¿Por qué los trabajadores independientes merecen independencia?
El internet ha abierto el mercado laboral para todos. Ahora, las personas pueden trabajar para satisfacer las necesidades de su familia, ganar dinero extra cuando están cambiando de trabajo o bien generar ingresos adicionales para ahorrar para el futuro
Decir que estos son tiempos difíciles no es suficiente para describir el momento que atravesamos. Hay una furiosa pandemia que enferma a la gente y a nuestros seres queridos, la economía se tambalea con el aumento del desempleo, las personas están aisladas de sus amigos y familiares y las familias hacen todo lo posible por sus hijos mientras están encerrados en casa.
A medida que nos adaptamos, nos damos cuenta de que la manera que conocemos de hacer las cosas ya no funciona para muchos. Miles de residentes de Illinois están descubriendo que el típico y rígido esquema de trabajo de 9 a 5 ya no se adapta a sus necesidades y están recurriendo a nuevos modos de suplementar sus ingresos para atravesar estos tiempos complicados. El trabajo basado en aplicaciones digitales se ha convertido en un recurso muy preciado, descubierto por montones de personas en todo el estado. Es un salvavidas para muchos que necesitan un modo de trabajar flexible para ganar ingresos.
Pero algunas personas están impulsando su agenda para obligar a los trabajadores independientes de Uber, Lyft, DoorDash, Postmates e Instacart a que sean categorizados como empleados, limitando el acceso flexible a un ingreso que estas personas necesitan especialmente en este momento.
El asunto es que estas personas no están escuchando las voces de los conductores que buscan estos trabajos precisamente porque quieren independencia y flexibilidad como contratistas independientes. Deberíamos estar hablando sobre cómo aprovechar esta innovación con beneficios para los trabajadores independientes y no estar retrocediendo en el tiempo.
Necesitamos escuchar a los conductores, particularmente la voz de los conductores de las minorías quienes serían los más afectados por este cambio obligado. La mayoría de los trabajadores independientes son personas de las comunidades latinas y afroamericanas. Ignorar sus voces es ignorar la igualdad racial que necesitamos se refleje en políticas como esta.
El año pasado, los políticos de California trataron de forzar la recategorización, pero los conductores se unieron para derrotar rotundamente la medida por un margen de 58% a 42%.
El internet ha abierto completamente el mercado laboral para todos. Ahora, las personas (padres, maestros, estudiantes, jubilados y otros) pueden trabajar para satisfacer las necesidades de su familia, ganar dinero extra cuando están cambiando de trabajo o bien generar ingresos adicionales para ahorrar para el futuro.
Los trabajadores independientes valoran esta nueva libertad. Los conductores a nivel nacional quieren permanecer independientes por un margen de 4 a 1, de acuerdo con una encuesta independiente de Rideshare Guy. Más allá de eso, el 90% dijo que ser un contratista independiente es un “buen arreglo” para su estilo de vida.
Además, los residentes que viven en el sur y oeste de la ciudad son los mayores usuarios de este servicio de viajes compartidos. Si las empresas se ven obligadas a operar bajo estas reglas arbitrarias y limitadas, deberán crear horarios, poniendo a los conductores en turnos donde la demanda del servicio es mayor. Eso llevaría a repetir la misma historia de siempre que hemos visto tantas veces: los barrios del centro y del norte recibirían un mejor servicio, debiendo ignorar a las zonas sur y oeste de la ciudad.
La realidad es que el mundo ha cambiado drásticamente y con el también nuestra economía.
Por ello analicemos la situación. Seamos conscientes en quienes nos enfocamos con esta conversación y cuál sería el impacto real que esto tendría. Hablemos de cómo preservar la independencia y flexibilidad mientras encontramos la manera de crear nuevos beneficios.
En conclusión, está claro que estos tiempos en que vivimos son bastantes difíciles y todos estamos luchando por salir adelante hasta que regresemos a la normalidad. Lo último que necesitamos son normas muy estrictas que harían la vida aún más difícil.