¿Qué tipo de carro quieres ser?

En la vida, hacemos y le dedicamos tanto tiempo a las cosas materiales que en muchas ocasiones nos olvidamos de lo que debe ser una prioridad: nosotros mismos

La pregunta es muy rara, lo sé. ¿Cómo compararnos con un auto? Sin embargo, cuando escuché las palabras de la boca de mi tío Luis Alberto, entendí su comparación y decidí hacer lo posible a la hora de tomar decisiones.

Esta anécdota es vieja en mi vida. Me acuerdo que tenía unos14 años de edad y recién había llegado de Colombia a vivir en Estados Unidos. Yo estaba sentada en las escaleras del humilde apartamento donde vivíamos y me estaba comiendo un paquete de galletas de chocolate que había comprado por un dólar en la tienda. Ese día mi madre había cocinado para la familia, pero yo seguía empeñada en seguir comiendo galletas y no quise subir a comer.

Mi tío, un hombre a quien respeto mucho, se me acercó y me dijo: “Carito, si fueras un carro, ¿Qué modelo serías? No entendí su pregunta y le dije la marca de auto que más me gustaba. Él, siguió diciéndome, ¿y si tuvieras ese carro convertible último modelo, le pondrías gasolina de la buena, verdad? ¿lo cuidarías mucho? Todavía sin comprender le dije que sí. Fue en ese momento que me explicó su analogía.

En la vida, hacemos y le dedicamos tanto tiempo a las cosas materiales que en muchas ocasiones nos olvidamos de lo que debe ser una prioridad: nosotros mismos. Si yo considerara que mi cuerpo es como un carro fino al que debo cuidar, no estaría despreciando la comida sana que mi madre con tanto cariño había preparado (la buena gasolina) por una bolsota de galletas

Asimismo, nos enfocamos tanto en la forma en que nos vestimos, nos maquillamos y lucimos ante el mundo, cuando lo que debería de preocuparnos es que el motor (nuestro corazón) y el armazón (nuestro cuerpo) esté bien alimentado, en paz y armonía.

En este año nuevo, les propongo darse el crédito, el lugar, el cariño que ustedes se merecen dar. Con frecuencia escribimos en nuestra lista de resoluciones, “quiero ser mejor estudiante, mejor maestra, mejor esposa”, y nos olvidamos proponernos a ser mejores en la forma como nos cuidamos. No solo a la hora de decidir si te comes un paquete de galletas o la cena que tu madre preparó, sino también a la hora de darte el respeto que tanto te mereces y que siempre estás buscando de los demás.

¿Y tú, qué tipo de carro eres?

Espero tus comentarios y aprovecho para desearles un hermoso 2017. Disfruten cada minuto de su vida y sean felices.

Carolina Sarassa

@CarolinaSarassa

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