9 sobras de Thanksgiving que NO debes darle a tu perro
Estos alimentos pueden ser un dulce veneno para tu animal de compañía
Thanksgiving es una fecha para celebrar en familia, es cierto, y nuestros animales de compañía son parte de esa familia, también es cierto. Pero por más que tu perro te mire con ojos de lástima, como diciendo “eso que comes parece estar delicioso, ¿puedo probar un poco?”, lo mejor es que evites compartir la cena de Acción de Gracias con tu perro.
Algunas sobras de la cena de Thanksgiving pueden ser muy peligrosas para tu compañero, así que no debes compartirlas con tu perro bajo ninguna circunstancia. Aquí te decimos cuáles son.
Pavo
Tanto la piel, como la carne (especialmente cruda) y los huesos del pavo pueden ser fatales para tu perro: la carne cruda puede contener salmonela, la grasa de la piel puede inflamar su páncreas y los huesos pueden enterrarse en sus intestinos o en su esófago, lo que requeriría una cirugía de emergencia para tu animal.
Lo mismo sobre la cuerda con que atas el pavo para cocinarlo. Al empaparse de los jugos de la carne puede ser deliciosa, pero si tu perro llegara a comerla, podría enfermarse de una infección bacteriana o incluso de salmonelosis.
Ajo y cebolla
Es prácticamente inevitable que la cena de Acción de Gracias contenga ajo, cebolla o ambos. Aunque puedan parecer inofensivos, debes saber que ambos dañan los glóbulos rojos de los perros y pueden provocar anemia. Los síntomas pueden ser diarrea, vómitos y debilidad que no aparecerán hasta varios días después. Lo mismo puede ocurrirle a los gatos.
Mazorca de maíz
Ok, unos granos de maíz pueden no ser peligrosos para tu perro, pero si le das una mazorca entera puedes provocarle una obstrucción intestinal que sólo podrá aliviarse con una cirugía de emergencia.
Grasas
Cualquier tipo de grasa como la salsa, los jugos del pavo, el tocino, los aderezos o la mantequilla puede provocar fuertes problemas intestinales a tu perro, con síntomas como diarrea, vómitos y dolor abdominal que son evidentes hasta varias horas después.
Uvas y nueces
Las uvas, tanto frescas como secas (pasas), son veneno puro para los perros. Provocan insuficiencia renal, diarrea y vómito. En tanto, la grasa de las nueces puede provocarles inflamación del páncreas (pancreatitis), especialmente las de macadamia.
Pan
Tanto crudo como horneado, el pan puede ser un dulce veneno para tu mascota. La masa cruda contiene etanol, un tipo de alcohol que puede ser fatal para tu perro. Todo alcohol puede envenenar a tu animal de compañía, pero algunos están ocultos donde menos lo imaginas.
Una vez cocido, la gran cantidad de azúcar que contiene el pan puede dañar los riñones de tu compañero de manera irreversible.
Chocolate
Los perros no pueden metabolizar correctamente la teobromina que contiene el chocolate, por lo que podría provocarles arritmias cardíacas y convulsiones.