El Grito de la Cívica Mexicana se escucha en el Centro
Parte de la comunidad Mexicana se reunió en Daley Plaza para celebrar los 45 años de tradición en la ciudad.
Música de mariachi y bailes folclóricos iluminaron el centro de Chicago cuando la Sociedad Cívica Mexicana de Illinois celebró el Grito de Independencia en la Daley Plaza, el pasado lunes 15 de septiembre. El festejo ocurrió a poca distancia de la Alcaldía, en vez de en Millennium Park o Navy Pier, como en otros años.
“Es el primer año que vinimos aquí, trabajamos a una cuadra”, dijo Lorena Junejo, que junto con su hermana Cynthia se encontraron con los festejos al salir del trabajo. “Me gusta la idea que está aquí, nos queda cerquita”, dijo Lorena. Las hermanas viven en Aurora y consideraban incómoda la idea de ir a Pilsen para la asistir a la ceremonia ‘oficial’. “Está muy retirado”, comentó Cynthia.
Eduardo Rodríguez, tesorero de la Sociedad Cívica Mexicana, considera que tener el grito en un lugar tan céntrico habla bien de la comunidad mexicana. Para “los mexicanos que vivimos aquí, que trabajamos aquí, que somos empresarios y tenemos empresa aquí, que esta clase de ceremonia sea en el centro nos favorece a todos”, comentó Rodríguez.
El frío y la amenaza de lluvia causaron que la asistencia fuera moderada. El evento comenzó a las 3 pm con poco tráfico peatonal y no hubo más de 200 personas a la vez para cuando acabó a las 10 pm.
“Vengo al grito todos los años”, comentó Eduardo Ambriz. “Está muy pobre ahora, no hay mucha gente. Pienso que es por la zona. Falta más movimiento, más publicidad… seguramente me voy pronto por la temperatura”.
“Creo que falta gente”, mencionó Manuela Rivera, “todo el mundo está en Pilsen”.
Otro Grito de Independencia ocurrió en el Harrison Park en el barrio mexicano de Pilsen, auspiciado por el Consulado General de México.
Poco a poco llegó más gente a la Daley Plaza y algunos de los asistentes se sintieron más seguros allí.
“La verdad, por la violencia [en Pilsen] da miedo sacar a los niños”, dijo Wilfrido Serrato, nacido en Chicago, quien llevó a su hermana para enseñarle un poco de la cultura mexicana. “Si hubiera más seguridad tal vez iríamos [a Pilsen]”. Optaron por el ‘Grito’ del Centro.
La celebración incluyó varios espectáculos de música tradicional y moderna. Jimena Rivas y el Mariachi Los Viajeros cantaron canciones clásicas mexicanas mientras que grupos como Los 5 Magníficos demostraron sus bailes acrobáticos con música contemporánea.
Un ballet folclórico de la Hibbard Elementary School en Albany Park involucró a las más jóvenes y también hubo una presentación de danza ecuatoriana. Cerca del final del evento, Las Mojigangas, unos bailarines en disfraces gigantes, sorprendieron a la audiencia con su baile.
Mone Gil fue la maestra de ceremonias y muchos gritos de “¡Viva México!” resonaron durante la velada fría pero muy colorida. Al caer el sol, las luces del escenario brillaron con la tricolor y mucha gente trajo sus propias banderas. Los colores resaltaron mucho más cuando comenzó la ceremonia azteca, en la que se coronó a Izamar Botello como la nueva Reina de la Cívica.
Vincent Rangel, presidente de la Sociedad Cívica Mexicana, y Eduardo Rodríguez agradecieron al público por su asistencia.
El concejal Roberto Maldonado del Distrito 26 estuvo presente en las festividades al igual que el presidente de la Cámara de Comercio de La Villita, Julio Rodríguez. Un mensaje del alcalde Rahm Emanuel fue leído a la audiencia.
El momento cúspide fue la ceremonia del Grito, que en esta ocasión no fue realizado allí por autoridades o dirigentes de la Cívica sino por el actor Miguel Sánchez, quien representó al cura Miguel Hidalgo y ha participado en otros eventos de la Cívica. Armado con un estandarte de la Virgen de Guadalupe leyó la clásica arenga del Grito de una hoja de papel.
“Para mí es muy importante que todo el mundo sepa de nuestra celebración”, dijo Rodríguez, quien también destacó los 45 años de actividad de la Sociedad Cívica Mexicana. “Se pudo palpar el patriotismo aquí con nuestra gente, se puede palpar el México vivo que vive aquí en Chicago. Y definitivamente estamos tratando de lograr que se haga esto cada año… que ya sea una herencia de nuestros hijos y nuestros nietos”, dijo Rodríguez.