Foto: Kristen Stewart vuelve a rebelarse contra las normas de etiqueta de Cannes
La actriz ha demostrado en un sinfín de ocasiones que no tiene miedo a romper con las reglas
Pese a ser una de las estrellas más aplaudidas por su estilo e imagen de la casa de moda Chanel, Kristen Stewart nunca se ha adaptado a los cánones tradicionales de Hollywood en materia de belleza o vestuario. Desde raparse la cabeza justo antes de una nueva gira promocional a pasearse por la alfombra roja con zapatillas converse y camisetas rotas que combina con carísimas faldas de su firma de cabecera; la intérprete ha demostrado en un sinfín de ocasiones que no tiene miedo a romper con las convenciones.
Eso mismo ha vuelto a hacer a su paso por el actual Festival de Cine de Cannes. La joven estrella ha sido una de las muchas artistas que ha protestado a lo largo de los años contra el código de etiqueta que obliga a las mujeres a llevar zapatos de tacón en los actos oficiales del certamen y que se convirtió en noticia en 2015, cuando algunas de las asistentes recibieron amonestaciones o se les impidió el acceso a ciertos eventos por haber optado por un zapato plano.
En 2016 la protagonista de ‘ Twilight’ protestó contra esta arcaica norma presentándose a uno de los photocalls con unas deportivas bastante usadas, que solo se quitó el tiempo justo y necesario para posar ante los fotógrafos y dedicarles una peineta. En esta edición ha vuelto a hacer lo propio en la presentación de su filme ‘BlacKkKlansman’: aunque llegó a la alfombra roja con un par de elegantes Christian Louboutin con los que se dejó fotografiar, justo antes de subir las escaleras del Palais des Festivals se los quitó para acceder al recinto descalza en señal de protesta.
- Te puede interesar: Foto: La mexicana Patricia Contreras enseña por accidente un seno en Cannes
“Aquí hay una etiqueta distinta”, reconocía la actriz en 2017 en declaraciones a The Hollywood Reporter. “La gente se sigue molestando si no llevas tacones, pero creo que no puedes pedirle algo así a alguien hoy en día. Es obvio. Si no les pides a los hombres que lleven tacones y un vestido, a mí tampoco me lo puedes exigir. Hace cuatro años aún era bastante distinto: tenías que llevar un vestido. Pero ahora es maravilloso. Ya no puedes exigir nada a nadie”.