Defensores de la vivienda piden frenar la demolición de casas asequibles en Chicago

En el Hairpin Arts Center se realizó, el martes 19 de diciembre por tarde, un panel informativo sobre una campaña que busca expandir el ‘demolition fee’ o tarifa demolición a más áreas de la ciudad.         

Según los organizadores de Palenque LSNA, la libre demolición de viviendas es una de las causas principales de desalojo y desplazamiento urbano.

Al menos cinco concejales que apoyan la campaña estuvieron presentes de manera presencial y virtual en el evento como es el caso del concejal del Distrito 1, Daniel LaSpata; el concejal del Distrito 25, Byron Sigcho López; la concejal del Distrito 26, Jessie Fuentes; la concejal del Distrito 30,  Ruth Cruz; y el concejal del Distrito 35, Carlos Ramírez Rosa. 

En un intento de frenar la pérdida de viviendas para familias de clase trabajadora, los líderes comunitarios quieren que se aumenten las tarifas de demoliciones a lo largo del sendero 606 en Logan Square y en Pilsen, así como que también se amplíe el programa piloto a otros vecindarios del noroeste de Chicago y en un futuro a toda a ciudad.

En marzo de 2021, el Concilio Municipal de Chicago aprobó un programa piloto que cobra una tarifa de $15,000 por edificio o $5,000 por unidad para cualquier permiso de demolición residencial en Pilsen o a lo largo del sendero 606 Bloomingdale Trail.

La lucha de Palenque LSNA por aumentar las tarifas de demoliciones en dichos barrios empezó en 2015. Los organizadores de vivienda aseguran que con el aumento de las tarifas se busca evitar que los desarrolladores reemplacen viviendas asequibles por construcciones de edificios o condominios de lujo.

“La campaña comenzó en 2015 cuando salió el sendero 606 y vimos que, de un día para otro, los valores de las propiedades en el oeste del 606 aumentaron más de 200%, incluso vimos casos donde los valores de las propiedades subieron hasta 344% y entonces vemos el impacto de la gentrificación”, dijo Christian Díaz, director de Vivienda de Palenque LSNA.

Si bien el programa piloto comenzó en Pilsen y en el sendero 606, defensores de la vivienda dicen que el programa debería ser permanente y ampliarse a otras áreas dado su éxito, ya que en esas zonas se han reducido las demoliciones.

Las tarifas de demolición fueron diseñadas como un programa piloto de un año que expirará el 1 de abril.

“Cada vez que se derrumba un edificio antiguo se crea un nuevo condominio de lujo, una vivienda para una sola familia, estos condominios están vendiéndose a 400,000 dólares o incluso, hay casos en que una vivienda para una sola familia se vende a un millón de dólares hasta más”, explicó Díaz a La Raza.

Promueven nueva ordenanza

Según Díaz, por el momento el programa piloto solamente se aplica en el oeste del sendero 606 en Logan Square y en Pilsen. “El programa piloto ha tenido mucho éxito porque hemos visto menos demoliciones”, detalló.

El programa piloto acabaría el 1 de abril de 2024. “Este programa piloto es parte de una ordenanza que se introdujo y fue exitosa en pasarse en 2021, pero la ordenanza original fue en 2017”, precisó Díaz a La Raza.

Christian Díaz explicó que al salir del área que comprende el programa piloto todo continua igual. “Ya hemos visto durante los últimos tres años que el programa ha sido efectivo en prevenir la demolición de viviendas asequibles, prevenir el desalojo, queremos que el programa cubra todo el vecindario, no solamente el área del 606, nos gustaría que cubra más de Logan Square, Avondale, Hermosa y en un futuro que se expanda a todos los vecindarios que están sufriendo por la gentrificación”.

Díaz dijo que quieren impulsar una nueva propuesta de ordenanza que expanda el programa a más áreas de la ciudad y que se aumente las tarifas de demolición. “La que existe hoy solamente cubre muy poco del área del sendero 606 y muy poco del área de Pilsen, nos gustaría que se expanda a cubrir más áreas”.

Para más información sobre las demoliciones en Logan Square visite rose-werth.shorthandstories.com/demolitions-in-logan-square.

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La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust.