El Pentágono sopesa que soldados tengan contacto con migrantes en la frontera
300 soldados se desplazarían a la frontera para facilitar las tareas de vigilancia del Departamento de Seguridad Nacional
El Pentágono prevé dar luz verde para que unos 300 soldados, entre abogados, chóferes y cocineros, puedan tener contacto directo con inmigrantes en la frontera, modificando así un reglamento interno que hasta ahora ha prohibido ese tipo de contacto.
El plan en ciernes, divulgado primero por el diario “The Washington Post”, tiene el objetivo de facilitar las tareas de vigilancia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en la zona.
En declaraciones a Noticias Telemundo, un portavoz del Pentágono, el teniente coronel Jamie Davis, confirmó hoy que se trata de una solicitud hecha por el DHS pero que el secretario de Defensa interino, Patrick Shanahan, “aún no la ha firmado”.
“Siempre estamos apoyando a nuestros socios federales. El DHS lidera estos esfuerzos (de vigilancia fronteriza) y el Pentágono presta apoyo”, dijo el portavoz.
Según Davis, no se trata de una “exención”, como afirmó el diario, y los soldados “no estarán armados”.
Los soldados tendrán las tareas de repartir alimentos, operar vehículos y transportar a inmigrantes, indicó el portavoz.
Los abogados militares, por su parte, ofrecerán apoyo legal a las oficinas de Aduanas y Protección de Fronteras y de Inmigración y Aduanas (ICE), en las audiencias de Inmigración y trámites de deportación.
Pero el DHS tendrá la última palabra en cuanto a las fechas y estados adonde serían desplazados, precisó el portavoz.
La autorización del Pentágono se enmarca en las operaciones de la Administración Trump para fortalecer la vigilancia en la franja fronteriza, donde ha desplegado a alrededor de 2,900 soldados en activo y 2,000 miembros de la Guardia Nacional.
Debido a una ley federal, esos soldados sólo realizan tareas de apoyo, logística y comunicaciones, y no tienen autoridad para detener o arrestar a inmigrantes.
Los soldados pueden, por ejemplo, reforzar la vigilancia y alertar a los agentes de CBP sobre los cruces ilegales, pero ellos no pueden hacer arrestos.
La nueva solicitud del DHS tendría un costo de aproximadamente $21,9 millones para lo que resta del año fiscal 2019, según el “Washington Post”.
En junio del año pasado, el Pentágono aprobó el desplazamiento temporal de 21 abogados para que ayudaran a fiscales federales en el procesamiento judicial de inmigrantes detenidos en la frontera. Los abogados estuvieron desplegados durante casi tres meses en California, Arizona, Nuevo México y Texas.
En declaraciones a Noticias Telemundo, Angélica Salas, directora ejecutiva de la organización angelina, “CHIRLA”, la aprobación del plan es otra muestra de que la Administración Trump sigue “echando gasolina al fuego, y de esa forma continuar con la mentira de que hay una crisis peligrosa en la frontera”.
Salas advirtió del riesgo de un posible choque entre los militares y los migrantes en la zona fronteriza.
“El choque terrible que puede darse es que militares entrenados a usar armas y combatir fuerzas enemigas tengan ahora como responsabilidad detener y arrestar a familias, mujeres, y niños que huyen de condiciones horribles en sus países y buscan un mejor futuro”, enfatizó.
Salas reiteró la postura de su grupo que, como muchos otros en la comunidad inmigrante, se oponen a la militarización de la frontera.
Sin embargo, Davis dejó en claro que los soldados no estarán armados y que, en última instancia, el DHS tendrá la última palabra sobre dónde estarán desplazados.