Unos días festivos sin peleas ni estrés
Conoce las situaciones más comunes que crean conflictos y cómo actuar u organizarse para evitarlas
La temporada decembrina es una de las más esperadas del año por su significado de paz y alegría. Sin embargo, para muchas parejas más bien es una época de alteración emocional, riñas, frustración y estrés.
Y es que como explica la reconocida coach de vida Ana Weber, autora del Bestseller “Passion Spirit Purpose”, el malabarismo de la interrelación entre dos familias, las finanzas y los planes pueden convertirse en un problema.
“A menudo las expectativas son tan altas y esto puede crear agotamiento, cansancio y el deseo de no querer salir a ninguna parte”, afirma la experta en relaciones.
Por ende, estas situaciones emocionales alteran la relación de pareja, generando peleas, desacuerdos y un contrapunteo de opiniones cotidiano entre marido y mujer, aún cuando por lo regular las familias se organizan para celebrar los días festivos de la forma más benevolente posible.
Es así, que para evitar los roces más comunes que se dan entre el matrimonio, Weber ha identificado cinco escenarios potencialmente problemáticos que se dan durante las días festivos de diciembre y que tienden a añadir estrés a las relaciones.
1- Los padres de los cónyuges y, en especial, las suegras
Problema potencial: Tras las actitudes y comentarios irónicos y a destiempo por parte de los padres de uno de los cónyuges surge en cualquiera de los integrantes de la pareja este pensamiento o comentario: “Aparentan ser tan agradables, pero siento que me están juzgando”.
Solución: “Hay que recordar que no se puede cambiar el hecho de que son los suegros de uno”, resalta la experta. “Así que, si uno no los ve tan a menudo, es importante cambiar este pensamiento simplemente para celebrar en familia los días festivos y apreciar que es la unión familiar la que reunió a todos”.
2- Preocupaciones financieras
Problema potencial: La compra de los regalos para todos los miembros de la familia genera grandes gastos que después hacen sentir mal y crean estrés en la pareja, al mirar las cuentas luego de la temporada decembrina.
Solución: “No hay mejor solución para esto que sugerirle a todos los integrantes de la familia hacer un intercambio de regalos que no supere una cierta cantidad de dinero, por ejemplo, no más de 20 o 25 dólares”, sugiere Weber. “Esto hace la vida más simple y permite mantener el control de las finanzas”.
Incluso, para evitar abrir un gran hoyo en el presupuesto familiar, muchas familias optan por darle solamente regalos a los más chicos o hacer una rifa de intercambio de regalos, donde cada quien solo comprará un obsequio (de cierto precio) a la persona que le tocó.
3- Demasiadas fiestas para asistir y verse con los familiares
Problema potencial: Todo el mundo desea celebra al mismo tiempo y es difícil elegir a cuál fiesta ir, ya que algunas de las personas que invitan son verdaderamente especiales ya sea para el esposo o la esposa o para ambos.
Solución: “La clave para esto es la organización”, aconseja Weber. “Hay que organizar muy bien el horario y deducir el tiempo que se pasará en cada una de las fiestas en un mismo día”.
“Puede que se tenga que hacer paradas múltiples en una noche, así que para evitar problemas se le debe de avisar a los anfitriones (padres directos o suegros, hijos, tíos o tías o amigos cercanos) por anticipado a qué horas una va a llegará y salir de allí hacia otra casa”, ahonda.
Y para saludar a los familiares y amigos que viven fuera de la ciudad, se puede hablar con ellos con anticipación para hacer una cita por Skype o Facetime en las fiestas especiales de diciembre y decirles que ese día solo lo harán para darles un saludito rápido y anunciarles que luego llamarán para hablar largo y tendido sin estrés.
4- Visitas a familiares que viven lejos
Problema potencial: Viajar para visitar a los padres, suegros o hermanos que viven lejos puede crear tensión en la pareja o el bolsillo, ya sea porque no hay suficiente tiempo o dinero para verlos a todos.
Solución posible: “Viajar y hacer malabares con los compromisos de vida, trabajo y familia durante las vacaciones no es fácil, así que lo más aconsejado y simple es dividirse”, dice Weber. “Siempre habrá un próximo año u otras próximas vacaciones en las cuales la pareja pueda compartir juntos con los familiares del esposo o la esposa”.
“También se puede optar en no viajar exactamente en la temporada decembrina sino hacerlo a comienzo del año, cuando los pasajes de avión son más baratos y la espera en los aeropuertos es menor. Así se puede reducir los gastos generales y todo el mundo sale ganando”, agrega
5- Altas expectativas
Problema potencial: Me preocupa que mi pareja esté esperando recibir durante la temporada decembrina unas costosas vacaciones fuera de casa, joyas, etcétera.
Posible solución: “Es mejor comunicarse con antelación para ver si nuestras expectativas son lógicas o simplemente emocionales”, denota Weber. “Por lo general, ponemos demasiado énfasis en ciertos días, los etiquetamos, porque es un hábito de comportamiento social o familiar y un ritual; pero, por otro lado, en los días marcados sin títulos específicos podemos extender la atención, el amor, los regalos, la ayuda o el escucha y hacer algo especial para nuestros seres especiales.