Inmigrantes con TPS en Chicago luchan por su regularización

Piden una solución permanente para los inmigrantes con Estatus de Protección Temporal que podrían quedar en el limbo migratorio

Una de las marchas realizadas en Chicago en apoyo de los programas TPS y DACA. (Belhú Sanabria / La Raza)

Una de las marchas realizadas en Chicago en apoyo de los programas TPS y DACA. (Belhú Sanabria / La Raza)  Crédito: Belhú Sanabria / La Raza)

El programa Estatus de Protección Temporal (TPS) para 60,000 haitianos caducará el próximo 22 de enero de 2018, según anunció el Departamento de Seguridad Nacional el pasado lunes 20 de noviembre.

Una vez expirado el TPS para los haitianos, estos inmigrantes tendrán hasta el 22 de julio de 2019 para regularizar su estatus migratorio, abandonar el país o quedar como indocumentados.

Mientras, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció el 6 de noviembre que el TPS que ha beneficiado al menos a 5,349 nicaragüenses no será renovado y llegará a su fin el 5 de enero de 2019.

La razón esgrimida fue que las condiciones en las que se encontraba Nicaragua tras el devastador huracán Mitch ya no existen y que no hubo una solicitud del gobierno de ese país para extender el programa, indicó Elaine Duke, secretaria interina de DHS.

EEUU concedió el TPS a Honduras y Nicaragua tras el paso del huracán Mitch por Centroamérica en 1998. El Salvador lo recibió a raíz de una serie de sismos en 2001 y Haití por un terremoto en 2010, según reportes.

El futuro de los cerca de 86,163 hondureños que residen en Estados Unidos y que están amparados bajo el programa TPS se definirá en julio de 2018. Y se espera que la decisión sobre más de 260,000 salvadoreños beneficiados con TPS sea anunciada el próximo 8 de enero.

El TPS es un programa temporal que no conduce a la residencia legal, pero no impide que la persona pueda solicitar estatus de no inmigrante o cualquier otro beneficio migratorio al que pueda ser elegible.

DHS puede designar un TPS a los ciudadanos de un país ya sea por conflicto armado o desastres naturales como un terremoto, huracán o epidemia, entre otras condiciones extraordinarias de carácter temporal.

“Van a separar familias”

Dora Romero, residente en Chicago, cuenta que emigró de su natal Nicaragua en busca de un mejor porvenir en 1993. Romero es ciudadana estadounidense y aunque no fue beneficiada con el TPS conoce de cerca la lucha de sus connacionales para conseguir ese beneficio y también recuerda que junto a otros voluntarios del grupo Amor por Nicaragua trabajó para recolectar artículos de primera necesidad para nicaragüenses que fueron afectados por el huracán Mitch.

Romero considera que dejar sin ese beneficio a los amparados con el TPS es una medida “irracional”. “La vida en nuestros países está más cara, hay violencia, esas personas no van a encontrar condiciones para que puedan vivir con su familia. Aquí estas personas tienen una familia, hijos que nacieron aquí, tienen trabajo y pagan sus impuestos desde hace mucho tiempo, deberían ser legalizados. Con la decisión del gobierno de cancelar el TPS van a separar las familias, para mi esa es una decisión irracional”, insistió.

Las condiciones de violencia y pobreza no han cambiado en países centroamericanos y caribeños por lo que existe la necesidad de extender el programa, dice el abogado de inmigración Juan Soliz, aunque reconoce que el TPS es “solo como ponerle la curita a una herida muy fuerte. En cuanto al sistema de inmigración, la realidad es que las leyes están quebradas, hay que luchar por una legalización”, mencionó.

“El TPS no es una vía para alcanzar la residencia permanente, el TPS es un estatus que el gobierno lo da y lo puede quitar una vez que ya siente que no hay suficiente razón para tenerlo”, señaló Carla M. Casas, abogada de inmigración.

Casas recomienda a las personas beneficiadas con TPS que busquen asesoría legal lo más pronto posible, que hablen con un abogado de inmigración para explorar su caso y ver qué opciones tiene esa persona.

Proyecto de ley ASPIRE

Hay una iniciativa bipartidista que de convertirse en ley otorgaría residencia permanente a hondureños, nicaragüenses y haitianos que emigraron a Estados Unidos  y han obtenido  el TPS. Tres miembros del Congreso de Estados Unidos vienen elaborando la propuesta ASPIRE, que busca que un inmigrante cubierto con TPS antes de 1 de enero de 2017 pueda solicitar la residencia permanente si puede demostrar ante un juez que enfrentará riesgo extremo si regresa a su país de origen.

Abogados han instado a las personas con TPS a actuar con prudencia y a tener mucho cuidado con personas que no conocen de leyes o les hacen falsas promesas.

“Nunca puede tomar el riesgo, especialmente ahorita, de tener una persona [que le brinde asesoría legal] que no sabe lo que está haciendo, que no entiende de leyes. Eso a veces crea más daño en vez de ayudar a la persona”, destacó Casas.

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