Futuro incierto para dreamers tras fin de renovación de DACA
Organizaciones pro inmigrantes de Chicago seguirán ayudando a ‘DACAmentados’ pese a la eliminación de este alivio migratorio y en aras de lograr una legalización que beneficie a todos los indocumentados
Someter la solicitud para renovar el programa DACA ya es historia para los ‘DACAmentados’ elegibles para este alivio migratorio. La fecha límite fue el 5 de octubre de 2017.
El presidente Donald Trump anunció la eliminación de ese programa de Acción Diferida, el pasado 5 de septiembre. El expresidente Barack Obama firmó la orden ejecutiva con la que dio vida al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) en 2012 para proteger de la deportación a jóvenes indocumentados y conceder un permiso temporal de trabajo a 800,000 jóvenes.
La renovación de DACA con vigencia de dos años se aplicaba solo para personas cuyos permisos expiran entre el pasado 5 de septiembre y el 5 de marzo de 2018. Al menos 154,000 jóvenes fueron elegibles para renovar este beneficio migratorio, según estimados del gobierno.
Los permisos de trabajo que no fueron renovados seguirán vigentes hasta su fecha de caducidad.
Organizaciones pro inmigrantes de Chicago seguirán ofreciendo ayuda a dreamers y trabajarán para alcanzar una legalización que beneficie a 11 millones de indocumentados.
Ubaldo Aguilar, coordinador de ciudadanía del Centro de Trabajadores Unidos, dijo que inicialmente cuando se dio el anuncio de la revocación de DACA el pasado 5 de septiembre, en su organización empezaron a recibir muchas llamadas de personas preguntando sobre el programa de Acción Diferida.
La administración de Trump anunció la eliminación de manera gradual del programa DACA para el 5 de marzo próximo.
Dentro de seis meses se pondrá fin a DACA. Durante ese tiempo, se planteó que el Congreso busque una solución legislativa para estos dreamers que ahora están en un limbo migratorio.
La afluencia de jóvenes para renovar su permiso de trabajo “no fue demasiada”, señaló Aguilar. Y agregó que esto es porque “los jóvenes están bastante escépticos y tienen miedo que su información sea divulgada a agencias federales [ICE]”.
También vio una baja en los números de personas que solicitaron la renovación de DACA. “No vimos los grandes números que esperábamos”, indicó Imelda Salazar, organizadora comunitaria de Southwest Organizing Project. “En nuestra organización la baja se comenzó a experimentar después del 5 de septiembre. Antes de eso estaban los jóvenes procesando su solicitud antes de que se venciera su permiso”.
“Lo que hicimos como respuesta fue al mismo tiempo de dar información acerca de los requisitos para renovar el programa, también tuvimos espacios tanto para los padres como para los que tienen DACA vinieron y tuvimos cuatro personas expertas en salud mental para facilitar las conversaciones y eso ayudó muchísimo a comenzar a trabajar en futuros proyectos de ley porque el miedo no los dejaba ni siquiera ver las opciones”, expresó Salazar a La Raza.
Limbo migratorio
Muchos jóvenes inmigrantes han construido sus vidas alrededor de DACA y en un país al que fueron traídos por sus padres de pequeños, pero que consideran como suyo. Sin embargo ahora dicen que se encuentran en un limbo legal en el que reina el miedo y el desconcierto.
Jaime Leal sometió su solicitud para renovar su permiso de trabajo, lo que le permitirá estar protegido contra la deportación además de seguir trabajando en la compañía en la que instala paneles solares. Leal es licenciado en Biología por la Universidad de Illinois en Chicago (UIC). “Esta es la tercera vez que renuevo DACA y durante todo este tiempo he podido crecer como persona y he podido hacerme más fuerte de cuando apliqué la primera vez y ahora tengo la mentalidad de que todo se puede cumplir”.
Ante la pregunta de qué es lo que piensa hacer una vez que se expire su permiso de trabajo, Leal dijo que con o sin DACA permanecerá en Estados Unidos, el país que considera suyo, al que fue traído por su padres de México a Estados Unidos cuando tenía cincos años. “Aquí está mi familia, quiero estar con mi familia, aquí están mis amigos, mi trabajo, aquí está toda mi vida, entonces por todas esas razones he decidido quedarme en EEUU”.
Gerardo Salinas no fue elegible para renovar DACA y es que su permiso expira el 30 de junio de 2018.
Salinas, es invidente, perdió la vista a los 12 años. Gerardo contó que dejó su natal Michoacán para emigrar a Estados Unidos en busca de opciones médicas en 2000.
Este dreamer dice sentirse frustrado, con temor e incertidumbre puesto que una vez expirado su permiso de trabajo quedará en un limbo legal.
Y es que DACA le cambió la vida a Gerardo, quien dijo que ese amparo migratorio le ha dado tranquilidad de no ser deportado y el beneficio de poder tener un permiso de trabajo. “Antes de DACA yo estuve batallando por mucho tiempo para encontrar un empleo”, dijo.
El tramitar el ID del estado también le ayudó a registrarse en la UIC como estudiante residente y eso le dio una tarifa más asequible en comparación a la de estudiantes internacionales. Salinas tiene licenciaturas en Ciencias Políticas, Estudios Latinoamericanos y Estudios de Desarrollo Humano de la Universidad de Illinois en Chicago.
Además es coordinador del programa Superando Barreras para Triunfar de Universidad Popular y trabaja medio tiempo con CPS dando charlas de motivación a estudiantes. Este joven es el único sustento familiar y su esposa tiene cuatro meses de gestación.
“Nuestro futuro es incierto, en mi caso al expirar mi permiso de trabajo me van a despedir de mi empleo porque mi seguro ya no será válido. Al perder mi empleo, ¿cómo me puedo sostener económicamente aquí? Entonces tengo que buscar otros lugares, otras opciones”, sostiene Salinas.