Dinero público es prioridad de UNO

Aunque estudió comunicaciones en la Universidad Northeastern y trabajó brevemente como ilustrador, Juan Rangel no es un educador de profesión.

Aun así Rangel está al frente de una red de 13 escuelas chárter con 6,500 estudiantes, la mayoría de ellos hispanos, y cerca de 400 maestros.

Rangel se dio a conocer en La Villita al inicio de los 90s, cuando trabajaba para Fiesta Educativa y después ingresó a la United Neighborhood Organization (UNO).

Fue ahí donde heredó los contactos políticos del fundador de UNO, Danny Solís, un aliado del ex alcalde Richard M. Daley.

Gracias a esos contactos políticos, UNO ha recibido millones de dólares de la ciudad y del estado, al mismo tiempo que Rangel ataca a las escuelas públicas de estar sobrepobladas y carentes de calidad.

Pero un análisis de lo que ocurre en las escuelas de UNO, realizado por Byron Sigcho, de la Universidad de Illinois en Chicago, muestra que la educación no es la prioridad de UNO.

Solo 45 centavos de cada dólar que recibe UNO va a la educación. Así que UNO recorta en otras áreas como educación especial y evita dar clases de computación a los adultos.

Solo el 25 por ciento de los cerca de 400 maestros de UNO están certificados para enseñar. Otro 25 por ciento son estudiantes del programa Teach For America. El resto de ellos, 50 por ciento, no son ni educadores.

Se reportó que UNO les otorgó a sus socios y amigos $13 millones en contratos. Otros $8.5 millones en contratos fueron otorgados a un hermano de Miguel Escoto, mientras era vicepresidente de UNO.

Y aunque UNO usa la cultura hispana para promover sus escuelas con nombres de escritores mexicanos, a los estudiantes se les castiga y multa por hablar el español. ¿Qué diría Octavio Paz de esto?

Antonio Zavala es periodista y trabaja como corresponsal de la Agencia EFE en Chicago. Comentarios o sugerencias a ixtlah@gmail.com

En esta nota

antoniozavala Chicago escuelas español
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain