Obamacare sí desaparecería con el nuevo gobierno
Tomaría un tiempo hacerlo, pero es objetivo de Trump y el resto de republicanos
La anulación de la Ley de Reforma de Salud (ACA), mejor conocida como Obamacare, está en la mira del presidente electo Donald Trump y del Congreso que toma posesión en enero, pero lo más probable es que los cambios no ocurran de la noche a la mañana, sino en un período de dos años.
La recomendación de los expertos, por tanto, es seguir aprovechando sus beneficios y recordar que quienes compran seguro individual en uno de los mercados comunes (marketplaces) existentes, como Covered CA en California, tienen hasta el 31 de enero para comprar cobertura para 2017. Si quieres que tu nuevo seguro empieze el 1 de enero, tienes hasta el 15 de diciembre.
No obstante, señala Anthony Wright, director ejecutivo de Health Access California – una organización destinada a mejorar la cobertura de salud de los consumidores en el estado – esto no quiere decir que el futuro de estos programas no esté amenazado.
“Todavía no ha pasado nada, la gente debe seguir inscribiéndose en los programas que están a su alcance, sea Medicaid (Medi-Cal en California), en el marketplace, donde pueden comprar un seguro con subsidios del gobierno si ganan menos del 400% del nivel de pobreza”, dijo Wright. “Pero también deben prepararse para luchar, porque el nuevo gobierno va a anular Obamacare. Eso es prácticamente un hecho”.
Desde que ACA se aprobó, una de las reformas más importantes avanzadas por el gobierno del presidente Barack Obama, los republicanos han intentado anularla, argumentando que sus reglamentos son perjudiciales para los negocios y que la solución a la salud debe venir “del mercado libre”.
Aunque Obamacare no es un programa público de salud, como el que tiene Canadá, sí expandió la cobertura pública bajo Medicaid a 6 millones más de personas de los que se beneficiaban anteriormente, aparte de permitir a jóvenes menores de 26 años permanecer en el seguro de sus padres y también establecer mercados para la compra de seguros privados individuales con subsidios para muchos consumidores.
Hace unos días, el vicepresidente electo Mike Pence dijo que anular Obamacare es “una de sus primeras prioridades al comenzar su gobierno”.
“Se ha hecho la decisión de anular Obamacare y de comenzar el proceso de reemplazarla con una solución del mercado libre”, dijo Pence en un reciente programa dominical.
Pero “comenzar a reemplazar” no será de inmediato. De hecho, en enero pasado los republicanos aprobaron una medida al respecto aún sabiendo que el presidente Barack Obama la vetaría -como ocurrió- y esa medida no eliminaba la ley actual hasta después de dos años, dando un período de “transición”, mientras se prueban alternativas.
En parte esto se debe a que hoy en día, 20 millones de personas han adquirido cobertura de salud gracias a Obamacare, disminuyendo el porcentaje de personas sin seguro en la nación. Aún el propio presidente electo Trump ha dicho que no se eliminará de inmediato.
“No tendremos un período de dos años donde no haya nada”, dijo Trump en una entrevista con el programa “60 Minutes” después de las elecciones. “Vamos a anularla y reemplazarla, será un gran cuidado de salud por menos dinero”.
Trump también ha dicho que mantendrá algunas de las provisiones más populares de la ley, como la que impide a las aseguradoras retirar cobertura debido a condiciones de salud previas y la que permite a los menores de 26 permanecer en la cobertura de sus padres.
No obstante, no hay un proyecto concreto de ley ni se han evaluado sus costos, por lo que hasta el momento los republicanos sólo tienen principios generales, y pocos detalles de qué va a sustituir a Obamacare.
Lo que sí se sabe es que parte del plan republicano incluye reducir el gasto de salud y dar a los estados el dinero que ahora reciben del gobierno federal para que puedan implementar sus propios sistemas, lo que según activistas tiene el potencial de reducir la cobertura y destruir el programa de Medicaid tal y como existe hoy en día.
Esos principios generales presentados por el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan en junio pasado y también promovidos por Trump durante su campaña, incluye la eliminación de la obligatoriedad de tener seguro y la creación de mercados para seguros de “alto riesgo”, así como créditos impositivos para el uso de “cuentas de ahorro de salud”.
En California, uno de los estados que más exitosamente ha implementado Obamacare por medio de Covered CA, muchos latinos se verían afectados, dijo Wright.
“Un 45% de los que reciben subsidios en el marketplace son latinos y en Medical, es el grupo más grande, 50% del total”, indicó el activista.
Mientras el cambio ocurre a un nuevo sistema, añadió, los ciudadanos deben estar dispuestos a dar la lucha, incluyendo comunicarse con su senador o congresista federal para indicarles que quieren la continuación del programa y contando sus experiencias personales bajo Obamacare.
“Tomaría apenas que dos o tres senadores republicanos cuestionaran el dejar a millones sin cobertura para ponerle freno a los planes de Trump y del liderazgo”, dijo Wright, quien argumentó que el aumento en el costo de las primas, que ha continuado con Obamacare, “empeoraría si este se elimina”.