Sigue la huelga de hambre en Chicago en defensa del DACA y el TPS
El grupo de latinos que participa en el ayuno también exige un alto a las deportaciones y a la separación de familias
Conforme avanzan los días, la condición física de los huelguistas se va debilitando por la falta de alimento. Están exponiendo su salud y hasta su vida para proteger los programas DACA y TPS ante la latente amenaza de la actual administración del presidente Donald Trump de eliminar ambos esquemas.
El pasado domingo 23 de julio, un grupo conformado por dreamers, familias, beneficiarias de TPS, activistas y simpatizantes de la lucha inició una huelga de hambre colectiva liderada por el reverendo José Landaverde para protestar contra la posible cancelación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y por la aparente intención de no renovar el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) que beneficia a distintos países centroamericanos.
“Nosotros buscamos que no se cancele el programa DACA y que se mantenga el programa del TPS para centroamericanos y haitianos. Estamos ejerciendo presión al representante republicano por Illinois Peter Roskam para que se integre a la legislación del senador Richard Durbin que legalizaría a 800,000 dreamers, además de exigir un alto a las deportaciones”, dijo Landaverde, quien encabeza la huelga de hambre.
Los senadores Durbin (demócrata por Illinois) y Lindsey Graham (republicano por Carolina del Sur) presentaron ante el Congreso el proyecto de ley Dream Act, que incluye una vía de legalización permanente condicional a 800,000 jóvenes protegidos por DACA.
El punto de concentración de los huelguistas es la Misión Fe, Vida y Esperanza de West Chicago, en el Condado de Dupage en Illinois. 15 personas comenzaron la huelga de hambre. Sin embargo, hasta el cierre de edición, el pasado miércoles, solo quedaban nueve.
Pese a que han bajado de peso y solo toman agua para evitar deshidratarse, los inconformes dicen que seguirán la huelga de hambre mientras su cuerpo resista porque buscan lograr su cometido.
Por su parte, Beatriz García, quien participó en la huelga de hambre desde su inicio, salió del hospital Northwestern el pasado fin de semana tras ingresar con fuertes dolores de cabeza y decaimiento.
Apoyo y solidaridad
La Alianza de Pilsen y otras organizaciones locales tenían previsto reunirse con los huelguistas para expresar su apoyo y solidaridad con ellos y a su vez exigir que los legisladores en Illinois y el gobernador Bruce Rauner demanden en Washington DC la continuación de DACA y del TPS además de un alto a las deportaciones.
Desde el cuarto día de la huelga de hambre, los huelguistas han tratado de organizar una reunión con el representante republicano Roskam y se tenía planeada una reunión con él este jueves para discutir las implicaciones de la derogación de DACA y TPS en las comunidades, indicó Landaverde.
Mauro Navarro, originario de El Salvador y beneficiario de TPS que participa en la huelga, dijo que gracias al TPS él pudo salir de las sombras. “Pude obtener un mejor trabajo, mayor solvencia económica, comprar casa e incluso viajar a El Salvador a hacer labor social en las comunidades pobres”, contó Navarro, que tiene tres hijos nacidos en Estados Unidos.
“La única solución que encontramos es irnos a huelga de hambre a ver si nos escuchan, es una decisión muy drástica pero no queremos regresar a El Salvador porque donde vivimos impera la violencia. Pedimos que no cancelen el TPS porque si no es como si nos echaran a la muerte allá en El Salvador”, dijo el centroamericano a La Raza.