Presidente de Honduras ve contraproducente para EEUU no ampliar el TPS
Aunque calificó de "preocupante" solo el pensar que pueden perder ese beneficio
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo hoy que mantiene “cierto nivel de optimismo” acerca de una renovación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para sus compatriotas en EEUU, pero calificó de “preocupante” solo el pensar que pueden perder ese beneficio.
Sería “contraproducente” para los objetivos que se buscaron al crear en 2014 la Alianza para la Prosperidad entre Honduras, El Salvador, Guatemala y Estados Unidos, dijo en una entrevista con Efe después de reunirse con la comunidad hondureña en Miami.
Por eso cree que el Gobierno de Donald Trump debería “analizar las consecuencias que tendría para Honduras pero también para Estados Unidos” el que a partir de enero de 2018 casi 60,000 cabezas de familia que trabajan “decentemente”, contribuyen “enormemente” a la economía y pagan impuestos se queden sin permiso para estar en este país.
Aunque dijo comprender que la naturaleza del beneficio es temporal y que Estados Unidos, como país soberano, tiene derecho a tomar esa decisión, Hernández hizo hincapié en el “gran riesgo” que conlleva no ampliar el TPS.
“La mejor inversión es en un vecindario próspero, en paz y con oportunidades”, subrayó el presidente, quien se encuentra ya en el último año de su mandato presidencial.
Hernández dijo que de todo eso hablará durante la Conferencia sobre Seguridad y Prosperidad en Centroamérica que reúne este jueves y viernes en Miami a gobiernos y empresarios de los países de la Alianza de la Prosperidad más México.
Por parte de Estados Unidos participan el vicepresidente Mike Pence; el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly.
Hernández estará acompañado del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, y del vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz.
Por parte de México, que es anfitrión de la reunión junto a Estados Unidos, se espera a los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, de Hacienda, José Antonio Meade, y de Gobernación, Miguel Ángel Osorio.
A una pregunta de si el llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y el Salvador) hablará con una sola voz en esta reunión, Hernández indicó: “tenemos básicamente el mismo abordaje” de los temas que están en discusión.
“Entre vecinos tenemos que llevarnos bien”, dijo en referencia no solo a los miembros centroamericanos de la Alianza para la Prosperidad, sino también a Estados Unidos.
Sobre dicha alianza, pensada para crear oportunidades económicas, impulsar el capital humano y mejorar la seguridad ciudadana en Centroamérica con el objetivo de desalentar la migración hacia el norte del continente, aseveró que si la nueva administración de Estados Unidos quiere revisarla como ha hecho con otras políticas de Barack Obama, él está dispuesto a hacerlo.
“Lo peor que podemos hacer es dejar de trabajar juntos”, subrayó.
Antes de su entrevista con Efe, en el consulado hondureño, el presidente de reunió con una representación de la comunidad hondureña del sur de la Florida que le planteó sus temores por una posible pérdida del TPS.
A una pregunta de Efe sobre cómo encararía Honduras la posibilidad de un regreso masivo y si eso desestabilizaría el país, aseguró que están afinando un plan que ya tenían armado, porque hay que “estar preparados para A o B”.
Hernández recalcó en este punto que si la decisión es no ampliar el TPS, su Gobierno “no va a dejar solos” a los hondureños.
“Los vamos a recibir no solo con los brazos abiertos sino con todo tipo de facilidades”, señaló.
Aunque mencionó que existe la posibilidad de que llegado el caso haya quienes decidan “pasar a la clandestinidad” en Estados Unidos, lo que “agrandaría el problema” de la inmigración ilegal en ese país, calificó como “importantísimo” el número de los que regresarían.
Como ejemplo mencionó que la industria de la maquila, que es la mayor generadora de empleos en Honduras, ocupa a unas 150,000 personas y los beneficiarios del TPS son casi 60.000 cabezas de familia más las personas a su cargo.
Por eso, insistió, es necesario que la cuestión del “TPS se analice en el contexto de la Alianza de la Prosperidad”.
El Salvador, que está en la misma situación, tiene 190.000 ciudadanos que residen en EEUU bajo un TPS.
Hernández habló también de la lucha contra el narcotráfico, que -dijo- es “el detonante de la violencia en Centroamérica, Colombia y México” y uno de los factores que inciden en que muchos ciudadanos de esos países busquen cruzar a Estados Unidos.
Subrayó el principio de la responsabilidad compartida y la necesidad de que lo asuman todas las partes involucradas en este problema.
“La droga se produce en el sur y se consume en el norte”, Centroamérica, que solo es una zona de tránsito, “pone los muertos”·
En Estados Unidos esto se ve como un problema de salud, en “Centroamérica como una cuestión de vida o muerte”, subrayó.