Dan en Chicago el último adiós al joven policía Luis Huesca
Familiares, amigos y compañeros de la Policía de Chicago le rindieron homenaje en una misa funeral realizada en la Iglesia Santa Rita
La familia, amigos y compañeros del oficial Luis Huesca, además de cientos de policías de la ciudad y del resto del estado, le dieron el lunes la despedida durante los servicios fúnebres y religiosos en la Capilla Santuario de la Iglesia Santa Rita en el lado sur de la ciudad.
Huesca fue asesinado la madrugada del 21 de abril cuando volvía del trabajo a su casa de Gage Park, en el suroeste de la ciudad. El oficial estaba a punto de cumplir 31 años.
El oficial Huesca murió durante lo que, se afirma, fue un robo violento de su automóvil. Durante el asalto también fue robado el revolver de servicio del policía Huesca. Tanto el auto como el arma ya recuperados por el Departamento de Policía de Chicago.
La policía actualmente busca al sospechoso Xavier Tate Jr., de Aurora, Illinois, a quien se le ha ya impuesto una orden de arresto por el cargo de asesinato del oficial Huesca.
Antes de los servicios funerarios, cientos de policías se posaron firmes afuera de la iglesia para recibir los restos del policía Huesca, que fueron transportados en una carroza negra desde una funeraria en Oak Park, Illinois.
Una banda irlandesa y escocesa, compuesta de policías en faldones verdes y rojos, tocaron sus gaitas en honor a Huesca, de origen mexicano y cuya familia es originaria de Puebla, México.
Después de arribar, una guardia de honor de ocho miembros de la Policía de Chicago escoltó el féretro al interior del recinto religioso.
Durante el servicio, un sacerdote bilingüe de nombre Homero Sánchez reconoció el gran sacrificio de Huesca y pidió a todos ponerse de pie y, como lo hiciera Miguel Hidalgo en 1810 en México, gritó “¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva La Fe!” y prosiguió a nombrar a los policías también asesinados en los últimos anos Andrés Vázquez Lasso y Areanah Preston.
El sacerdote bilingüe termino diciendo “Viva Luis Hueca” dos veces y al final dijo “Viva Cristo Rey”.
El superintendente de Policía Larry Snelling se dirigió a la gran concurrencia y alabó la labor, dedicación y buen desempeño de Huesca.
“Gracias, Luis Huesca por el gran sacrificio que hiciste a nombre de nuestra ciudad y de la comunidad”, señaló Snelling.
El superintendente dijo a la audiencia que Huesca se había graduado de la academia policiaca y había entrado al servicio del Departamento de Policía apenas hace seis años, el 16 de marzo de 2018.
“El fue un protector de esta ciudad, un alma amable que buscaba proteger a los más débiles”, preciso Snelling.
El superintendente recordó a la audiencia, con los padres Emiliano y Edith Huesca presentes, cuando en un evento previo el oficial Huesca intervino en un incidente de violencia doméstica en su cuadra y pudo calmar la situación hasta la llegada de la policía.
“El representaba lo mejor del Departamento de Policía”, dijo Snelling, agregando que Huesca era un joven con tremenda curiosidad por viajar, explorar, conocer más personas y aprender nuevos idiomas.
Un familiar del oficial Huesca, su hermano Emiliano Jr., mencionó que su hermano Luis había aprendido y hablaba otros idiomas como el francés y el árabe.
Un compañero de trabajo de Huesca, el oficial Christian Calderón, mencionó que el consideró a Luis como un buen amigo y compañero y no solo un policía. Calderón mencionó como ellos compartían experiencias en comida, viajes y convivencia al punto de que el oficial Luis Huesca se convirtió en su compadre al bautizar un hijo de Calderón.
Snelling se dirigió a Emiliano Sr. y Edith Huesca, los padres del policía caído, para decirles que ellos ahora serán parte de su familia y que no los dejarán desamparados y solos.
“Sé del amor que Edith tenía por su hijo y es una familia singular y ahora su familia será CPD y nosotros nunca los dejaremos solos”, agregó Snelling.
Al final de los servicios, el féretro con los restos del noble policía fueron cargados por una guardia de honor a la limosina en la que fueron llevados al Cementerio Rosehill, en el lado norte de la ciudad de Chicago, en donde se realizó el entierro.
La bandera de la ciudad de Chicago que cubrió al féretro fue dignamente doblada y entregada a la madre del noble joven policía Edith Huesca.
Ausentes de los servicios fúnebres estuvieron el alcalde Brandon Johnson y el gobernador JB Pritzker, a quienes la familia Huesca pidió no asistir a la despedida de su hijo.
El Departamento de Policía de Chicago, en coordinación con el Buró Federal de Investigación (FBI) y la organización Crime Stoppers, está actualmente ofreciendo una recompensa de $100,000 dólares a la persona o personas que aporten información que conduzca al arresto del sospechoso Xavier Tate Jr., de 22 años. Una orden de arresto se ha emitido en su contra, acusado de asesinato en primer grado.
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