Aumentan tensiones entre EEUU y Venezuela ante amenaza de cese de importaciones de crudo

Según expertos, posibles sanciones de EEUU agravarían crisis económica en Venezuela y afectarían refinerías en EEUU, pero es difícil predecir las repercusiones políticas.

WASHINGTON.- La Administración Trump sopesa sanciones “robustas” contra Venezuela, incluso cesar la importación de crudo, para impedir que Caracas realice una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución, pero la respuesta desafiante del gobierno de Nicolás Maduro profundizó este miércoles las tensiones bilaterales.

Sin ofrecer nombres ni detalles de cuáles serían las posibles sanciones, funcionarios de alto rango del gobierno del presidente Donald Trump sólo afirmaron ayer en una conferencia telefónica con periodistas que las listas de afectados y de posibles sanciones son “robustas”.

“Todas las opciones están sobre la mesa”, indicaron las fuentes, que pidieron el anonimato, al reconocer que las eventuales medidas tendrían repercusiones tanto en Venezuela como en EEUU.

A cada pregunta sobre cuáles serían las sanciones, los funcionarios contestaban, como mantra, que “todas las opciones están sobre la mesa”.

Según informes de prensa, las sanciones estarían dirigidas contra una lista específica de funcionarios, incluyendo al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y al vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello.

El objetivo de las medidas sería frenar la convocación de la Asamblea Constituyente, prevista para el próximo 30 de julio, para modificar la Constitución venezolana, y presionar por elecciones “libres y justas”, indicaron los funcionarios.

La diáspora venezolana y la comunidad internacional continúan las presiones en contra del gobierno de Maduro, tras la realización el pasado fin de semana de un plebiscito simbólico contra la Constituyente. La crisis en Venezuela fue objeto de una audiencia y una sesión informativa hoy en el Congreso de EEUU.

Respuesta desafiante

El gobierno de Maduro por ahora no desiste de sus planes de realizar la convocatoria del próximo 30 de julio y tiene listo un plan para habilitar 1,200 puntos para la emisión del “Carnet de la Patria”.

https://twitter.com/CiudadCCS/status/887823120144453633

Por su parte, el canciller venezolano, Samuel Moncada, emitió un comunicado en el que describió a EEUU como un “imperio xenófobo” que impone un “día oscuro” en las relaciones también con América Latina, calificó las amenazas como “insolentes”, y dejó en claro que la Asamblea Constituyente “va”.

“Trump está reventando todo el derecho internacional actuando unilateralmente… es un Presidente que disfruta humillando a sus vecinos, que coacciona, pero con Venezuela no puede”, afirmó Moncada, al señalar que, por órdenes de Maduro, revisará “a profundidad” las relaciones de Venezuela con Washington.

Por ahora, la retórica y amenazas de EEUU parecen abonar el mensaje populista del gobierno de Maduro, que se apoya en regímenes de izquierda de la región en sus ataques contra la Administración Trump.

Padrino López dijo en nombre de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que la entidad rechaza el “grosero injerencismo” de EEUU contra los asuntos internos de Venezuela porque, a su juicio,  atentan contra la independencia de esa nación.

https://twitter.com/correoorinoco/status/887809478258806785

¿Cerrarán el grifo de petróleo?

Los funcionarios no quisieron precisar el contenido de las medidas que debate la Administración –ni cuándo las anunciarán- pero sí dejaron entrever que entre las posibles “opciones” figura el cerrar el grifo de las exportaciones de crudo venezolano hacia EEUU.

Estados Unidos cuenta con buena parte de las refinerías que procesan el crudo venezolano por lo que, según expertos, si el gobierno de Trump cumple con su amenaza, los principales perjudicados serían la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la economía venezolana, ya aquejada de serias carencias, según expertos consultados hoy por este diario.

“En estos momentos, hay poco que Maduro pueda hacer para perjudicar a los consumidores estadounidenses, porque prácticamente no tiene ninguna ventaja”, dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un centro de estudios políticos en Washington.

En la actualidad, sólo el 10% del petróleo que importa EEUU proviene de Venezuela y aún si cesa las importaciones, podría fácilmente reemplazarlas con las de otro país, según Shifter.

Por su parte, Erick Langer, profesor de Historia de la Universidad de Georgetown, señaló que Venezuela depende “absolutamente” de EEUU para sus ventas de petróleo y las ganancias de Citgo, provenientes de las refinerías –la mayoría en Texas y Louisiana-  y las gasolineras que opera en este país.

Si EEUU impone sanciones, probablemente incrementen los precios del petróleo “algunos centavos” en EEUU, pero podría ser devastador para Venezuela porque buena parte del resto del petróleo destinado a otros países, como China, sirve para pagar sus deudas, según Langer.

“Creo que el cortar el acceso de Venezuela a las refinerías en Texas significaría un absoluto colapso económico para el Estado venezolano”, advirtió.

En 2016, EEUU importó 10,1 millones de petróleo a diario de 70 países, aunque la lista de los cinco principales países suministradores la encabezaron Canadá, con un 38% del total, seguido por Arabia Saudita, con 11%; Venezuela, con un 8%, México, con 7%, y Colombia, con 5%, según la Administración de Información Energética de EEUU (EIA, en inglés).

Impacto en refinerías

Charles Zahn Jr., presidente de la Comisión para la Autoridad del Puerto de Corpus Christin, envió una carta a Trump para advertirle del enorme impacto económico que tendrían las posibles sanciones en las refinerías en Texas, Louisiana e Illinois, y “para los consumidores y negocios” en EEUU.

Sólo la refinería de Citgo en Corpus Christi procesa 157,000 barriles de petróleo a diario y emplea a más de mil empleados, y costaría mucho dinero y tiempo modificar las refinerías para otro tipo de petróleo, explicó.

Zahn puso en duda que las sanciones surtan efecto, porque Venezuela llevaría su petróleo a competidores en Asia.

Otra refinería en San Antonio, propiedad de Valero Energy Corp., procesó más de tres millones de barriles de petróleo en abril pasado, de los cuales el 25,5% provino de Venezuela.

Ni Valero ni otras refinerías del área quisieron especular o comentar sobre el efecto de las posibles sanciones en sus negocios.

Shifter enfatizó que no se sabe a ciencia cierta cuán graves serían las repercusiones políticas del cese de las importaciones en EEUU, pero “lo más probable es que profundicen una crisis económica ya aguda” en Venezuela, y “es difícil predecir” si las sanciones ayudarán a resolverla.

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