“Resistencia” contra Trump adquiere fuerza y promete lucha prolongada
Activistas sostienen que el presidente Trump ejerce su poder para pisotear los derechos y libertades civiles
WASHINGTON.- Los primeros 100 días del presidente Donald Trump en el poder han sido “desastrosos” para las minorías y los inmigrantes, pero han generado una resistencia y una “era de oro de activismo ciudadano” jamás visto desde la década de 1960, afirmaron este jueves activistas.
Tanto la Casa Blanca como funcionarios de la Administración han defendido los “logros” de Trump a favor de los trabajadores y la seguridad nacional en vísperas de su hito de 100 días, que cumplirá el próximo sábado, pero es una narrativa diametralmente opuesta a la de los activistas cívicos sobre el terreno.
Durante una conferencia telefónica, varios activistas dijeron hoy que la narrativa ha sido una de pisotear los derechos y libertades civiles de las mujeres, las minorías, los homosexuales, y los inmigrantes indocumentados.
Fiel a sus promesas electorales, Trump ha intentado anular “Obamacare”; ha adoptado una política de “deportación masiva” de inmigrantes indocumentados; promueve una veda al ingreso de musulmanes y de refugiados de todo el mundo, y busca suprimir los fondos para la organización de planificación familiar “Planned Parenthood”, entre otros males, afirmaron.
Trump pasará a la historia no sólo por sus ataques frontales contra grupos vulnerables, sino también como el presidente que más ha fomentado “una revuelta a gran escala” contra sus políticas y “una era de oro de activismo ciudadano”, Anthony Romero, director ejecutivo de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU).
Se trata de un “nivel de coordinación” jamás visto desde la década de 1960, durante la Guerra de Vietnam y el movimiento de los derechos civiles, que ha incluido campañas de presión ante el Congreso y en oficinas de distrito, asambleas populares, manifestaciones nacionales, y protestas ante legislaturas estatales, en los aeropuertos y frente a la Casa Blanca.
Trump's first 100 days proves citizens and lawyers can defeat hateful and unconstitutional immigration policy. https://t.co/Gk77RyiQiS
— ACLU (@ACLU) April 27, 2017
Kenneth Roth, director ejecutivo de “Human Rights Watch”, advirtió de que Trump está empujando a EEUU en dirección opuesta a la democracia y los derechos humanos, en unos momentos en que el mundo registra un aumento del “populismo”.
Líderes como Trump se presentan como defensores del pueblo pero, en la práctica, “pisotean los derechos de la gente”, argumentó Roth.
Rabia, educación y activismo
ACLU divulgó un recuento de 46 páginas que documenta, día por día, los “fracasos” de Trump desde que asumió el poder el pasado 20 de enero. Para leer el informe de ACLU en inglés, clic aquí.
El documento incluye un listado de sus órdenes ejecutivas, formación del Gabinete, anulación de regulaciones ambientales y laborales, e investigaciones y controversias en torno a su gobierno.
Según los activistas, este conjunto de acciones ha abonado el movimiento de “resistencia” contra la Administración.
“Los votantes se llenaron de rabia, se educaron y se involucraron”, afirmó Cecile Richards, presidenta de “Planned Parenthood”.
Las mujeres, en particular, han marchado en defensa de sus derechos reproductivos y del acceso a servicios preventivos, como los que su organización ofrece a 2,5 millones de pacientes al año, agregó.
“Trump lleva apenas 100 días, nosotros llevamos 100 años al servicio de la comunidad, y seguiremos” en la lucha, aseguró Richards.
Plan de acción
Así como tomaron las calles desde enero pasado, los activistas de distintas causas, etnias y religiones ahora prometen continuar su movilización en los tribunales, en legislaturas estatales, y en los pasillos del Congreso, para que Trump no tenga “un paseo de rosas”.
Sus políticas migratorias han “envalentonado” a los agentes federales “sin ninguna rendición de cuentas” y han causado sufrimiento a las familias inmigrantes, pero “United We Dream” ya tiene en marcha “equipos de defensa contra las deportaciones”, dijo su directora ejecutiva, Cristina Jiménez.
“No vamos a permitir que Trump nos tire de vuelta a la sombra”, advirtió Jiménez, al señalar que más de 50,000 voluntarios se han inscrito con su grupo para actos de presión en todo EEUU.
Los activistas se atribuyeron el que Trump haya logrado tan poco, y su prioridad inmediata es impedir que la ley de gastos para el gobierno incluya fondos para el muro fronterizo, o que la Administración elimine fondos para ciudades “santuario”.
El próximo 1 de mayo será otra prueba de fuego para los activistas, que han programado marchas en decenas de ciudades en todo el país.
Oponerse a Trump ha traído buenas noticias para grupos progresistas.
La ACLU, por ejemplo, ha lanzado “PeoplePower.org”, una plataforma desde la que han capacitado a unas 225,000 personas para organizar centenares de protestas y eventos en todo el país. El grupo prevé continuar oponiéndose a la instalación de “ideólogos” en los tribunales y puestos clave del gobierno federal.
Según Romero, gracias a la agenda extremista de Trump, ACLU ha cuadruplicado su número de miembros, de 400,000 a 1,6 millones, mientras que la cifra sólo se duplicó durante los dos mandatos de George W. Bush (2001-2009).