Mami albañil, la cuenta de Instagram que toda mujer debe seguir para aprender a hacer reparaciones en casa
Tiene más de 60,000 seguidores y ahí encontrarás una serie de consejos para hacer arreglos en casa
Cansada de que le cobraran fortunas por hacer arreglos en su casa, Bernardita Siutti, una joven madre de 3, decidió calzarse los guantes y aprender por cuenta propia a hacer todo tipo de trabajos de albañilería, desde colocar un piso de microcemento hasta empapelar las paredes de un pasillo. No contenta con eso, abrió una cuenta de Instagram, @mami.albanil, un espacio digital muy inspirador al que sube videos y fotos divertidas, didácticas y llenas de información útil sobre cómo poner manos a la obra, ahorrando pesos y demostrando que, cuando hay voluntad, nada es imposible.
¿Ya se te había dado antes por la albañilería o es algo más bien reciente?
Siempre me fascinó hacer cosas. Hace unos siete años nos mudamos con mi familia a una casa un poco viejita que necesitaba amor y mucho presupuesto. Al principio alquilábamos y luego de un par de años pudimos comprarla. Fue en ese momento que empecé a hacer cosas más complejas, porque antes solo pintaba alguna pared o retapizaba una silla, porque la casa no era mía y de hecho me daba pánico usar el taladro y romper alguna tubería de agua.
¿Te dedicas a alguna otra cosa? ¿Qué estudiaste?
Terminé el colegio en el 2001 y estudié cocina en el colegio de cocineros del Gato Dumas, en Argentina. Además trabajé un tiempo en un restaurante de Donato de Santis, pero por esas vueltas de la vida caí en el mundo de la publicidad y trabajé los últimos quince años en mi propia empresa de locaciones, alquilando casas para cine y publicidad. Hasta que un día decidí venderla y dedicarme a esto, que amo y me divierte mucho.
¿Cómo te instruyes? ¿Miras tutoriales, llamas a expertos, hiciste cursos?
Soy una persona muy autodidacta, en todo, no solo en la albañilería. Uso muchísimo Internet para sacarme cualquier tipo de duda y miro muchísimos tutoriales en Youtube. Cuando no sé hacer algo o lo que miro no me cierra, pido ayuda a amigos arquitectos o a los mismos albañiles que hicieron cosas en casa antes de que yo me amigara con el fratacho (la tabla lisa de madera que tiene un asa en uno de sus lados y se usa en albañilería para alisar el revoque de las paredes).
¿Qué fue lo que más te costó hacer?
¡El borde de la pileta! Pensé que no lo iba a poder hacer y en un momento dije “basta, esto es imposible”, y casi llamo al albañil. Es que la base del piso estaba desnivelada y me costó mucho que las baldosas térmicas quedasen parejas. Pero finalmente lo logré y cuando terminé no lo podía creer.
¿Y lo que menos te costó? Algo que no puedes creer que la gente cobre fortunas por hacer…
Lo que menos me costó fue el hidrolaqueado del piso de mi cuarto. Es una pavada. Alquilé una pulidora, pulí todo como si pasase una aspiradora y después sumé la laca para hidrolaquearlo, todo por $101 dólares.
¿Con qué obra te ahorraste más?
El cuarto de mis hijas mide 9×5 y cualquier cosa que averiguaba no bajaba de los $1,200 dólares. Empecé a ver tutoriales de microcemento y mientras los veía pensaba: “Para, no puede ser tan fácil y barato hacerlo yo misma”. Y así fue. Un sábado a la mañana compré un kit de microcemento por $101 y en dos días resolví el problemón.
¿Te criticaron alguna vez un trabajo que mostraste por redes? ¿Cómo te aseguras de que lo que estás haciendo esté bien?
Mil veces me equivoqué. De hecho armé mi cuenta de Instagram con el fin de mostrar cómo iba aprendiendo y resolviendo cosas en mi casa. Igualmente siempre trato de transmitir que hay cosas que solo un gasista matriculado o un arquitecto pueden hacer. Por ahora solo me escribieron cosas súper positivas, e incluso muchos albañiles me cuentan que están usando algunos tips en sus obras.
¿Qué les dirías a las más temerosas a la hora de arrancar con la albañilería?
Lo más importante es perder el miedo. Todos podemos hacer pequeños o grandes arreglos en nuestras casas, solo hay que estar dispuestos a aprender, sabiendo que más allá de que nos equivoquemos, todo tiene arreglo. No sólo van a ahorrar dinero, sino que, una vez que terminen de poner un piso nuevo o de pintar una pared, van a sentir una satisfacción impagable por haberlo hecho.