Retiro de senador republicano deja el campo abierto a Mitt Romney, una posible pesadilla para Trump

El ex aspirante presidencial ha sido una piedra en el zapato para Trump desde que este lanzó su candidatura en 2016, llamándolo "fraude", aunque desde su elección ha bajado la temperatura, sin dejar de ser crítico.

Mitt Romney junto a su familia en 2012.

Mitt Romney junto a su familia en 2012. Crédito: EFE

El anunciado retiro del veterano senador de Utah Orrin Hatch, deja el campo abierto a la candidatura de Mitt Romney para el cargo, una noticia que probablemente haya dado agruras de estómago al presidente Donald Trump en este comienzo de año.

Romney, ex gobernador de Massachussets y quien fuera candidato a la presidencia en 2012, ha sido uno de los líderes republicanos más críticos del presidente y su voz es tan temida por Trump que este pasó semanas tratando de convencer a Hatch de no retirarse.

Pero este martes, Hatch anunció que no buscará reelegirse de nuevo este año al cargo que ha ocupado desde 1977. Hatch, un líder del ala más conservadora del partido, ha respaldado casi sin condiciones a Trump desde su elección.

Entretanto, Romney agradeció públicamente a Hatch su servicio de tantos años y se mantuvo en silencio por el momento sobre sus aspiraciones, aunque desde hace semanas los observadores políticos saben que se venía preparando para una eventual candidatura.

“Romney tiene mucho tiempo hablando con la gente, haciendo sus conexiones para activarse en el campo político de nuevo”, dijo David Johnson, consultor político de la firma Strategic Vision y experto republicano.  “Romney es conocido, es popular en Utah y su nombre genera respeto, además de que tiene dinero para su campaña y no sería un novato ordinario”.

Romney fue extremadamente crítico de Trump durante la candidatura de este, llegando incluso a hacer un discurso especial en el que lo llamó “falso”, “fraude” y un “peligro para el partido y el país”, aunque desde su elección ha sido más suave, aunque crítico en algunos momentos, con el presidente.

Por ejemplo, Romney fustigó al presidente en agosto, luego que este pareció implicar que un grupo de racistas manifestándose en Charlotesville, Alabama, eran equivalentes al grupo que protestó en su contra.

Romney también se lanzó contra la candidatura de Roy Moore en Alabama, quien recientemente perdió un cargo en el senado a pesar del impulso de Trump y su asesor extremista Steve Bannon.

El ex candidato a presidente, que perdió ante Barack Obama en 2012, es visto como una amenaza por parte de Trump y una voz con credibilidad dentro del partido republicano, cuando los otros críticos de Trump se han debilitado o han cambiado su postura.

Utah es un estado conservador que no tiene un senador demócrata desde hace décadas y que vota sólidamente por republicanos para la presidencia, pero Trump apenas ganó allí en 2016.

Los mormones que dominan la política estatal están mucho más opuestos a Trump que los evangélicos y Romney es un respetado mormón que vive en el estado desde hace ya varios años.

Si se lanza, Romney no tendrá competencia, dijo Sherry Bebitch Jeffe, analista política y profesora de la Universidad del Sur de California.

“No creo que Utah vaya a jugar el juego de Bannon, aunque veremos qué es lo que este hace”, dijo Jeffe. “Cualquier cosa que haga dudo mucho que puedan ganarle a Romney”.

¿Qué postura tomará Romney si gana el senado?

“Todo va a depender de su margen de triunfo y de las señales que reciba de los votantes de su estado”, dijo la analista.

No creo que Romney se entregue a Trump, no creo que sea un voto sin condiciones para él pero como republicano, a veces lo apoyará si sus agendas coinciden”, dijo Jeffe. “No obstante, creo que va a ser una voz alternativa y crítica del presidente”.

En esta nota

Donald Trump elecciones congreso 2018 Mitt Romney Política republicanos
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain