Paulina Goto encontró el amor con un amigo de la infancia gracias al destino
La actriz está feliz y realizada
Paulina Goto, protagonista de “Vencer el Miedo” (Univision), de estreno en Estados Unidos, recuerda cómo conoció a su actual pareja en el momento en que menos lo esperaba. La actriz, además, comparte los miedos de su personaje y uno en particular que ella misma pudo vencer en su vida privada.
– ¿Qué miedos tiene que vencer “Marcela Durán”, tu personaje en la serie “Vencer el Miedo”?
El machismo, la violencia de género, las enfermedades de transmisión sexual. Romper el silencio, ahora sí, que de estos temas que son cosas que le suceden y que son parte de la vida del personaje. Creo que son miedos bastante grandes que tiene que vencer.
– ¿Y tú?, ¿qué miedos has podido vencer?
Para mí, para Paulina uno de los miedos fue el mudarme de ciudad para perseguir mi sueño, porque yo crecí en Tampico, Tamaulipas, y me vine bien chica a la Ciudad de México, que para mí era un lugar súper grande y desconocido. Fue la primera vez que viví sola y la verdad, creo que valió la pena muchísimo haber tomado el riesgo.
– ¿Qué ha cambiado de esa niña que llegó al DF?
Creo que ha cambiado mucho lo que soñaba cuando era más chica. Tristemente, siento que la sociedad como que nos programan mucho, como niñas, a buscar un príncipe azul que te va a venir a rescatar y a completar, y que es perfecto; y con los años he descubierto que la cosa no va por ahí.
“No necesitamos a nadie, de entrada, como que venga a completarte y uno ya está completo, pero dentro de lo que yo busco, mi pareja actual sí cumple los requisitos”.
– ¿Cómo conociste a tu pareja actual, Rodrigo Saval?
Muy chistoso, porque ya nos habíamos conocido hace muchos años, cuando éramos más chicos, y la vida nos reencontró años después, en una boda, y así.
– ¿Llegó cuando menos te lo esperabas?
Cien por ciento, es que esa historia. No sabía si iba a ir a la boda, “cero” tenía ganas de salir con nadie ni de conocer a nadie y pasó. Y me acuerdo perfecto que después de esa noche le dije a una amiga que fue mi “date” de la boda, porque me invitaron con alguien y yo estaba soltera entonces, dije “¡ay, vente güera!”. que es mi amiga, le dije “¡vente!” y nos la pasamos increíble tú y yo.
“Y después de la boda, le dije “mira, no sé qué vaya a pasar, pero me la pasé increíble y ya con eso me quedo”; y pues, “cero” lo esperaba. Ya después de eso empezó como a dar toda esta onda de empezar a hablar, empezar a salir, y todo se dio muy bonito”.
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