Postre mediterráneo: pudín de calabaza y zanahoria con nueces y pimientos
Muchas de las preparaciones de la dieta mediterránea se caracterizan por incluir aceite de oliva
Crédito: Pxhere
La dieta mediterránea refleja una forma de comer que es tradicional en las áreas que rodean el Mediterráneo, como Creta, Grecia y el sur de Italia, donde la salud y la longevidad se han relacionado con su dieta alimentaria.
Con una variedad de alimentos ricos y saludables, la dieta mediterránea ha sido considerada por especialistas como la mejor para este 2020 y por ello le decimos cómo puede adoptarla.
Un estudio revelo que la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o nueces y sin ninguna restricción de grasas y calorías reduce el riesgo de diabetes tipo 2 y las tasas de muerte por accidente cerebrovascular en aproximadamente 30%.
Compartimos la receta ganadora del concurso Receta Mediterránea SV, un pudín de calabaza y zanahoria con nueces y pimientos hecho por Susana Fernandez. Una preparación fácil, ideal para principiantes en la cocina.
INGREDIENTES
(4 raciones)
- 3 zanahorias
- 1 trozo grande de calabaza para guisar
- 1 puerro grande
- 4 huevos camperos
- 500 ml leche semidesnatada
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- 1 pizca de sal marina
- 6 pimientos de piquillo asados
- Un puñado de nueces
PREPARACIÓN
- En una cazuela, vertemos el aceite de oliva y pochamos el puerro con una pizca de sal.
- Añadir la zanahoria en rodajas con la mandolina y dejar por un rato. Cuando el aceite tome un color naranja hacemos lo mismo con la calabaza.
- Una vez ponchado o cocido suavemente, añadimos los 4 huevos y la leche previamente templada. Trituramos con la batidora y lo ponemos al horno precalentado arriba y abajo durante 1 hora aproximadamente. A unos 180ºC, dependiendo del horno.
- Refrigerar y servir al día siguiente.
Lo interesante de la dieta mediterránea es que derriba el mito de que las personas en riesgo de enfermedad cardíaca deben comer una dieta baja en grasas. Se evitan las grasas “malas” (trans) y se consumen las grasas “buenas” como:
1. Las grasas monoinsaturadas que se encuentran principalmente en aceites de oliva, maní y canola; aguacates; nueces como almendras, avellanas y nueces; semillas como la calabaza y las semillas de sésamo.
2. Las grasas poliinsaturadas se encuentran en altas concentraciones en aceites de girasol, maíz, soja y linaza, nueces, semillas de lino, pescado y aceite de canola
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