Cinco facturas que Peña pasa a AMLO
El próximo 1 de diciembre México vivirá un histórico cambio de poder
MEXICO – Comenzó la cuenta regresiva para que el presidente Enrique Peña Nieto entregue el poder a Andrés Manuel López Obrador, quien logró hacerse del Ejecutivo después de tres intentos con la promesa de cambiar lo que hicieron mal otras administraciones. Pero a juicio de analistas, hay prioridades que tendrá que atender con prontitud pues son herencia de su predecesor inmediato.
DEUDA
Peña Nieto subió la deuda de cuatro a 10 billones durante su sexenio, lo cual significa que cada uno de los más de 120 millones de mexicanos debe casi 10,000 dólares. El problema, señalan expertos, es que el presidente saliente le agarró el gusto a endeudarse a pesar de advertencias y recomendaciones internacionales.
“Y lo peor es que no se haya reflejado en una mayor inversión pública, la cual, al cierre del 2017, representó la más baja en los últimos 80 años”, advirtió expuso Luis Foncerrada, economista y experto en política fiscal.
Manuel Guadarrama, coordinador de finanzas públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad, destacó que esto se debió a que gastaba más de lo que prometía cada año el presupuesto de Hacienda. “Siempre hubo un desfase entre lo que se aprobaba el congreso y en lo que se tenía al cierre de cada año”.
INSEGURIDAD
Una de las causas que explicó el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue la promesa que hizo su candidato en 2012 de acabar con la inseguridad y sacar al ejército de las calles. Al final del sexenio, lo que entrega es un promedio mensual de 1,500 homicidios dolosos mensuales; 125,000 víctimas hasta septiembre de 2018, más de la mitad relacionados con el crimen organizado.
Alejandro Hope, analista de seguridad, resumió: “El peor legado del sexenio fue la crisis institucional. La Policía Federal dejó de crecer. La Gendarmería se quedó enana y la crisis de la Procuraduría General de la República se agudizó y la dependencia de las Fuerzas Armadas creció en lugar de contraerse”.
ESTABILIDAD
Los hombres de negocios más importantes de México coinciden en algo con Peña: deja las finanzas sanas. “Esto implica que a lo largo de la administración se mantuvo una inflación promedio estable y siempre se procuró tener un balance fiscal responsable, lo que permitió acumular 35 trimestres continuos de crecimiento económico”, detalló Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
Otra contribución son los acuerdos comerciales con el mundo como el Progresista de Asociación Transpacífico (CPTP, por sus siglas en inglés), de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUEM) y de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
MALA DEMOCRACIA
Durante dos terceras partes de su mandato, el presidente apostó por la tolerancia hacia las denuncias por los abusos de poder y corrupción de los gobernadores, principalmente de su partido hasta que le estallaron los escándalos en la cara.
Para 2017 había siete exgobernadores en la cárcel, tres detenidos en años anteriores, uno prófugo y seis con procesos abiertos, entre ellos varios acusados de alianzas con el crimen organizado, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y corrupción que llevó a la sociedad al extremo de entregar un voto sin contrapesos a Andrés Manuel López Obrador.
“Este país siempre ha apostado a los caciques para la estabilidad y Peña confió en ellos”, observó Javier Romero, analista de la Universidad Autónoma Metropolitana. “Fue uno de sus principales fallas”.
OBRAS INCONCLUSAS
El tren Interurbano México-Toluca, el Tren de Alta Velocidad México-Querétaro, la autopista Atizapán-Atlacomulco o el Viaducto Elevado La Raza-Indios Verdes, por mencionar algunas, suman la lista que la administración federal saliente no concluyó y que la entrante califica como “el cementerio”.
Muchas veces el Gobierno federal contó con recursos limitados, pero también debió ser más realista y comprometer fechas de conclusión apegadas a criterios técnicos y no políticos, observaron analistas.