Fallo de Corte Suprema trae alivio a ‘dreamers’ y los inspira a luchar
"Nos hemos esforzado demasiado por sobresalir y vamos por una solución migratoria definitiva", dicen
Los jóvenes ‘dreamers’ en California beneficiados con la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) se emocionaron hasta las lágrimas al trascender la noticia de que la Corte Suprema de Estados Unidos falló en contra de eliminar el programa que en 2012, dio un giro a sus vidas al permitirles obtener un permiso de trabajo y evitar una posible deportación.
El anuncio les trajo alivio, esperanza, motivación y muchas ganas de seguir en la lucha por una solución migratoria que les ofrezca un camino a la residencia permanente y a la ciudadanía en el país que consideran su hogar.
La Opinión platicó con algunos de los soñadores a quienes les ha seguido la huella desde que DACA fue dado a conocer por el presidente Obama.
Nallely, asistente de enfermera
Cuando Nallely Montesinos Martínez, una asistente de enfermera leyó la noticia en su teléfono de que la Corte Suprema de la Nación había fallado en contra de eliminar DACA, no lo podía creer.
“Mi corazón latió a mil por hora. Empecé a llorar. Cuando mi esposo me preguntó qué pasaba. De la emoción no le podía explicar. Pensó que la Corte había eliminado DACA. Cuando al fin pude hablar y le conté, nos soltamos a llorar juntos, y hasta mis niños terminaron llorando”.
Nallely tenía 14 años de edad cuando emigró de Toluca, México a Estados Unidos. Además de trabajar en la primera línea de combate contra el contravirus en un hospital, estudia para enfermera. A sus 34 años, es madre de una niña de doce años, y un niño de nueve años. Desde 2013 es beneficiaria de DACA. Su esposo no tiene ningún tipo de protección migratoria.
Es por eso que la determinación de la corte, la motiva mucho y la llena de fe.
“Nos permite respirar un tiempo más y nos da un momento de paz”
Por lo pronto, dice que este jueves 18 de junio es un día para llorar de alegría; y mañana, continuará en la lucha por un camino a la ciudadanía para los DACA y sus padres que también merecen un estatus migratorio.
Estefany: Periodista
Estefany Méndez, quien trabaja como redactora para el noticiero local de la televisora KPIX, canal 5 de San Francisco, el anuncio contra la decisión del presidente Trump de acabar con DACA, casi la pone a llorar de la emoción.
“Esta decisión nos permite respirar un poco más”.
“Hemos esperando por mucho tiempo en medio de la incertidumbre, la pandemia y las protestas”, dice.
Y confía que le trae mucha paz en medio del caos. “Pensé que el fallo sería hasta fin de mes, pero es un paso enorme por lo que hemos luchado: un camino a la ciudadanía”.
Comenta que el fallo del Supremo Tribunal no es el final de la lucha. “Queda en manos del Congreso tomar una decisión que nos vaya a beneficiar, pero al menos me da una esperanza de que existen las leyes en este país, y me hace ver que hay personas que están dispuestas a abogar por la comunidad inmigrante”.
Estefany nació en la ciudad de México hace 31 años. Vino a los Estados Unidos a los 12 años. Se graduó de periodismo televisivo por la Universidad Brigham Young del estado de Idaho. En 2016, ganó un Emmy por un reportaje sobre los dreamers que se autodeportaron, lo que le permitió por primera vez regresar a México con un permiso para viajar (Advance Parole)
Esta joven dreamer planeaba celebrar con una cena al lado de sus padres. “Ellos han estado conmigo en este viaje”, dice.
Marcela, Médica DACA
A Marcela Zhou la noticia de que el presidente Trump no pudo deshacerse de DACA, la hizo sentirse aliviada y le dio seguridad para seguir preparándose. “Me desperté con una notificación por teléfono que me avisaba del fallo de la corte”, comenta.
Marcela nació en la ciudad de Mexicali, México hace 29 años. La trajeron sus padres a Los Ángeles cuando tenía 12 años. Se graduó como médico en junio por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA); y acaba de comenzar su residencia de tres años en medicina interna en la Universidad de California en San Francisco (UCSF).
“Me gustaría ser un doctor primario de cabecera. Para mi será un privilegio servir a los pacientes de mi comunidad”.
Admite que le causaba mucha ansiedad la posibilidad de que DACA terminara, pero el fallo contra la eliminación ordenada por el presidente Trump, le da mucha felicidad y esperanza. “Hemos luchado y nos hemos esforzado mucho por sobresalir, y vamos a continuar porque todavía hay muchas personas que no se han beneficiado de DACA”.
Los hermanos Viramontes, empresarios
Ignacio Viramontes quien junto con su hermanos Yasmín y Uriel al obtener DACA en 2012, se hicieron cargo del negocio Dulces Colibrí creado por sus padres, se enteró por la radio pública del fallo a favor de DACA cuando manejaba rumbo a las instalaciones de la empresa familiar.
“Nos deja un sentido de alivio, y nos da al menos otros dos años para seguir luchando por una solución permanente que nos permita tener un estatus migratorio”, dice Ignacio.
Admite que no esperaba una decisión favorable debido a que la mayoría de los magistrados de la Corte Superior de la Nación son considerados conservadores.
“Estamos muy contentos y vamos a celebrar en familia”, dice.
Junto con sus padres Ignacio y Martha, los tres hermanos emigraron de Puebla, México a Los Ángeles. Ignacio tenía nueve años de edad; Uriel, dos años; y Jazmín tres años. En la actualidad, Ignacio tiene 32 años, Uriel 24 años y Jazmín 26 años.
DACA permitió a los tres hermanos, hacer crecer la empresa de sus padres indocumentados. Pudieron solicitar créditos para comprar materia prima y maquinaria para el negocio.
El plan de los hermanos desde que abrieron el negocio, es hacerlo prosperar para estar en condiciones de pelear cualquier amenaza de deportación.
Iliana: doctora en educación
Iliana Pérez no oculta que se llevó una feliz sorpresa al enterarse de la determinación en contra del Tribunal Supremo para poner fin a DACA, el programa que a ella y más de 700,000 dreamers, los ha protegido de la deportación, y les ha otorgado un permiso de trabajo.
“¡Estoy muy contenta! Llevábamos meses esperando por una decisión negativa; y planeando qué íbamos a hacer si no teníamos permisos de trabajo ni protección contra una deportación, pero ha sido toda una sorpresa”.
Apenas despertaba cuando revisó su teléfono y se encontró con muchas caritas y corazones felices. “¿Qué está pasando?”, se preguntó.
Confía que fue un gran alivio enterarse que DACA sigue, porque esperaban la decisión con mucha ansiedad.
“Es una cosa menos de que preocuparnos en medio de esta crisis por el coronavirus, porque como saben la mayor parte de las comunidades inmigrantes han sido afectadas”.
Iliana llegó de Hidalgo, México a los ocho años de edad. Su hermano Luis tenía solo dos años. Hoy en día, tiene 32 años, es graduada de la carrera de matemáticas y tiene un doctorado en educación por Claremont Graduate University, gracias a una beca especial que la universidad le otorgó a ella y a tres jóvenes indocumentadas, Nancy Guarneros, Jessica Valenzuela y Gloria Montiel.
Trabaja como directora de investigación y emprendimiento para Immigrants Rising, una organización con sede en San Francisco que apoya a los jóvenes indocumentados para que se vuelvan emprendedores.
“Hemos trabajado bastante para crear recursos que les permitan emprender sus negocios sin necesidad de un permiso de trabajo”.
Iliana considera que la batalla sigue, y ahora está en manos del Congreso la última decisión para darles protecciones a los DACA.
Juan Ignacio: Mariachi
A Juan Ignacio Zepeda, la buena noticia de que el DACA sigue, se la dio su madre. “Yo me siento aún vulnerable especialmente en estos tiempos. El temor de que te puedan deportar por cualquier motivo, ahí está”.
Emigró junto con sus padres y hermanas de Guadalajara, México a las 12 años de edad. Hoy en día, tiene 34 años.
Se ha ganado la vida como mariachi desde temprana edad, pero fue a partir de que se benefició de DACA, que en 2016 abrió la academia de mariachi para niños Lluvia y Fuego en Pacoima al norte del Valle de San Fernando en Los Ángeles para enseñar a tocar instrumentos musicales.
La academia dio pie para la creación del mariachi de niños LLuvia y Fuego que ya hace presentaciones.
Juan Ignacio revela que tiene muchas ganas de hacer cosas, triunfar, cantar, pero se siente muy frustrado de no poder viajar ni salir del país. “Tengo hambre de sentirme una persona libre. Poder ir y venir. Pero por ahora me siento discriminado y limitado como si hubiera cometido un crimen cuando yo soy una buena persona que he demostrado que estoy aquí para hacer un bien”.