El engaño tras la prueba mental que se le realizó a Donald Trump
Hay un detalle que no te dijeron y que lo podría cambiar todo
“Trump no tiene problemas cognitivos”.
Esto fue lo que afirmó rotundamente el martes Ronny Jackson, médico de la Casa Blanca, después de que el presidente estadounidense se sometiera a un examen cognitivo para evaluar su estado de salud mental.
Aunque Jackson reconoció que, a su juicio, la prueba no era necesaria, la hizo a pedido del propio mandatario que quería utilizar los resultados para disipar los rumores recientes sobre su estado mental.
Estos rumores comenzaron a circular a raíz de la publicación del controvertido libro “Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump“, en el que el periodista Michael Wolff relata los primeros meses de Trump en el poder.
Y el mismo mandatario no tardó en reaccionar.
Trump se describió en su cuenta de Twitter como un “genio muy estable”, en un claro desafío al libro de Wolff y a la tormenta que ha desatado en Estados Unidos.
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El pasado viernes, el mandatario acudió al médico como parte de una visita rutinaria que han practicado los gobernantes de Estados Unidos desde finales del siglo pasado: someterse a un chequeo médico y hacer públicos sus resultados.
El presidente estadounidense pasó el test conocido como Evaluación Cognitiva de Montreal (o MoCA, por sus siglas en inglés) con una puntuación perfecta: 30 sobre 30.
La prueba neuropsicológica se usa para verificar una posible disfunción cognitiva, pero este ejercicio no permite hacer una evaluación cabal del estado mental del paciente.
¿Quién creó este examen?
El científico que diseñó el examen es Ziad Nasreddine, un inmigrante libanésradicado en Canadá, que cursó parte de sus estudios la Universidad de California, en Estados Unidos.
Nasreddine llegó a Canadá desde Líbano con su madre viuda y tres hermanas en el verano de 1983, para pasar unas vacaciones con su familia extendida. Tenía 15 años.
Pero el recrudecimiento de la violencia en su país, azotado por una cruenta guerra civil (1975-1990), obligó a la familia a quedarse en Canadá.
“Ya habíamos pagado la escuela en Líbano y no nos habíamos traído ropa de invierno, pero cerraron el aeropuerto allí y entonces no pudimos volver”, le cuenta Nasreddine a BBC Mundo.
Para 1989, Nasreddine y su familia habían obtenido la ciudadanía canadiense.
Para qué sirve realmente el test MoCA
Su formación como médico comenzó en la Universidad de Sherbrooke, en Quebec, pero fue a su regreso de un posdoctorado en desórdenes cognitivos en EEUU que Nasreddine decidió crear la prueba a la que fue sometido Trump.
“Cuando llegué de California me di cuenta de que no había exámenes eficientes y decidí crear uno para continuar con mis investigaciones”, recuerda.
“No tenía enfermeras que me ayudasen, y como los exámenes cognitivos que había disponibles tomaban dos horas por paciente y los tenía que hacer yo, solo podía ver a dos o tres pacientes por día”.
Esto lo llevó a diseñar en 1996, junto con otro colega de la Universidad McGill en Montreal, una prueba rápida (demora alrededor de 10 minutos) y eficiente para detectar los primeros signos de demencia o Alzheimer.
“Son ejercicios relativamente simples para una persona normal, pero difíciles para una persona que empieza a desarrollar la enfermedad”, señala.
Pensado para esta condición, el test “tiene también la capacidad de detectar otras condiciones que afectan el cerebro, o condiciones médicas como problemas cardiovasculares o de tiroides, que al provocar una disminución en el flujo sanguíneo hacia el cerebro pueden afectar la concentración”, afirma el investigador.
Sin embargo, aclara, “no sirve para evaluar si la persona tiene otros problemas que no afectan la memoria“.
“Si alguien tiene otros problemas psiquiátricos —como desórdenes de la personalidad, trastorno bipolar o muestra comportamientos inusuales— no se verán en este examen”.
La depresión, esquizofrenia o la capacidad de juicio, nota el médico, “son problemas que este test no determina en absoluto”.
En síntesis, aunque se trata de un test extremadamente eficiente que se utiliza en 200 países (entre los que se incluyen casi todos los de América Latina) y ha sido adaptado y traducido a 65 idiomas, no permite evaluar el estado mental de una persona sino solo aquellos aspectos vinculados con la memoria.
Mensaje positivo
Para Nasreddine es un gran honor que el médico de la Casa Blanca haya utilizado su método que incluye, entre otras cosas, identificar animales en una serie de imágenes, dibujar un reloj con horarios específicos y repetir ciertas frases.
“Es un método que se usa mucho pero nunca tuvimos tanto reconocimiento”, dice el actual director de la Clínica MoCA y del Insituto Quebec, e investigador afiliado a las universidades McGill y Sherbrooke.
Y en cuanto a lo paradójico que resulta que justamente Trump, con su discurso antiinmigración, recurra ahora a sus servicios para validarse, para Nasreddine es algo positivo.
“Creo que esto trae un mensaje positivo. Muestra que cualquier inmigrante, si es bien recibido, puede integrarse y contribuir a la sociedad que le ha dado la bienvenida”, dice el científico con humildad.
(Por Laura Plitt)