“Sin duda, Harvey ha impactado operaciones y accesos a refinerías en la zona de la costa. No obstante aún no se tiene un completo análisis del daño a las refinerías”, explicaba Jeanette Casselano, portavoz de la AAA (la anterior Asociación Americana Automovilística). Según Casselano, a pesar de que los inventarios de crudo y gasolina están en máximos de cinco años, hasta que no se conozca el detalle de los daños y cuándo volverán a estar operativas las plantas de refino, “los precios de la gasolina seguirán subiendo”.
Ese es el primer revés para el bolsillo del consumidor de una tormenta que costará más que esto.
Los analistas de riesgos de aseguradoras están empezando a cifrar por encima de los $40,000 millones de dólares pero podría subir. Los daños en muchas viviendas están asegurados y le corresponderá a las aseguradoras y el Estado (que es quien se ocupa del seguro por inundación) pagar las mayores cantidades. Según la reaseguradora Swiss Re, los huracanes que más destrucción económica han traído a EEUU son el Katrina en 2005 y Sandy en 2012. Harvey, aún activo por las fuertes lluvias y la crecida de las aguas, podría entrar en altos puestos de este ranking.