Padre guatemalteco logra reapertura de caso de asilo en Connecticut
Luis Barrios estuvo a punto de ser deportado el pasado 4 de mayo, pero contó con la ayuda de líderes demócratas del Congreso, y hoy un tribunal aceptó una moción para reabrir su caso de asilo.
WASHINGTON.- Después de tres fallidos intentos, el inmigrante guatemalteco, Luis Barrios, logró este lunes que las autoridades de Inmigración reabrieran su caso de asilo en Hartford (Connecticut), allanando así el camino hacia su eventual legalización.
Barrios, un padre de cuatro hijos nacidos en EEUU, debía haber abordado un avión de vuelta a Guatemala el pasado 4 de mayo pero, tras la intervención de líderes demócratas del Congreso, logró una suspensión de su deportación por un período de un mes.
Luego, con la ayuda de los senadores Chris Murphy y Richard Blumenthal, y la legisladora de la Cámara de Representantes, Rosa DeLauro, Barrios, de 51 años, logró una suspensión de dos años.
Mientras, su abogada, Erin O´Neil-Baker, de la firma legal Hartford Legal Group, continuó presionando para que la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA, en inglés) reabriera el caso de solicitud de asilo de Barrios, quien huyó en 1992 de la violencia en su natal Guatemala.
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En declaraciones a este diario tras recibir la noticia, O´Neil-Baker explicó hoy que la junta de apelaciones finalmente aceptó, en el cuarto intento, la moción para reabrir la solicitud de asilo.
“Es una excelente noticia. Esto significa que el señor Barrios podrá presentar su caso en frente de un juez de Inmigración en un tribunal en Hartford. Desde 1993, él ha buscado la oportunidad de que su caso de asilo sea revisado por un juez de Inmigración”, precisó la abogada, cuya moción volvió a advertir del peligro que correría Barrios si es deportado.
En la moción, la abogada detalló la situación de inestabilidad en Guatemala, que junto a El Salvador y Honduras forma parte del llamado “Triángulo del Norte”, y donde la violencia ha obligado al éxodo de decenas de miles de inmigrantes indocumentados hacia EEUU.
Si Barrios es deportado “será sujeto a amenazas de muerte, extorsión, y graves lesiones o la muerte” a manos de las mismas personas que se ensañaron con familiares de su esposa, dijo el documento.
En un comunicado, Blumenthal también celebró la noticia de que Barrios podrá pelear su caso de asilo ante un tribunal y lograr la legalización permanente, porque, a su juicio, logrará convencer al tribunal “del peligro claro e inmediato que afrontaría Luis Barrios si es deportado”.
“Tengo esperanza de que este caso le dará a la familia Barrios el alivio permanente que necesita y merece. Seguiré luchando por una reforma migratoria integral para brindar un cambio permanente a nuestro maltrecho sistema de inmigración”, puntualizó el senador.
Barrios recibió una orden de deportación en 1998 pero, como no tiene antecedentes penales, no estuvo en la mira de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) aún cuando fue arrestado en 2011 por conducir su coche con una luz trasera quebrada.
Los agentes de ICE le colocaron un grillete electrónico en su tobillo izquierdo, y desde entonces se reportaba anualmente a la agencia.
En febrero pasado, bajo la Administración Trump, las revisiones con ICE aumentaron a una por semana pero luego Barrios recibió notificación para que abandonara EEUU el pasado 4 de mayo, lo que suscitó una ola de protestas de activistas pro-inmigrantes y mayor cobertura mediática.