Una batalla singular contra el cáncer de seno
Judy Guitelman, una reconocida líder comunitaria y madre de dos hijas, se sometió en septiembre a una doble mastectomía
Hace 10 años, Judy Guitelman se hizo una mamografía anual en un día como cualquier otro.
En el exámen le detectaron un pequeño tumor en uno de sus senos por lo que después de un ultrasonido y una biopsia, Guitelman recibió la noticia que cambió su vida para siempre: los resultados de la biopsia dieron positivos.
“Cuando el médico me dijo que el resultado era positivo, como buena latina pensé que estaba todo bien, y la idea era que era positivo… pero de cáncer,” dijo.
El choque para Guitelman, originaria de Buenos Aires, Argentina, fue enorme. Había llevado siempre una vida muy sana, cuidadosa con su alimentación, rigurosa y disciplinada con sus rutinas de ejercicios; el historial médico de su familia era, y aún es, intacto.
Se preguntó: ¿Por qué yo? ¿Por qué ahora? “Sentí que el mundo se me desmoronaba. Estaba en medio de un divorcio, criando a dos nenas muy chiquitas. No sabía qué hacer, a quién llamar”, dijo. “Yo no sabía lo que era el cáncer.”
El cáncer de seno que le encontraron ese año había sido detectado tempranamente. Una vez que el tumor fue extraído del seno mediante una dolorosa operación, Guitelman se sometió a varias sesiones de radiación que, como ella lo recuerda, la causaban un cansancio físico intenso.
Con los años, todo marchó relativamente bien. Siguió las indicaciones del doctor y continuó haciéndose mamografías anuales. Sin duda, los resultados de esas mamografías le causaban ansiedad y temor. ¿Habría vuelto el cáncer? Se preguntaba. Año tras año, Guitelman daba un suspiro de alivio al saber con certeza que estaba libre de cáncer.
Hasta que llegó junio de 2015. El cáncer de seno retornó y esta vez sin clemencia.
‘Tardé mucho tiempo en mirarme al espejo’
En junio, Guitelman sintió un bulto duro en el seno opuesto del seno donde había tenido el tumor 10 años atrás. “Sentía que cuando tocaba un tejido, no me gustaba tocarlo, era como un bulto duro. Sobre ese bulto encontraron unas calcificaciones y cuando se hizo la biopsia se descubrió que era cáncer”, explicó.
“Cuando me llaman y me dicen, Judy, es cáncer nuevamente, no sabía cómo tomarlo ni qué hacer”, dijo.
Con el apoyo de muchos, Guitelman analizó sus posibilidades y finalmente tomó la fuerte decisión de someterse a una doble mastectomía para bajar su índice de mortalidad.
La cirugía que le extrajo ambos senos fue en septiembre. Guitelman también optó por hacerse una reconstrucción de senos con silicona, un proceso lento y largo, que cuando es finalizado los senos lucen más naturales.
“Me costó mucho tomar la decisión de hacerme la mastectomía, tuve que pensarlo claramente”, explicó Guitelman. “Lo hice para bajar mi índice de mortalidad, sin duda”.
¿Qué se siente pasar por algo de esta magnitud? “Tardé mucho tiempo en mirarme al espejo, sabía que habían quitado las dos mamas y no me quería ver. Entonces al verme y ver que era completamente chata, con dos cirugías, ver las costuras, ver el tronco mío sin mis mamas, y sentir mi cuerpo había cambiado en forma definitiva”, dijo. “Lo que quiero ser clara y el mensaje que quiero dejar es que si bien uno cambia físicamente, internamente uno sigo siendo el mismo.”
A pesar del dolor físico y del choque emocional que conlleva este cambio tan drástico, Guitelman, una mujer de sonrisa amplia, figura esbelta y un vestir elegante, es positiva. “Mi filosofía es, me pregunto, ¿qué voy a aprender de esto malo que me está pasando, y cómo lo implemento? Le busco el lado positivo. Aprendí lo que significa, en cuerpo y alma, pasar por una mastectomía. La vida hay que vivirla a cada momento, disfrutar las pequeñas cosas que nos pasan. No hay que sufrir sola.”
Acompañada de su fiel compañera felina, una gatita siamesa de ojos azules y patitas negras que la sigue para todos lados, Guitelman se está recuperando, día a día, de su operación. “Hoy me pude lavar mi cabello sola,” dijo riéndose, “porque no podía ni levantar los brazos”.
Sentada en el sofá de su oficina en su departamento de Chicago, o ‘cueva’, como la apoda ella, Guitelman baja un poco la mirada, observa sus manos entrelazadas, y reflexiona: “Cuando el cáncer te llega lo primero que pensás es: ¿Por qué yo? ¿Por qué ahora? Y la respuesta realmente es: ¿Por qué no yo?”.
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‘El cáncer no nos va a vencer’
Judy Guitelman, fonoaudióloga de profesión, es la directora ejecutiva y fundadora de la Asociación Latina de Asistencia y Prevención del Cáncer de Mama, o ALAS-Wings, una organización sin fines de lucro cuyo objetivo principal es apoyar a latinas que padecen de este cáncer.
“Este es un grave problema que tenemos con la comunidad latina. La mujer latina va al médico más tarde, o sea que cuando se encuentra el cáncer de mama en la mujer latina se encuentran en estados más avanzados”, aseveró. “Uno está expuesto a esto, pero cualquier persona, no importa quién, ni tu religión, ni el color de tu piel, si sós mujer u hombre también, estas expuesta a esta enfermedad”.
“Lo más importante del cáncer de mama es encontrarlo a tiempo. Muchas veces encontramos una bolita, un tumorcito, algo diferente, y decimos, ‘bueno, se me va a pasar’, o, ‘voy a esperar que se pase la menstruación y espero’. Para la mujer latina siempre está, la comida, los hijos, el marido, la novela, y después nos acordamos que tenemos que ir al médico. Si el cáncer de mama es encontrado a tiempo no es sentencia de muerte”.
Fundada en 2011, ALAS ofrece grupos de apoyo, talleres, entre otras actividades, y con el programa ‘ALAS sobre ruedas: salón móvil’, entregan prótesis mamarias, sostenes prostéticos y pelucas.
“Nuestra misión es dar fortaleza, dar a la mujer latina fuerzas para que siga adelante, porque hay que seguir viviendo. El cáncer no nos va a vencer”.
Contacto
Para más información sobre ALAS-Wings, visita alas-wings.org, o llama al (312) 450-4367.
Foro comunitario
El 18 de octubre ALAS-Wings realizará un foro comunitario sobre el cáncer del seno (en español) en el Centro de Investigación Médica Robert H. Lurie de Northwestern, de 10 am a 12 pm. Habrá un panel de doctores y Judy Guitelman será la moderadora. Para inscribirse, visita cancer.northwestern.edu/foro_seno, o llame al (312) 695-1390.