¿Dónde está Duarte, el ex gobernador de Veracruz acusado de delincuencia organizada?
El gobernador electo dice que huyó con la complicidad del gobierno interino que le prestó un helicóptero
MÉXICO – Nadie sabe el paradero del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte. Su más reacio opositor y enemigo, Miguel Ángel Yunes, quien tomará su lugar en diciembre, dice que huyó en un helicóptero proporcionado por el mandatario interino Flavino Ríos y éste a su vez niega haberle ayudado.
“No sé dónde está”, dijo poco después de que el lunes un juez de distrito un juez liberara una orden de aprehensión en contra de Duarte por operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
Duarte pidió licencia el pasado 12 de octubre en un discurso que transmitió en redes sociales con un tono más visceral que político en el que se dijo víctima de calumnias que lo distraían de su deber de “combatir la inseguridad y la pobreza” por lo que en un “sentido de responsabilidad” y “amor por Veracruz” dejaría el cargo.
Hacía tiempo que la justicia le pisaba los talones como a pocos gobernadores de México investigados por diversos ilícitos (ahora mismo la Interpol busca a uno más: Guillermo Padrés, ex de Sonora)a pesar de las múltiples denuncias sobre la impunidad con la que operan los mandatarios en los estados.
“Las elecciones libres, la alternancia en el gobierno y el multipartidismo no produjeron gobiernos estatales más responsables, en parte porque la oposición dejó de jugar su papel de vigilancia del gobierno local, en virtud de una suerte de acuerdo nacional no escrito en el que intercambiaban la impunidad de sus diferentes autoridades locales”, subrayó Nicolás Loza, analista político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
El ex gobernador de Veracruz (2010-2016) es señalado por acumular bienes a través de empresas fantasmas por alrededor de 35 millones de dólares, un presunto acto de corrupción sobre el que las autoridades no pidieron cuentas sino hasta que una investigación periodística lo dejó en evidencia y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) le retiró la militancia.
Paralelamente, la Auditoría Superior de la Federación lo investiga por desvío de 2,000 millones de dólares de las arcas publicas del estado además de otros problemas administrativos que suman otro millón de dólares en su equivalente en pesos como falta de depósitos a la Universidad Veracruzana, al Organismo Público Electoral y a las becas para estudiantes de secundaria y bachillerato.
Durante la administración de Duarte se debilitó también la seguridad y las instituciones de justicia a su cargo con una mayor presencia del crimen organizado, de secuestros, desapariciones y fosas clandestinas.
El analista Loza observa que la lección que deja a futuro la conducta del este y otros ex gobernadores es la necesidad de una sociedad vigilante.
“El Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) no es, sin embargo, una garantía de límite a la corrupción y los gobernadores, está dando sus primeros pasos, su implementación puede terminar desvirtuándolo o haciéndolo inoperante, sólo el tiempo (y el análisis paso a paso de su ejecución) nos dirá si se trata de un arma institucional efectiva. En cambio, que la sociedad civil se tome en serio al vigilancia de los gobernadores es algo que puede ocurrir hoy mismo y mientras más extendida sea la práctica, mucho mejor.