Hija de Oscar López Rivera vive “la felicidad las 24 horas del día”

Su padre, de 74 años, fue arrestado en 1981 y condenado a 55 años en prisión bajo cargos de “conspiración”

WASHINGTON.– Clarisa López Ramos se ha convertido en el más férreo guardián de su padre, el independentista puertorriqueño, Oscar López Rivera, excarcelado hace nueve días tras cumplir una larga sentencia en cárceles de EEUU, y aseguró que ahora vive junto a él “la felicidad las 24 horas del día”.

En entrevista telefónica desde San Juan, López Ramos afirmó que saborea cada momento que comparte con su padre, a quien hasta hace poco sólo veía tras las rejas de una prisión en Indiana, donde éste completó la última fase de su larga sentencia.

“Este ha sido totalmente un encuentro. Yo estoy acostumbrada hace muchos años a vivir sola, y no había compartido fuera de la cárcel con mi papá, así que es la felicidad las 24 horas”, afirmó López Ramos, mientras se preparaba anoche a acompañar a su padre a una exposición de sus pinturas.

Una galería en San Juan exhibe varias de las pinturas de Oscar López Rivera, excarcelado recientemente.

Es poder hacer comida y servirle, verlo pintar desde el apartamento, ver en su cara cómo disfruta los espacios. Es poder llamar a la casa y que él me conteste, es tener acceso a él todo el tiempo… son tantas cosas que uno se queda cortito de palabras”, enfatizó.

Pese al tiempo perdido –López Rivera purgó casi 36 años de una sentencia de 55 en prisión-, López Ramos aseguró que vive “una de las etapas más felices” de su vida, disfrutando de simples placeres “como tomar un café” y compartir lecturas.

“Aún no me ha convencido de hacer ejercicios, pero él trata. Mi papá tiene una rutina de ejercicios bastante estricta, pero usted me vio y sabe que este cuerpo es libre y soberano, así que es una de las cosas que él está tratando”, bromeó al describir su cuerpo.

“Disfrutamos los espacios, los colores, los olores, las caricias, los ‘te quiero’. Saber que está allí y que no tengo que esperar para verlo, es saber que me puedo despedir de él y es la misma persona que me recibe cuando regreso del trabajo”, dijo.

López Ramos, de 46 años, se convirtió con el tiempo en el rostro más visible de la lucha por la excarcelación de López Rivera, a quien vio por primera vez a los 10 años de edad, cuando él ya estaba en la cárcel por sus vínculos con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

Su padre, ahora de 74 años, fue arrestado en 1981 y condenado a 55 años en prisión bajo cargos de “conspiración” sediciosa, 12 de los cuales pasó en confinamiento en solitario. Gracias a un indulto del presidente Barack Obama, quedó libre el pasado 17 de mayo.

En visitas al Capitolio o durante protestas, López Ramos nunca dudó de que su padre quedaría en libertad, aunque fue una lucha larga y difícil, que incluyó numerosas visitas a las cárceles, e incontables fechas y acontecimientos familiares sin compartir juntos.

“Son nuevas etapas, nuevas experiencias”, resumió López Ramos.

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Oscar López Rivera Puerto Rico

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