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Curandera engañó a más de 700 mujeres diciéndoles que estaban embarazadas

N'na Fanta Camara daba a las mujeres hojas y hierbas que les hinchaban el estómago para que parecieran embarazadas y les decía que no vieran a un médico. Pese al engaño, la curandera dice que solo quería ayudarlas

Cuando una mujer en Guinea buscaba a N’na Fanta Camara para que la ayudara a quedar embarazada, esta le daba una mezcla de hojas, hierbas y otros medicamentos como remedio.

Las pacientes pagaban $33 dólares por los servicios de la curandera, en un país donde el salario mensual promedio es de alrededor $48 dólares.

Se cree que más de 700 mujeres de entre 17 y 45 años recibieron la “cura” del embarazo de la sanadora y que esta ganó miles de dólares con ello.

El problema es que el tratamiento de Camara era una estafa y solo conseguía que el vientre de las mujeres se hinchara, haciéndoles creer que estaban embarazadas.

El martes, la policía de Conakry, capital de Guinea, arrestó a la curandera.

Más de 200 mujeres protestaron frente a la estación de policía donde Camara estaba detenida.

Pero ¿cómo logró esta mujer timar a tantas personas?

Pollo y telas como agradecimiento

“Ha pasado un año desde que fuimos a ver a esta mujer por primera vez”, dijo una de las mujeres afectadas a Alhassan Sillah, reportero de la BBC en Conakry.

“Durante nuestra primera visita, nos dio algunas medicinas de hojas y hierbas que nos hacían vomitar. Nos aseguró que eran buenas para nosotras. A medida que las seguimos tomando, nuestro estómago empezó a crecer un poco”, contó.

“Después de un tiempo, volvimos a visitarla, nos examinó tocando nuestras barrigas y nos dijo que estábamos embarazadas”, agregó.

Las mujeres señalaron que Camara les había pedido que no fueran a un médico, y que una vez que las declaraba encinta, esperaba que le dieran pollo y telas en agradecimiento.

Algunas de las mujeres mantuvieron el aspecto de embarazadas de 12 a 16 meses.

Un médico de la policía examinó a 47 de las mujeres afectadas y dijo que corrían riesgo de presentar complicaciones de salud a largo plazo debido a la “receta” de la sanadora.

Camara, sin embargo, sostiene que ella no hizo nada malo.

“Trabajo mucho para ayudar a (las mujeres) a realizar su sueño, pero el resto está en las manos de Dios”, dijo a los periodistas en Conakry.

Se espera que un tribunal la acuse pronto de poner en peligro la vida de las personas a través de medios fraudulentos.

Las altas cifras de clientas de la sanadora reflejan la dependencia en los curanderos tradicionales que existe en países como Guinea y en otras naciones africanas.

En 2006, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que el 80% de los africanos usaba los tratamientos de estas personas.

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