¡Le puse el combustible equivocado a mi auto!
Mejor si te diste cuenta antes de arrancar el motor.
Son muchas las personas que tienen un auto de gasolina y a menudo también manejan un diésel, bien porque son los que su empresa les cede para su trabajo o por la necesidad de alquilar uno en algún momento. Otro ejemplo pueden ser aquellos hogares, en los que hay varios autos de todos los componentes de la familia y que emplean diferentes combustibles.
Si tú te encuentras habitualmente en esta tesitura de manejar varios autos que emplean diferentes combustibles, intenta seguir un ritual de repostado. Coloca cuidadosamente el tapón del depósito en el lugar habilitado a tal efecto, algo que no evita equivocaciones, pero si nos ayudará a concentrarnos en el repostaje, y evitar manchas en la carrocería. Probablemente cuando hagamos esta acción ya veremos una gran pegatina que nos recuerda el combustible que requiere nuestro coche: diésel, gasolina de 95 octanos, etcétera.
Tanto los autos modernos, como los surtidores modernos han sido diseñados específicamente para evitar este problema, ya que la mayoría emplean códigos de colores, generalmente verde para el surtidor de gasolina, y negro para el diésel. En el caso de los autos, la boca del depósito de combustible y el extremo de la manguera del surtidor, han adecuado su tamaño para evitar el error. De esta forma, la manguera de gasóleo es generalmente mucho más ancha que la manguera de gasolina, con lo cual resulta muy difícil repostar diésel en un vehículo de gasolina.
En el caso contrario, es algo más fácil equivocarse si no estamos pendientes, ya que la manguera de gasolina no encaja como debería en nuestro diésel, pero si permite que podamos repostar erróneamente. Es entonces cuando hemos de pasar a la siguiente etapa, la de pensar en las consecuencias de nuestro error, y en su solución. Los daños producidos generalmente tendrán mucho que ver con la tecnología utilizada por el motor de nuestro coche, la proporción de combustible que hemos mezclado en el depósito (no es lo mismo repostar 5 litros de gasolina en un depósito con 30 litros de gasóleo, que llenar un diésel que estaba en la reserva con gasolina), los kilómetros que hemos recorrido con un combustible equivocado, etcétera.
En el momento en el que nos demos cuenta que nos hemos equivocado al repostar debido a que nuestro auto comience a dar tirones o comportarse de un modo extraño, debemos intentar detenernos en un lugar seguro lo antes posible y parar el motor. Los motores diésel modernos trabajan con sistemas de inyección de alta presión y sistemas antincontaminación muy sofisticados, de manera que las consecuencias de un repostaje equivocado sí pueden ser graves, y caras de reparar.
Lo normal es que el auto, aunque arrancará, probablemente hará ruidos raros, y podrá sufrir daños en sistemas de inyección y filtros. Incluso podría sufrir un gripado por falta de lubricación. En el caso de repostar diésel en un motor de gasolina, a priori debería tener consecuencias menos graves, aunque hemos de ser especialmente cuidadosos con los motores modernos, basados en turboalimentación e inyección directa. Las averías más frecuentes podrían afectar a filtros, medidores de presión, y otros componentes
Tanto en un caso como en el otro, lo primero que hemos de hacer es detener la marcha en un lugar seguro. Si tenemos la suerte de percatarnos del error antes del encendido del motor, aún mejor, puesto que facilitaremos la limpieza y minimizaremos los daños. Una vez parados y sabiendo que hemos cometido este error, deberíamos ponernos en contacto con nuestra asistencia en carretera, y confirmar si disponen de algún servicio de recuperación del combustible equivocado. La alternativa siempre sigue siendo la de llamar a una grúa y enviar nuestro auto al taller, para minimizar daños, y que en el taller se encarguen del trabajo de extracción de combustible, limpieza del motor, y sustitución de elementos que hayan sufrido daños, si es que llegamos a circular con el combustible equivocado.