Quedarse en Pilsen: resistencia y retos de la comunidad mexicana para preservar sus hogares

Grandes alzas de los impuestos a la propiedad, desplazamiento urbano, gentrificación y pérdida de identidad afectan al barrio mexicano, que sin embargo lucha para seguir en sus casas y mantener su cultura

Residentes de Pilsen luchan contra los altos impuestos a la propiedad y el desplazamiento en ese barrio de Chicago. (Antonio Zavala / La Raza)

Residentes de Pilsen luchan contra los altos impuestos a la propiedad y el desplazamiento en ese barrio de Chicago. (Antonio Zavala / La Raza) Crédito: Impremedia

Diane Sandoval, una propietaria de casa en Pilsen, ha visto sus impuestos anuales sobre la propiedad elevarse de $6,000 a $11,000 al año, algo que ella opina es excesivo.

De 58 años, Sandoval nació y creció en Pilsen y ha vivido ahí toda su vida. Pero en estos años ha visto sus impuestos elevarse severamente. Esa situación, que afecta a muchos otros propietarios en Pilsen, genera miedo de no poder pagar y ser desplazados de sus casas.

Sandoval apuntó que los más vulnerables en la aguda alza de impuestos son las personas de la tercera edad, los veteranos del servicio militar y las personas de bajos ingresos.

Brígida Franco es otra dueña de casa en Pilsen. Ella tiene 65 años y por los últimos 23 años ella ha sido dueña de su casa. Ella dijo a La Raza que sus impuestos subieron 64% de un año para el otro. Su propiedad, un edificio de dos pisos, por el cual ella pagaba $5,000 al año en impuestos a la propiedad de pronto, ahora ha sido tasado con impuestos que llegaron a $8,000.

“Para una persona cuyos ingresos son fijos y no aumentan y luego que te aumenten tus impuestos digamos dos, tres o cinco mil al año, pues eso [el dinero para pagar] no sale de la noche a la mañana”, dijo Franco.

“Yo creo que es indignante el alza de los impuestos en Pilsen”, precisó Franco. “¿Quién hubiera creído que alzarían los impuestos tan alto?”. Franco también recalcó que es intolerable cómo a las personas de la tercera edad y con un salario fijo les pueden afectar los altos impuestos a la propiedad.

Esas alzas enormes de impuestos a la propiedad son resultado del alza de la valuación de los bienes raíces en Pilsen, una zona en la que alzas tanto en el precio de casas y edificios como en el de los alquileres han puesto a propietarios en riesgo de no poder pagar y perder sus viviendas y a los inquilinos en el de tener también que irse ante montos de renta que le cada vez más incosteables.

En ese contexto, un panfleto de la organización El Pueblo Manda llama “a los residentes de la comunidad a unirse a nosotros en una sensible y bien intencionado llamado a la acción para ayudarnos a encontrar alivio de los altos impuestos a la propiedad en Pilsen. Nosotros sentimos que los impuestos deberían ser basados en los ingresos y no tanto en los valores de la propiedad del área”.

“Por favor ayúdenos a encontrar una solución que preserve el carácter hispano de Pilsen y que permanezca una comunidad de familias donde individuos y organizaciones trabajan juntas para mantener a Pilsen como una vibrante parte de nuestra justa ciudad”, planteó El Pueblo Manda.

La Calle 18, en Pilsen, Chicago, mirando hacia el oeste. (Antonio Zavala / La Raza)
Crédito: Impremedia

Historia de Pilsen

El barrio Pilsen de Chicago fue habitado por inmigrantes irlandeses, alemanes, polacos y checoslovacos desde 1870 hasta 1960.

En la década de 1960 este barrio, lleno de historia laboral y cultural, empezó a ser habitado por nuevos inmigrantes: los mexicanos que llegaron a Chicago siguiendo los trabajos en las fábricas industriales, la industria hotelera y los restaurantes.

En 1961, el entonces alcalde Richard J. Daley anunció que la ciudad decidió construir un nuevo campus para la Universidad de Illinois en Chicago en las cercanías de las calles Harrison y Halsted y que tomaría 105 acres de terreno en esa área. Esto causó el desplazamiento de miles de mexicanos que residían en esa zona y que se fueron a vivir al sur, a Pilsen, en donde había vivienda asequible.

Con el paso del tiempo, Pilsen, a corta distancia del centro de la ciudad, se convirtió en la primera comunidad en la historia de la ciudad de Chicago con una mayoría de residentes de origen mexicano, lo que dio auge al florecimiento de la cultura mexicana.

Ahí activistas mexicanos se organizaron para exigir una nueva secundaria, una biblioteca nueva que llevara el nombre del líder asesinado Rudy Lozano, nuevas escuelas primarias, un museo de arte mexicano, representación política y empleos para los mexicanos e hispanos en todos los departamentos del gobierno de la ciudad.

Además en Pilsen se dieron luchas para que el control de las comunidades, el control de las escuelas y de los recursos públicos de salud y recreación lo ejercieran las personas que viven allí.

Estos cambios llegaron en el contexto de la lucha contra la Guerra de Vietnam, la lucha de los afroamericanos por los derechos civiles, la lucha de las mujeres por su emancipación del patriarcado blanco, la lucha de los nativoamericanos por sus derechos y la lucha de César Chávez por organizar a los trabajadores del campo.

Todo esto dio auge en la ciudad y en el país a la diversidad cultural y a la inclusión de las minorías en la fibra misma de la sociedad. Un nuevo sol había salido a dar su luz.

La “fuga de los blancos”

Dos factores han impactado a Pilsen desde que este se volvió un barrio mayormente poblado por mexicanos. Uno es la creación del Plan 21 por la ciudad y el otro es el fenómeno de la “fuga de blancos” de la ciudad.

A raíz de los disturbios y confrontaciones raciales en Watts, Detroit, Chicago y otras ciudades, la ciudad de Chicago sacó un plan para planificar nuevos proyectos de viviendas de alto costo, llamadas condominios, que pudieran atraer a la gente acomodada de la clase media blanca.

Tal fue el propósito del Plan 21 del año 1973, con el cual la ciudad pretendía construir una zona nueva de condominios que funcionara como una franja alrededor del South Loop y sirviera como “fortificación” contra tumultos que pudieran ocurrir en el futuro en el centro de la ciudad.

Cuando Martin Luther King Jr., el líder de los derechos civiles de los afroamericanos, fue asesinado el 4 de abril de 1968 en el Lorraine Motel en Memphis, Tennessee, decenas de motines urbanos estallaron en muchas ciudades del país.

En Chicago, la muerte de King causó tres días de motines en el lado oeste de la ciudad cerca de las calles Madison y Kedzie lo cual resultó en 11 muertos, 500 heridos y 3,000 arrestos.

Estos disturbios consumieron en llamas un área de varias cuadras de la calle Madison en el lado oeste de la ciudad. Fue cuando el alcalde Richard J. Daley dio su orden de “tirar a matar a los incendiarios y tirar a herir a los saqueadores”.

A causa de estos disturbios se creó el fenómeno conocido como “fuga de blancos” en donde una gran cantidad de personas de raza blanca abandonó la zona central de ciudades como Chicago y se fueron a vivir a los suburbios.

Además, otra gran cantidad de residentes blancos en Chicago se salieron de vecindarios como Pilsen (y después La Villita) porque ideas racistas hacían que los blancos no quisieran vivir al lado de los mexicanos.

Byron Sigcho-López, Chicago’s 25th District alderman, which includes Pilsen. (Antonio Zavala / La Raza)
Crédito: Impremedia

Pilsen en números

Basándonos en números y estadísticas publicadas por los profesores John J. Betancur y Alexander Linares en el reporte ‘Who Lives in Pilsen: The Trajectory of Gentrification from 2000 to 2020’, publicado por el Great Cities Institute del Departamento de Asuntos Urbanos de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) el 23 de mayo de 2023, podemos afirmar lo siguiente:

La población de Pilsen decayó a 33,751 personas en 2020 de un total de 45,654 personas que habitaban ahí en 1990. Una pérdida del 26% de sus habitantes.

Los latinos, la mayoría de origen mexicano, en Pilsen eran en 2000 el 88.9% de la población, pero para 2020 habían bajado al 71%, una reducción de casi 18 puntos. Tanto habitantes latinos como también negocios latinos han reducido sus números ahí.

En términos de números, Pilsen (o el área del Lower West Side) ha perdido la cantidad de 16,253 latinos entre 1990 y 2020, según el reporte de Betancur y Linares citado arriba.

Los residentes blancos en Pilsen aumentaron de 3,486 en 2000 a 6,377 en el año 2020. Aun así, el número de residentes blancos no llega actualmente a la cifra que tenían en 1980 cuando el censo contó 9,223 residentes blancos en Pilsen.

La población afroamericana también ha crecido en Pilsen, pero no substancialmente. En 1980 la población afroamericana era de solo 403 personas y para el año 2020 el censo contó 1,544 residentes que dijeron ser de ascendencia afroamericana.

Y en tiempos más recientes, en términos de la población hispana en Pilsen hubo un declive de 5,512 personas entre 2010 y 2020.

Todo esto indica, apuntan Betancur y Linares, que en este nuevo siglo Pilsen ya no es el reconocido “Puerto de entrada” para nuevos inmigrantes, algo que lo caracterizó por un siglo entre las décadas de 1870 a 1970.

Otro factor significativo en relación con la población de Pilsen es que el número de habitantes menores de 18 años ha decaído también. La población hispana de menores de los 18 años pasó de 9,161 jóvenes en 2010 a 5,133 jóvenes en 2020, una pérdida del 44%.

Esto, sin decirlo, indica que varias familias de hispanos se han mudado de la comunidad de Pilsen.

Otro dato de interés para los que les preocupa esta comunidad puede ser el número de unidades de viviendas en Pilsen. En 2000 había 14,410 unidades de vivienda en Pilsen, pero en 2020 había un total de 15,649 unidades de vivienda.

Hay dos datos sobre la vivienda en Pilsen que son significativos: el precio de los alquileres y el porcentaje del gasto de cada hogar que se destina a vivienda.

El primero es que la cantidad de lugares de vivienda con rentas mensuales arriba de $1,000 aumentó del 32.5% en el periodo 2005-2009 a un 51.5% en 2016-2020.

En otras palabras, el mercado de alquiler en Pilsen es significativamente más caro que en años anteriores.

El otro dato es el número de hogares en Pilsen que son considerados “agobiados” por los costos de comida y renta. Si una familia u hogar gasta más del 30% de sus ingresos semanales en comida es considerado un “hogar agobiado,” según el reporte de Betancur y Linares.

Betancur y Linares dicen en su reporte que en el periodo 2005-2009 un 45.6% de los hogares en Pilsen eran considerados “agobiados”. Durante el periodo 2016-2020 esa cifra bajó a 35.9%.

Un dato más para analizar la composición de la vivienda en Pilsen: los hogares familiares en Pilsen bajaron de 7,867 en el periodo 2005-2009 a 6,775 en el periodo 2016-2020. Ahora, indica el reporte de Betancur y Linares, hay más viviendas habitadas por una o dos personas.

María Gamboa, activista de Pilsen. (Antonio Zavala / La Raza)
Crédito: Impremedia

La lucha por permanecer en Pilsen

El Pueblo Manda es una organización de residentes de Pilsen que se fundó en 2022 y lucha por la permanencia de los mexicanos en ese barrio. Además, busca un moratorio al alza de impuestos a la propiedad y está exigiendo a los funcionarios electos de la ciudad y del estado que permitan usar fondos recaudados bajo el programa Tax Increment Financing (TIF) para ayudar a los residentes a pagar sus impuestos y hacer reparaciones a sus viviendas.

Aunque Pilsen es todavía mayormente mexicano, cada día tiene más nuevos negocios americanos, más sitios de comida rápida, más cafés y más unidades de vivienda de alto costo construidas en los últimos años.

El Pueblo Manda ha declarado en varias ocasiones ante los medios y ante la comunidad que los residentes de origen mexicano están siendo forzados a salir de Pilsen debido a los altos impuestos a la propiedad.

Muchos de los residentes de ese barrio, un número substancial, compraron sus casas ahí en las décadas de 1970 y 1980. Ahora, debido a los altos impuestos que hay que pagar, muchos de los residentes temen perder su patrimonio y ser forzados a abandonar su comunidad Pilsen, también conocida como La 18.

Con la creciente valuación de las propiedades en esa zona a niveles altos, los dueños de casa ahora tienen que pagar el doble y a veces el triple de impuestos a su propiedad.

El Pueblo Manda ha hecho llamados a las autoridades de Chicago, del Condado de Cook y del estado de Illinois para que los impuestos en Pilsen estén basados en los ingresos de cada dueño de casa y durante los últimos dos años ha estado llevando a cabo reuniones comunitarias, organizado protestas inclusive en City Hall, y realizados talleres para buscar alivio a los impuestos y soluciones contra el desplazamiento.

Otro foco de interés de la organización El Pueblo Manda es cómo enfrentar el fenómeno de la gentrificación y el desplazamiento en un mercado inmobiliario cada día más costoso que causa que los residentes de menos ingresos sean forzados a abandonar este vecindario.

Betancur y Linares en su informe definen a la gentrificación como “los cambios sociales, culturales y económicos que se producen en un lugar cuando se traslada a él un mayor número de residentes más ricos. El proceso de gentrificación de un barrio está relacionado con la disminución de viviendas asequibles, el aumento de los impuestos sobre la propiedad, la pérdida de identidad cultural y el desplazamiento de sus anteriores residentes. El proceso de desplazamiento suele implicar la mudanza de profesionales de clase media a barrios cercanos a los puestos de trabajo en el centro de la ciudad, que luego expulsan a las familias minoritarias de ingresos bajos y moderados debido al aumento del valor de las propiedades”.

A través de protestas, conferencias de prensa y un referendo en las últimas elecciones municipales, la organización El Pueblo Manda ha luchado para que la clase política los escuche y actúe para frenar el desplazamiento y los altos impuestos a la propiedad en Pilsen.

Laura Paz, activista de Pilsen. (Antonio Zavala / La Raza)
Crédito: Impremedia

“Cuando hablamos de Pilsen estamos usando la palabra mexicanos”, dijo Laura Paz, de El Pueblo Manda. “Tenemos una postura que esa es la comunidad que está siendo desalojada, es una cuestión de justicia.”

Paz mencionó que en las pasadas elecciones municipales introdujeron un referendo en el Precinto 9 del Distrito 25 en el cual el 89% de los votantes dijo estar de acuerdo en pedir al municipio de Chicago, al Condado de Cook y al estado de Illinois que autoricen el uso de fondos del TIF para ayudar a las familias de Pilsen a pagar sus impuestos a la propiedad, luego de que las valuaciones de estos se incrementaron sustantivamente. Los fondos del TIF hasta el momento son para uso industrial y para desarrollar áreas decaídas económicamente.

El referendo, que apareció en las boletas de la elección primaria en el Precinto 9 del Distrito 25, ubicado en Pilsen, del 19 de marzo de 2024, preguntó: “En Pilsen, en el Distrito 25, nosotros recibimos nuestra factura de impuestos de 2021, los cuales se pagan en diciembre 2022, con aumentos de más del 40 por ciento. ¿Debe el gobierno proveer asistencia si es que tu factura aumentó más de 40 por ciento para ayudarte a pagar tu factura de impuestos a la propiedad con los fondos del TIF?”.

Paz dijo que su organización ha revisado bien los estatutos del programa TIF y al parecer no hay ningún impedimento para que dichos fondos se usen para ayudar a estabilizar a residentes de Pilsen que temen que al no poder pagar sus impuestos sus casas terminen siendo subastadas al público.

El referendo fue aprobado por los votantes del Precinto 9 del Distrito 25 con un 89%.

Y en junio de 2024, al conocerse las nuevas valoraciones de vivienda, El Pueblo Manda ha constatado nuevas y elevadas alzas que implicarán nuevos aumentos de impuestos a las propiedades. Por ello, esa organización pide que se acate el resultado del referendo para ayudar para que los propietarios afectados puedan pagar sus impuestos y que se limite a un máximo de 5% las alzas en las valuaciones de propiedades.

Pati González, una dueña de casa en Pilsen, dijo a La Raza que sus impuestos prediales subieron de $8,000 al año a $17,000 al año. Ella es la dueña de un edificio que compraron sus abuelos en 1954 y que está en necesidad de reparación.

“Estoy batallando sobre lo que tengo que hacer”, dijo González, quien agregó que sometió una apelación para que las autoridades le reduzcan los impuestos.

Paz, de El Pueblo Manda, cuestionó por qué le está sucediendo esto a los residentes mexicanos de Pilsen si, como ella dice, son los más trabajadores de los inmigrantes, los más orientados a crear familias y además los más católicos, entre otros.

“La comunidad mexicana tiene todos los valores que esta sociedad valora”, dijo Paz y se preguntó por qué los residentes mexicanos de Pilsen están siendo afectados con altos impuestos a la propiedad y el desplazamiento.

María Gamboa, otra integrante de El Pueblo Manda, afirmó que están tratando de reunirse con funcionarios electos y de la ciudad para hacerles saber cómo están siendo afectados los residentes hispanos de la comunidad de Pilsen.

“Queremos reunirnos con el alcalde”, dijo Gamboa, quien también agregó que piensan reunirse con la nueva comisionada del Departamento de Vivienda, Lissette Castañeda, para entrar en una discusión sobre viviendas asequibles en Pilsen.

“Queremos buscar todos los recursos que podamos”, dijo Gamboa. “Muchas personas, como mi padre, compraron casas en Pilsen como un patrimonio para sus familias y ahora muchos latinos están en riesgo de perder sus casas, ese es su temor ahí”.

“Esto es el resultado del Plan 21 de la ciudad de Chicago”, finalizó Gamboa.

Por su parte la líder Laura Paz, una de las personas que da más claridad a los sentimientos de la comunidad mexicana y de habla hispana en Pilsen, dijo que lucharán hasta que la ciudad y el estado los escuchen.

“Aún estamos luchando por la justicia y no vamos a dejar de hacerlo”, afirmó Paz.

El concejal Sigcho-López promete ayudar

El concejal Byron Sigcho-López, del Distrito 25 que abarca a Pilsen, dijo a La Raza que va a hacer todo lo que esté de su parte para buscar soluciones a los problemas que enfrentan los residentes mexicanos de Pilsen en relación con los impuestos altos y la gentrificación.

Para empezar, dijo que está dispuesto a investigar si es posible usar los fondos del TIF para uso residencial y ayudar a los residentes a solventar sus altos impuestos.

También dijo que el tasador del Condado de Cook, Fritz Kaegi, prometió buscar la manera de que los dueños de casa apelen sus casos sin la necesidad de un abogado. Sigcho-López dijo que esto aún está pendiente.

Otro problema es una ley estatal que prohíbe el control de rentas. Si ese control existiera, eso ayudaría a prevenir el alza súbita de rentas en Pilsen.

Sigcho-López dijo estar en contra de subsidiar en su distrito proyectos de vivienda que no vayan a beneficiar a la comunidad.

John Betancur, profesor de UIC. (Antonio Zavala / La Raza)
Crédito: Impremedia

“Una verdadera tragedia con aspectos racistas”: Betancur

En una conversación, el profesor John Betancur calificó lo que ocurre en Pilsen como “una verdadera tragedia con aspectos racistas porque esto no se le hace a una comunidad blanca”.

Betancur agregó que “esto va a causar que muchos pierdan sus casas” en Pilsen.

Además, el académico agregó que otros factores complican aún más la situación.

Betancur apuntó que la gente de clase media sabe apelar sus impuestos a la propiedad y tiene acceso a abogados. “Mientras, la gente de edad avanzada mexicana no sabe inglés y nunca ha aprendido a investigar esas cosas” o a aprovechar beneficios que pueden reducir la carga fiscal, señaló Betancur.

“Muchos ancianos hispanos que no pueden pagar sus impuestos, ¿de dónde van a sacar dinero para pagar un aumento de 60% a sus impuestos?”, se preguntó Betancur.

Además, dice este profesor universitario, en las dependencias relacionadas a los impuestos prediales a veces no hay nada por escrito en el idioma español.

Betancur advirtió que después de tres años si alguien no puede pagar sus impuestos puede comenzar, en algunos casos, el proceso para poner la propiedad en subasta.

“La gentrificación es un negocio para los desarrolladores de viviendas”, finalizó Betancur. “En 1970 se declaró en la ciudad que la nueva economía era desarrollar los barrios”.

Pero eso se ha hecho, en muchos sentidos, a expensas de los residentes originales.

Contacto con las organizaciones

El Pueblo Manda

www.facebook.com/elpueblomandachicago

elpueblomandachicago@gmail.com

773-453-2009

Great Cities Institute / Universidad de Illinois en Chicago

‘Who Lives in Pilsen: The Trajectory of Gentrification from 2000 to 2020’

greatcities.uic.edu/wp-content/uploads/2023/05/Pilsen-May-15-2023-compressed.pdf

La producción y publicación de este reportaje de La Raza han sido posibles gracias al apoyo del Chicago Community Trust a través de su programa Cross Community Impact.

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