Abogados de niños migrantes en contra de audiencias aceleradas en Illinois

Piden que no se agilicen las audiencias de los niños migrantes que cruzaron solos la frontera

Menores inmigrantes comparecieron en Washington DC ante congresistas para pedir que no los deporten

Menores inmigrantes comparecieron en Washington DC ante congresistas para pedir que no los deporten Crédito: María Peña

Chicago.-La tarea más difícil que tienen los pequeños migrantes centroamericanos que cruzaron la frontera no acompañados hacia Estados Unidos es entender su caso migratorio.

El fútbol une multitudes, culturas, edades y países. Y a los niños migrantes, en su mayoría centroamericanos, este deporte les ayuda curiosamente a entender su situación migratoria.

“Lo comparamos como un juego de fútbol. Mientras dibujan y pintan, les decimos que ellos son de un equipo y que el Gobierno es de otro equipo y quién decide es el juez, como árbitro, y el abogado es el entrenador, y que al final hay un ganador. Los niños siempre captan esto inmediatamente, porque muchos han pasado toda la vida viendo y jugando el fútbol”, dijo Molly Castillo- Keefe, coordinadora supervisora del Proyecto de Protección de niños inmigrantes del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes (NIJC).

La organización Heartland Alliance, a través del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, ofrece servicios legales y atiende a alrededor de 500 niños que están en albergues locales.

Una de las principales preocupaciones de Castillo en cuanto a estos menores migrantes es el acceso a los servicios legales. “Se están agilizando las citas con la corte, entonces los que entraron en los últimos meses ya les están dando una fecha en la corte para presentarse ante un juez de inmigración. Si el niño o niña no puede presentarse porque está en otra ciudad, se está procesando un cambio de dirección y un cambio de corte”.

Y esto es porque no todos los menores que estuvieron en albergues se reunifican con sus familias en el mismo estado o ciudad en donde estuvieron en los albergues.

Susan Gzesh, directora ejecutiva de Pozen Family Center of Human Rights de la Universidad de Chicago, dijo que en el caso de estos niños migrantes se estima que un 70% llega a estar con sus familiares.

“Aunque tenemos situaciones de niños que están con sus familiares igual están tratando de acelerar sus procesos. Una situación similar viene ocurriendo con las madres con sus niños detenidas en Artesia, Nuevo México, que están en peores condiciones y que, sí, también está tratando de acelerar sus audiencias para regresarlos a sus países”, dijo Gzesh a La Raza.

Entre el 1 de octubre de 2013 y el 31 de mayo de este año, 47,017 niños no acompañados menores de 18 años cruzaron la frontera hacia Estados Unidos y fueron puestos bajo custodia, según la Agencia de Control de Fronteras y Aduanas (CBP). Se calcula que las cifras se eleven a 90,000 a finales de 2014.

Los menores no acompañados de Honduras, Guatemala y El Salvador cruzaron la frontera para huir de la violencia y dejaron también la pobreza imperante de sus lugares de origen.

En un estudio hecho por la Universidad de Syracuse con cifras recopiladas por la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración del Departamento de Justicia (EOIR) se concluyó que cinco de cada 10 menores migrantes no son deportados cuando los representa un abogado.

Castillo dijo que NIJC está presente cuando tiene acceso a la lista de quie nes tienen que aparecer en la corte, aquí en Chicago, pero “que no necesariamente fueron reunificados aquí en la ciudad, porque se fueron a otro lado del país [a otro estado], los hemos estado llamando para confirmar su información de a dónde fueron reunificados con sus familias. Estamos proveyendo esa información a la corte para que se proceda el cambio [de dirección]”.

Algo imprescindible que destacó Castillo es que si el menor no va a su cita con la corte, “se le puede dar una orden de deportación en ausencia, entonces es algo que recalcamos en todas las conversaciones que tenemos con los niños y las niñas que atendemos”.

Cuando el Congreso de Estados Unidos implementó la convención sobre los Derechos de Refugiados en 1980, estableció dos maneras en las que un extranjero puede calificar y obtener el estatuto de refugiado en este país.

Gzesh dijo que una manera es a través de los procedimientos de asilo para personas que llegan a las fronteras y entregan una solicitud. Y la otra manera es bajo la sección 207 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (Immigration and Nationality Act) que señala que el Presidente tiene poderes discrecionales en la materia. “El gobierno federal cada año fiscal que comienza el 1 de octubre da al Congreso la cantidad de personas y nacionalidades, estas son cuotas establecidas de lo que quiere recibir como refugiados desde el extranjero para llevar a EEUU”, indicó Gzesh.

“Hay otro procedimiento bajo la misma sección 207 de la ley que dice aparte de ese plan anual, el presidente tiene el poder de declarar una crisis humanitaria emergente, para lo cual puede pedir más refugiados encima de la cuota anual”, dijo la abogada. “Ahora es el tiempo del año, cuando el presidente puede designar las cuotas de refugiados”.

Según el programa de Admisiones para Refugiados que incluye las regiones de África, Asia del Este, Europa y Asia Central, Latinoamérica y el Caribe, Oriente Próximo y el Sur de Asia, para el año 2012 hubo 58,238 refugiados. En 2013 fueron 69,500 y la admisión de refugiados propuestos para el año fiscal 2014 es de 70,000.

La abogada Gzesh refiriéndose a los menores migrantes que cruzaron solos la frontera insistió en que el presidente tiene el poder de declararlos refugiados y esto “invita a que cada niño tiene que contar con un abogado”.

Gzesh manifestó su desacuerdo con las audiencias aceleradas. “Un niño que llega traumatizado a este país necesita tiempo para calmarse para curarse para poder decir a cualquier persona lo que les ha pasado “.

Ana Navarro, terapeuta bilingüe con 36 años de experiencia en salud mental, dijo que pacientes migrantes especialmente menores experimentan ansiedad, algunas veces ataques de pánico y depresión. “Aunque haya huido a causa de la violencia, tienen que sanar los traumas del pasado a causa de esa violencia, además habrá otros desafíos como son la cultura e idioma”.

Navarro señaló que muchos de estos niños padecen el síndrome de estrés postraumático, un trastorno psiquiátrico que aparece en personas que han vivido un episodio dramático en su vida, ya sea en una guerra, secuestro o muerte violenta de un familiar, por mencionar algunos.

“Trabajar con menores especialmente con niños que han pasado por trauma es algo muy delicado y toma tiempo que ellos tengan confianza para contar a cualquier persona lo que les ha pasado”, indicó la terapeuta.

El 13 de agosto, el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes y la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (NALACC) presentaron una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que dicte medidas cautelares para proteger la vida y seguridad de los menores de Guatemala, El Salvador, Honduras y México a fin de detener su deportación.

Entre otras cosas, los peticionarios solicitaron que la Comisión ordene a Estados Unidos cesar la expulsión y retorno al país de origen de los menores sin la debida consideración de sus derechos de protección y de asilo.

Por otro lado, tras la muerte de cinco jóvenes que fueron asesinados después de haber sido deportados a Honduras, delegaciones de Estados Unidos, que incluyen gente de Chicago e integradas por líderes defensores de los derechos de los inmigrantes, salieron este lunes rumbo a Honduras, El Salvador y Guatemala para investigar dichas muertes, según se indicó en un comunicado de NALACC.

Líderes encabezados por NALACC, se reunieron con organizaciones de la sociedad civil en la región para desarrollar soluciones ante la crisis actual de los niños que huyen de sus países de origen hacia Estados Unidos.

belhu.sanabria@laraza.com

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