Qué se queda y qué se va
Según los expertos, la fórmula de la felicidad es vivir el hoy, dejar que el pasado pase y de esta manera emprender el camino hacia lo nuevo.
Cuando nos mudamos, lo que significa un cambio real, no hay cosa más difícil que dejar atrás, botar, romper, regalar.
Mudarse es una de las experiencias más fastidiosas, tediosas, estresantes y aburridas que existen.
Cuando compré mi condominio pensé que allí envejecería. ¡No niña, ese fue sólo el comienzo!, cambiaba y quería cosas nuevas. Me he mudado seis veces en 15 años.
Soy una experta en armar y desarmar; claro, siempre con el apoyo de mis amigas, quienes todo lo vuelven fiesta y antes y después de una mudanza organizan, botan, regalan y se llevan lo que ya no sirve.
Mi última mudanza fue distinta. No hubo amigas, no hubo fiesta, me mudé con mi novio.
Si mudarse y organizar mis cosas era aburrido y tedioso. Imagínense meter bajo un mismo techo las cosas de uno con las del novio. Nada pega con nada, nada combina con nada, todo es doble y usado, las cosas tienen una historia propia que nada tiene que ver con el otro.
Por eso cuando la gente se casa compra todo nuevo; no tienen nada.
Nosotros, la gente grande, tenemos demasiadas cosas viejas; nos cuesta botar.
Lo que aprendí de este proceso de mudarse con el novio, es que antes de dar el gran paso, hay que hacer un inventario. ¿Qué se queda y qué se va?. Consultar a los amigos para que tomen las decisiones por uno y tener cero tolerancia. Así la nueva pareja tendrá más chance de empezar algo nuevo, sin las cargas del pasado.
Leda Santodomingo es una periodista venezolana y productora de televisión radicada en Chicago. Para conocer más del proyecto ‘Cuando sea grande’ visita http://ledasantodomingo.blogspot.com/