Vendedores ambulantes de Chicago se movilizan para cumplir con nueva ley
Para apoyar a los ambulantes legalizados, se planea formar una cooperativa para comprar productos al mayoreo y además se busca conseguir apoyo financiero para esos pequeños negocios
Como cualquier negocio de comida que opera legalmente, los vendedores ambulantes estarán sujetos a regulaciones, inspecciones y restricciones a raíz de la nueva ordenanza aprobada por el pleno del Concejo Municipal el pasado 24 de septiembre y que entrará en vigor a mediados de noviembre.
Vendedores ambulantes conformes con lo que exige la ordenanza se congratularon ante la aprobación de la normativa. Y es que los también llamados ‘eloteros’ ya estaban cansados de trabajar por más de una década en la clandestinidad, con miedo a ser multados por inspectores de la Ciudad o detenidos por la policía al no estar autorizados para vender sus productos.
Alán Pérez, vendedor ambulante del barrio de Belmont Cragin, fue multado con $250 y en otra ocasión con $500 por vender fruta cortada y aderezada en su carrito de comida. Ahora al obtener la licencia él dice que por fin podrá trabajar más tranquilo.
“Ya no tendremos temor a la policía o a algún inspector que llegue a molestarnos”, comentó Pérez, quien se ha dedicado a ese negocio por más de 10 años. Mientras que Vianey Olayo, vendedora de elotes, frutas y chicharrones afuera del Piotrowski Park en La Villita, coincide con Pérez ya que, en su caso, hace cinco años fue detenida por la policía “por no tener autorización para vender comida preparada en este sitio”. Ambos dijeron a La Raza estar conformes con lo que exige la ordenanza y que la cumplirán para obtener su licencia.
Elizabeth Kregor, directora de la Clínica de Emprendedores del Institute for Justice de la Universidad de Chicago destacó que muchos de los vendedores mientras han estado a la espera de una legalización en su comercio han sido detenidos por la policía, se les ha decomisado la mercadería y han recibido multas que van desde $50 a $1,000.
Legalmente los vendedores ambulantes estaban limitados a la venta de alimentos congelados y frutas enteras, pero ante la falta de una licencia adecuada muchos comerciantes han estado operando ilegalmente vendiendo fruta cortada, elotes, tamales, champurrados o chicharrones, entre otros alimentos.
Con la nueva ordenanza, el vendedor ambulante no deberá preparar la comida en el carrito, ni cortarla o aderezarla allí. Deberá hacerlo con antelación y empaquetarla en cocinas comerciales con licencia aprobada por el Departamento de Salud. Los carros serán de acero inoxidable y tendrán que moverse al menos una vez cada dos horas.
El vendedor ambulante tendrá que pagar $350 cada dos años para obtener la licencia. Y también deberá contar con una licencia de operador de cocina industrial, cuyo costo es de $330 por dos años, y alquilar una cocina certificada en la cual los precios variarán dependiendo del lugar, entre otros requerimientos.
El concejal Roberto Maldonado (D-26), patrocinador principal de la ordenanza, dijo a La Raza que la normativa permite también que los concejales restrinjan áreas donde los carritos de comida ambulante no puedan ser colocados por razones de salud y seguridad.
La ordenanza que regula a los carritos de comida ambulante entrará en vigor a mediados de noviembre, indicó Eve Rodríguez Montoya, portavoz de la Alcaldía de Chicago. También señaló que se tiene previsto hacer talleres para vendedores ambulantes en español e inglés en octubre próximo.
De vendedor a concejal
“Ya era tiempo que hicieran algo para legalizarlos y estén protegidos”, declaró el concejal Ariel Reboyras (D-30) a La Raza.
Reboyras señaló que dio su apoyo a la ordenanza porque él también fue vendedor ambulante, “pero no de comida sino de ropa deportiva y de ‘souvenirs’ [recuerdos]… Es un paso importante que han dado los vendedores ambulantes, ya era tiempo. Yo apoyo a todos los vendedores siempre y cuando tengan su licencia para trabajar”.
Para el concejal Carlos Ramírez Rosa (D-35), esta es una victoria histórica para el movimiento de vendedores ambulantes: “ellos han estado luchando por años”.
Por su parte, el concejal Maldonado dijo estar complacido de que finalmente “los vendedores ambulantes van a poder salir de las sombras, serán regulados, van a poder operar legalmente y a la vez contribuirán a la economía de Chicago”.
Ted Dabrowski, vicepresidente de Política del Illinois Policy Institute, destacó que con la legalización de este tipo de negocios se promoverá la creación de empleo. “El negocio podría generar más de 6,000 nuevos puestos de trabajo y hasta $8.5 millones en impuestos sobre las ventas”, señaló.
“Pero lo más importante es que libera a la gente para que pueda vender sin miedo, en paz, crecer su negocios y cuidar a sus familias”, indicó Dabrowski a La Raza. “Obviamente van a tener restricciones, pero al final va ser un negocio legal, podrán vivir sin miedo a que los multen y hacer crecer su negocio”.
Se estima que hay 1,500 vendedores ambulantes en Chicago y en su mayoría son hispanos, según la Asociación de Vendedores Ambulantes (AVA).
De ellos, hay algunos que temen quedarse sin licencia y por ende dejar de vender sus productos al no lograr cumplir con todo lo que demanda la normativa.
Planean formar cooperativa
Virginia Lugo, vicepresidenta de AVA, dijo que los miércoles en un local de La Villita se reúnen los vendedores ambulantes de distintos barrios de Chicago.
“Nosotros hemos estado trabajando desde que empezamos con esa propuesta de ordenanza porque sabíamos que si era aprobada la Ciudad pediría una serie de requerimientos, como por ejemplo que los productos sean hechos en una cocina con licencia y en un lugar donde la Ciudad apruebe, y tener un carrito de acero inoxidable”, enfatizó Lugo.
Lugo indicó que se planea formar una cooperativa para poder comprar sus productos al mayoreo y que están trabajando con varias organizaciones comunitarias en Chicago para conseguir cocinas industriales con licencia para vendedores ambulantes. “Tenemos que trabajar con cocinas que estén registradas con la Ciudad, ya sea en restaurantes, iglesias y salones de banquetes”.
También destacó que en AVA se está en busca de apoyo financiero para quienes lo necesiten. “Se está buscando financiación a través de algún banco u organizaciones que provean fondos para pequeños negocios”, comentó Lugo.
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Empezó con un carrito y ahora tendrá un restaurante
En una esquina entre la avenida Pratt y la calle Clark (afuera de un McDonald’s) en el barrio de Rogers Park se distingue de lejos, por el colorido de sus frutas y verduras, el carrito de comida ambulante ‘Gazpachos El Gallito’ propiedad de los esposos Adrián Pérez y María Espino.
El michoacano Pérez tiene cuatro hijos y los dos mayores le ayudan en el negocio, en el que empiezan a laborar desde las 5 am. Se van primero a comprar la fruta y verdura fresca antes de empezar a vender en su carrito a las 9 am y culminan a las 7 pm.
Según este vendedor ambulante, la lucha por conservar su negocio ha sido ardua desde que empezó con su carrito de comida ambulante hace 14 años. Adrián dijo que sus cuatro hijos han crecido viéndolos trabajar a su esposa y a él en el negocio. Siempre han estado pendientes de ellos, del negocio y de la policía e inspectores: “ya nos han multado con $1,500 por reincidir en la venta de fruta cortada y preparada, pero no podíamos parar de vender, es nuestro único trabajo”.
Adrián tiene un carro hecho de metal en el que vende sus productos. “Con este negocio he mantenido a mi familia, pagamos la renta, la comida, las utilidades”, cuenta Pérez a La Raza, mientras despacha un coctel de frutas a una asidua clienta.
Hace unos meses, relató Adrián, los vendedores ambulantes de la calle Clark en Rogers Park estaban siendo retirados del espacio de donde vendían. “Un policía del área decía que quería ‘limpiar’ la calle Clark. Más de dos semanas estuvimos sin trabajo, para nosotros fue muy duro. Cómo no estar contentos de que se aprobó esta ordenanza, ahora podremos trabajar tranquilos”.
“Tenemos que ver la manera de organizarnos para poder seguir adelante, no hay nada imposible, ya lo peor lo pasamos el estar sufriendo por no estar autorizados a vender fruta cortada en la calle. Los que vendemos sabemos que el negocio deja ganancia, sino no estaríamos dedicados a este negocio”, opinó Pérez, quien pronto abrirá un restaurante de carnitas y birriería en ese barrio.
Pérez empezó de cero en el negocio y ahora está viendo los frutos de años de esfuerzo y sacrificio. Adrián y María dijeron que no dejarán de vender sus cocteles de frutas, elotes y gazpachos en su carrito de comida ambulante sino, por el contrario, una vez obtenida la licencia van a expandir su negocio, prepararán las ricas corundas, champurrados, tamales y añadieron que piensan emplear a dos personas para que les ayuden en ambos negocios.
Sí a las licencias
El Comité de Licencias del Ayuntamiento aprobó la concesión de licencias para los carritos de comida ambulante el 16 de septiembre. El pleno del Ayuntamiento lo hizo el 24 de septiembre.
Juntas de AVA
Si busca saber sobre la nueva ordenanza, cada miércoles se reúnen los vendedores ambulantes, en el local ubicado en el 2857 S. Christiana, en el barrio de La Villita, de 12 pm a 2 pm.
Talleres gratis
Para más información sobre los talleres gratuitos para vendedores ambulantes en español que organizará el Departamento de Protección al Consumidor y Relaciones Empresariales de Chicago (BACP) llame al 312-74-gobiz.
La mayoría son mujeres
El 55% de los vendedores ambulantes de carritos de comida son mujeres, según una encuesta del Illinois Policy Institute.