Por una conductora ebria, hoy hay una silla vacía en la mesa de Navidad
La decisión de conducir bajo la influencia del alcohol tiene consecuencias irreparables; que este año esto no te ocurra
Kim DaCosta perdió a su hermano Woody en Nochebuena por causa de una conductora ebria.
“Es difícil encontrar las palabras para contar una historia que no tiene sentido”, explicó DaCosta antes de compartir los acontecimientos que marcarían su vida y la de su familia.
Seis años atrás, Woody Wolffe, de 54 años de edad, fue a visitar a su madre y a su hermana, en Fort Worth, Texas, para celebrar juntos la Navidad. Esa noche, Wolffe decidió quedarse en la casa de su madre.
DaCosta contó que a su hermano le gustaba mucho caminar, y decidió ir a la tienda a comprar algo para comer. Cuando comenzó a tardarse, su madre se preocupó y a las 10:00 p.m. llamó a DaCosta.
“En un principio, ni pensé que podría haberle pasado algo”, confesó DaCosta, pero cuando su madre volvió a llamar a las 10:30 p.m. decidieron salir a buscarlo.
“Estuvimos dos horas dando vueltas en el auto con mi hija, pero no vimos nada. Cada 15 minutos, llamábamos a su teléfono celular, sin obtener respuesta”, recordó.
Finalmente, a las 3:00 a.m., DaCosta recibió el llamado que nadie, nunca, querría recibir.
“En ese momento supe que se trataba de malas noticias. Mi mamá me dijo que mi hermano había sido atropellado por un auto. No recuerdo ni cómo llegué a su casa, pero allí nos recibieron un oficial y un detective que nos informaron que una conductora ebria, de 21 años de edad, lo había atropellado”.
Wolffe estaba parado, esperando para cruzar, cuando ocurrió el accidente. Al ser impactado, su cuerpo voló sobre el capó del auto de la conductora. Al ser arrestada, la joven tenía un nivel de alcohol de .22, esto es tres veces más del límite legal para manejar.
“Mi hija mayor había pasado por el lugar del accidente a las 8:30 p.m. y vio a los patrulleros, pero jamás se imaginó que se trataba de su tío. Para cuando nosotras salimos a buscarlo, ya eran 10:30 y no quedaban vestigios del accidente”, explicó DaCosta.
Al ser impactado, el celular de Wolffe cayó dentro del auto que lo había atropellado, y por ello su hermana no había logrado localizarlo.
“La conductora tenía un año más que mi hija, e iban a la misma escuela preparatoria. Así fue como nos enteramos de que no era la primera vez que la joven manejaba alcoholizada, y de que su familia ya le había pedido, sin suerte, que no bebiera y manejara”, contó DaCosta.
Durante el juicio, su sobrina e hija de la víctima tuvo la oportunidad de enfrentar a la conductora, “Tú y yo tenemos casi la misma edad y tú mataste a mi papá”, le reclamó. La conductora recibió 30 días de condena por manejar bajo la influencia.
“Mi sobrina de 20 años tuvo que hacer los llamados para preparar el funeral de su padre y mi mamá tuvo que enterrar a un hijo, algo por lo que no debería pasar ninguna madre”, reflexionó.
DaCosta contó que el ver la fortaleza de su madre es lo que la motiva a seguir adelante.
A pesar de la tristeza, Kim logró poner el odio a un lado, y dedicarse a prevenir otros accidentes. Junto a la organización MADD (Madres en contra de conductores ebrios) DaCosta cuenta su historia cada mes a cientos de conductores, con la esperanza de “cambiar la mente y el corazón de al menos uno”.
“Cuando tienes odio dentro tuyo, es como si bebieses veneno, esperando envenenar a otro. Yo no estoy para juzgar a otros, no es mi propósito. Quizás son buenas personas, que tomaron la decisión equivocada”, reflexionó.
“Mi hermano no pudo tomar una decisión, no pudo ver crecer a sus hijos, o verlos graduarse en la escuela. Pero cuando una persona está alcoholizada, tiene la opción de poner la llave en el encendido del auto, tiene la opción de poner su pie en el pedal”.
“Si hubiese tenido una opción, Woody hubiese elegido sentarse junto a sus hijos a celebrar Navidad. Pero hoy hay un espacio vacío en la mesa. La Navidad para nosotros, nunca volvió a ser igual. Sólo nos queda seguir adelante, y Dios te da la fuerza para hacerlo”, concluyó.
Conductor designado
Este año se cumple el 30 aniversario del concepto de “Conductor designado”, introducido por la organización Madres en contra de conductores ebrios (MADD).
Dicho concepto desafió el concepto, aun socialmente aceptado por muchos, de beber y conducir.
MADD y Uber le están pidiendo a todos que este año prometan designar a un conductor para evitar accidentes y tragedias. Para unirte a la promesa, puedes visitar http://www.madd.org/drunk-driving/pledge-to-drive-drug-and-alcohol-free.html
Para más información sobre MADD, puedes visitar: http://www.madd.org/