Oak Park, primer paso
Como había comentado en mi anterior columna, el municipio de Oak Park, primer suburbio al oeste de Chicago siguiendo la autopista 290, tenía altas probabilidades de convertirse en ‘Ciudad santuario’, la tercera en la región después de la propia Chicago y de Evanston.
El asunto era urgente: si bien la población inmigrante de Oak Park es mucho menor, en términos relativos y absolutos, que la de Chicago u de otros suburbios en el Condado de Cook y la región de los Condados de Lake, Will y DuPage, la rapidez con que la administración Trump se está moviendo contra los inmigrantes y la necesidad de modelar acciones específicas para otros municipios hacían importante que Oak Park diese el paso adelante y constituyese un ejemplo.
La noche del 6 de febrero eso se logró. La Junta municipal de Oak Park aprobó, de forma unánime, una ordenanza de ‘Ciudad santuario’ basada no en el modelo Chicago, sino en el mucho más progresista y completo modelo del Condado de Cook.
No fue fácil. En estos tiempos, nada lo es.
Oak Park había sido inicialmente receptivo a la propuesta presentada por PASO (siglas en español del West Suburban Action Project) y por residentes del municipio de 54,000 habitantes. La iniciativa contaba inclusive con el apoyo de Anan Abu-Taleb, alcalde de Oak Park y él mismo inmigrante (proveniente de Palestina).
Sin embargo, algunos funcionarios municipales desecharon la propuesta de PASO y optaron porque la Junta votase por el modelo de santuario de Chicago, un modelo que, sin embargo, tiene huecos y zonas grises que facilitarían que las autoridades federales de inmigración obtuviesen la cooperación de la policía local para perseguir y detener inmigrantes bajo cualquier pretexto.
El modelo Condado de Cook no tiene esas fallas, pero la disputa entre activistas y funcionarios obligó a una mayor presión y movilización. PASO, junto con residentes de Oak Park, organizaciones comunitarias, cívicas, educativas, y religiosas, organizó una campaña de activismo que incluyó una manifestación el 4 de febrero y una fuerte presión en redes sociales, obteniendo el apoyo explícito de varios miembros de la Junta municipal.
El lunes 6, residentes y activistas llenaron la sala de la Junta Municipal y ésta, con el alcalde presente, adoptó la resolución presentada por PASO. Más aún, el propio alcalde Abu-Taleb obtuvo en la reunión, y de forma pública, el apoyo del jefe de Policía Anthony Ambrose lo cual evita confusiones y malos entendidos, y tranquiliza a los residentes de Oak Park, en especial a sus inmigrantes.
La importancia del caso Oak Park no es menor: la decisión facilita el trabajo de residentes y activistas para movilizar a otros suburbios vecinos, como Berwyn, Melrose Park y Cícero, donde la población inmigrante es mucho más numerosa y la necesidad urgente dados los tiempos.