y ataques de rinitis. El hecho de que la gente tenga que estar en albergues o todos encerrados para dormir juntos, aumentan el contagio de catarros y otras infecciones.
No es para alarmarse, pero se deben seguir simples medidas de prevención como:
1. Lavarse las manos a menudo y usar “hand sanitizer”.
2. Usar mascarillas cuando estén en espacios contaminados.
3. Evitar los abanicos directos en la cara.
4. Alimentarse bien (antioxidantes y vitaminas).
5. Mantenerse hidratado.
6. Si ya tienes un diagnóstico, usar tus medicinas de mantenimiento.
7. Solo usar antibióticos si están prescritos (la mayoría son virales y los antibióticos no están indicados).
Si ya tuvieron la suerte de estar vacunados contra la influenza) y el neumococo, excelente. Los que no, vacúnense cuando se pueda. Mantengan la calma y no se desesperen si se sienten enfermos. Como dije, es saber diferenciar para escoger los medicamentos adecuados, si los necesitas. Visita a tu médico.