Durbin prepara medida para proteger a “Dreamers” bajo el DACA de 2012
WASHINGTON.- El senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, afirmó este lunes que presentará una medida para proteger a los “Dreamers” amparados bajo el “DACA” de 2012, e instó al presidente electo, Donald Trump, a que mantenga ese programa como gesto de buena voluntad para sanar las divisiones de la contienda.
En entrevista con este diario desde su amplia oficina en el Capitolio, Durbin señaló que si el programa de “acción diferida” no se renueva, más de 740,000 “Dreamers” quedarán en limbo, pero expresó confianza en que Trump suavizará su retórica.
“Estamos tratando de acercarnos al presidente electo para pedirle que evalúe este asunto…no sabemos qué hará Donald Trump como presidente, sabemos todo lo que dijo en la contienda, cosas duras, atemorizantes, divisorias y hasta llenas de odio. Espero que la oficina de la Presidencia tenga un impacto profundo y positivo en él”, afirmó.
“No creo que haya un milagro o magia antes del 20 de enero, pero presentaremos un proyecto de ley en la próxima sesión a partir de enero, y estaremos organizando el apoyo de legisladores”, precisó.
“Quizá los republicanos tengan una manera distinta de corregir el problema de inmigración a la que presentamos hace tiempo los demócratas, pero pedimos que al menos protejamos a estos jóvenes, que no los pongamos en riesgo de la deportación”, enfatizó.
La zozobra de los “Dreamers” ha llegado a oídos del Vaticano, según Durbin, quien viajó a Roma la semana pasada porque el arzobispo de Chicago fue ascendido a cardenal.
El pasado 8 de noviembre, cuando venció en las urnas a la demócrata Hillary Clinton, Trump pidió dejar atrás las rencillas y “sanar las heridas de la división” en la contienda.
Durbin fue coautor del “Dream Act” de 2001, que murió en el Congreso en ese y años posteriores. A diferencia de esa medida -que hubiese sido permanente-, el “DACA” de 2012 es una “curita” temporal, implementada mediante una directriz que Trump bien podría eliminar con tan solo su firma.
No habrá perdón presidencial
Para Durbin, su medida en ciernes cobra urgencia porque el presidente Barack Obama, a su juicio, no podrá ofrecer un “perdón” a los “Dreamers”, como piden grupos pro-inmigrantes.
“Primero, porque el perdón presidencial aplica a actos criminales -y la presencia ilegal es una ofensa migratoria civil- y, segundo, aún si pudiese, si los perdona hoy, mañana estarían nuevamente violando (la ley migratoria)”, explicó Durbin.
Aunque hay precedentes de “perdón” presidencial, con los soldados confederados tras la Guerra Civil, y con los que evadieron el reclutamiento en la Guerra de Vietnam, en ambos casos los indultados eran ciudadanos o residentes legales, indicaron expertos.
Obama “tiene pocas opciones, si es que tiene alguna; sus manos están atadas”, insistió Durbin, quien ha hablado directamente con el mandatario, con su principal asesora de política interna, Cecilia Muñoz, y con los departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional.
El “Dreamer” convertido en sacerdote
Desde el pleno del Senado, ofreció una férrea y emotiva defensa de los “Dreamers”, incluyendo al mexicano Rey Piñeda, que gracias al “DACA” de 2012 logró ordenarse como sacerdote en 2014.
Piñeda emigró ilegalmente desde México con su familia en 1990, cuando apenas tenía dos años de edad y, como muchos otros “Dreamers”, fue el primero en graduarse de la universidad, obteniendo un título en Filosofía de “Southern Catholic College” en Dawsonville (Georgia), explicó Durbin, mostrando sus fotos.
Desde su ministerio, Piñeda puede servir de puente para zanjar las diferencias en una sociedad tan polarizada, y otros “Dreamers” también pueden contribuir a la unidad nacional, argumentó.
El “DACA” de 2012 ha sido la tabla de salvación para quienes, gracias a un permiso de trabajo, ahora pueden trabajar como enfermeras, ingenieros, maestros, policías, o soldados, entre otras profesiones.
La eliminación del “DACA” de 2012 sería un fuerte golpe para los “Dreamers” y también para el país: según el Centro para el Progreso Estadounidense (CAP), la economía estadounidense perdería al menos $433,400 millones en su Producto Interno Bruto (PIB) en la próxima década.
La fe que prosperó con “DACA”
En entrevista telefónica desde Atlanta (Georgia), donde ejerce como sacerdote en la Catedral de Cristo Rey, Piñeda explicó que sus padres, “humildes campesinos”, emigraron desde Tierra Caliente, en el estado de Guerrero, a Los Angeles (California), tras un accidente que dejó a su madre con problemas de salud.
“Mi papá no tenía intención de quedarse, pero tenía que trabajar para pagar los cobros médicos. Mi mamá se recuperó, quedó embarazada, y EEUU se convirtió en nuestro hogar, especialmente porque en Guerrero ya estaba comenzando la violencia y la corrupción por los carteles” de la droga, recordó.
Piñeda siempre cargó con su “secreto” de indocumentado y el temor a la deportación, pero su traslado a Atlanta en 1996, por motivos de trabajo y vínculos familiares, fue un momento definitorio en su vida: su tía, una devota católica, se encargó de encaminarlo por la vía de la fe.
“La iglesia era mi único espacio donde me sentía seguro. No tenía papeles, pero me rodeé de gente que me enseñó a vivir con esperanza”, subrayó Piñeda, quien ingresó al Seminario Mundelein en Chicago (Illinois), pero la falta de un permiso legal lo separaba de sus sueños.
El “DACA” de 2012, “fue una respuesta a muchos años de oración, y con el apoyo de mi obispo pude iniciar la preparación para el sacerdocio”, dijo Piñeda, quien se convirtió en diácono en mayo de 2013 y, en 2014, se graduó con los mayores honores del seminario, con una maestría en Teología.
Como hombre de fe, no pierde la esperanza en la “promesa de EEUU”, y de que el próximo gobierno no deporte a “Dreamers” como él, que contribuyen a la sociedad y “son los rostros detrás de las estadísticas”, dijo.
Si Trump elimina el “DACA” de 2012, Piñeda ya no podrá trabajar legalmente en EEUU y tendría que practicar su ministerio en otro país.
Para Durbin, esa posibilidad no tiene sentido, máxime cuando la Iglesia Católica afronta una escasez de sacerdotes, tanto que el número de curas ha bajado en un 33% desde 1975 mientras que el de feligreses ha aumentado en 43%.
En la actualidad, cerca del 20% de las parroquias católicas no tiene un cura, y la escasez de estos religiosos también afecta a otras denominaciones.
El Congreso ha tenido que autorizar visas para “importar” curas extranjeros, cuando la solución yace en personas como Piñeda, dijo Durbin.
Pero el equipo de transición de Trump incluye a conservadores de “mano dura” contra la inmigración, incluyendo al secretario de Estado de Kansas, Kris Kobach, arquitecto de la ley anti-inmigrante “SB1070” en Arizona.
Además, Trump nombró al senador ultraconservador de Alabama, Jeff Sessions, como su próximo secretario de Justicia y fiscal general.
Durbin señaló que tendrá una larga lista de preguntas para Sessions cuando inicien las audiencias de confirmación en el Comité Judicial del Senado.
“Quiero escuchar lo que tenga que decir Sessions, se lo preguntaré a secas: ¿Qué piensa hacer como fiscal general”, dijo.