Amber Rose denuncia haber sido víctima de “bullying” por parte de Kanye West
Siete años de malos tratos.
Antes de que Kim Kardashian se cruzara en el camino de Kanye West y ambos se convirtieran en la power couple por excelencia -él la introdujo en el mundo de la moda que hasta entonces le había cerrado las puertas y ella le convirtió en una figura conocida para el gran público-, el rapero mantuvo una relación de dos años con una antigua stripper ahora convertida en empresaria y celebridad por derecho propio: Amber Rose.
La suya no fue una ruptura amigable, y el paso del tiempo tampoco ha conseguido limar asperezas. Cada uno de ellos ha dedicado comentarios muy poco halagadores al otro, que han dado pie a varios enfrentamientos en la esfera virtual en los que han participado sus familiares y amigos. El hecho de que Amber sea buena amiga de Blac Chyna, expareja tanto de Rob Kardashian como del rapero Tyga -exnovio a su vez de la más joven del mediático clan, Kylie Jenner– no ha hecho más que añadir leña al fuego. De hecho, la explosiva rubia de cabeza rapada no duda en asegurar que Kanye West lleva casi una década haciéndole la vida imposible, soltando perlas como que su ahora esposa le obligó a ducharse “30 veces” antes de tocarle siquiera porque había mantenido relaciones sexuales con la otra mujer.
“En todas mis relaciones, he sido la que ha acabado con el corazón roto. Nunca le he sido infiel a ninguno de mis novios, y jamás he dicho nada cruel de Kanye… Y eso que en los últimos seis o siete años he sido víctima de un bullying constante por su parte”, lamenta la modelo erótica en una entrevista al podcast ‘Everyday Struggle’ de la revista Complex.
I Love you soooo much 😩🙏🏽❤️ pic.twitter.com/M6svfwaA4a
— Amber Rose (@DaRealAmberRose) July 19, 2017
El final de la relación de la pareja en 2010 coincidió en el tiempo con el lanzamiento del disco ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’ del intérprete, creado mientras aún estaban juntos y que siempre se ha dado por sentado que gira tanto en torno a su complicado romance con Amber -la fuente de inspiración de los temas ‘Blame Game’ o ‘Hell of a Life’- como al dolor por la pérdida de su madre. Aunque la también escritora nunca ha ocultado que en parte se siente orgullosa de ser una de las dos únicas personas que, junto con Kanye, comprende todas las bromas y referencias privadas que incluye uno de los trabajos musicales más influyentes de la última década, la popularidad que le reportó el álbum a nivel personal en el momento de su publicación por el papel involuntario que había jugado en su composición la llevaron al borde del suicidio.
“Eso no deja de ser otra forma de bullying llevado al extremo. Se trataba de alguien que tenía una gran plataforma y que había lanzado un álbum, en el que decía lo que le daba la pu*a gana. Y yo tuve que aguantarme porque llevaba las de perder. Al dolor que ya sentía se sumó todo eso”, afirma, recordando que en aquel momento apenas tenía “un par de seguidores en Twitter” y estaba lejos de gozar de la popularidad de la que disfruta hoy en día.
“Es una parte muy importante de la historia del hip-hop, y es maravilloso, y me alegro de formar parte de eso, pero en aquel momento no lo pasé nada bien porque era famosa pero estaba destrozada, no podía salir con nadie más, no podía contar mi versión en Internet porque era Kanye quien tenía una voz que se podía escuchar. Si en algún momento pensé en quitarme la vida, fue entonces”.
Por otra parte, Amber aún no perdona a su exnovio que a principios del año pasado perdiera los papeles en Twitter tras leer un tuit publicado por el rapero Wiz Khalifa -exmarido de la modelo y padre de su único hijo- que interpretó como una falta de respeto a su esposa Kim Kardashian cuando en realidad el también músico se estaba refiriendo a una variedad de cannabis que él comercializa, conocida como ‘KK’ o Khalifa Kush. En su enfado, el intérprete de ‘Yeezus’ realizó varias alusiones a la vida profesional y personal de Wiz, burlándose de que una stripper le hubiera “atrapado” quedándose embarazada”, un comentario que aún hace hervir la sangre de su protagonista porque involucraba en la disputa a alguien que nada tenía que ver con el tema: su pequeño Sebastian.
“No te permito que menciones a mi bebé. He estado callada demasiado tiempo. Podría haber conseguido un reality solo por el hecho de que había sido su novia, o podía haber escrito un libro. Pero me dije: ‘Soy una tipa dura, así que voy a conseguirlo todo por mí misma y a trabajar duro para que nadie pueda decir que me dio nada’. Lo único que obtuve de él fue fama, y la fama no da dinero, punto”, asegura Amber aún enfadada.