Jairo Giraldo: cronista de inmortales
La historia de 10 legendarios atletas que dejaron su huella en la historia de sus deportes antes de desplomarse bajo el peso de la gloria
Jairo Giraldo pertenece a un especie de periodistas en peligro de extinción. Esos que no cren que su oficio tenga que ser un pariente lejano de la literatura, y ponen todo el músculo y la furia en la escritura, adjetivando con gracia y contando historias que sobrevivirán a sus ídolos. En este tercer libro suyo, el también editor senior de deportes de El Diario y La Opinión, se mueve en un terreno en el que lo anecdótico y lo biográfico se funden en la crónica periodística para dibujarnos diez semblanzas de vida de atletas inmortales que marcaron un hito en la historia del deporte. Al atravesar estas diez puertas falsas, y dejarse secuestrar por sus descarnadas historias, el lector se enfrentará a su propia fragilidad, a un mundo en que el éxito o el triunfo no pasan de ser trofeos efímeros que terminan sepultados por la ingratitud, la inconsistencia humana y la mala memoria.
¿Cómo surgió este proyecto y cuánto te tomó investigar y escribir sus casi 400 folios?
“Básicamente surge de los años de periodismo. De pronto te encuentras con una libreta llena de apuntes y una grabadora repleta de notas y te preguntas ¿Y qué hago ahora con esto? Así surge la idea de ponerlo todo en un libro. Digamos que abarca un período entre 2002 y 2012 y que escribirlo me tomó un par de años.
¿Cómo elegiste a los protagonistas de este libro?
“Creo que los protagonistas surgen de sus propias batallas. Ocurre que después de un largo cruce de caminos los jovencitos de hace 25 años llegan a ser señores retirados y en ese entorno se genera una mezcla de sensaciones muy diversas. Allí en ese contexto cada uno tiene una historia acerca de “el día después. Ese es mi momento”.
¿Por qué lo titulas ‘La puerta falsa de los héroes’?
“Porque invariablemente el éxito tiene que ver con que se te abran las puertas. Luego cuando ya eres una estrella y todos en este libro lo fueron, el tema llega a ser cómo acertar al elegir la puerta de salida. La puerta equivocada es una opción y ya ves que algunos la toman”.
La mayoría de las historias que cuentas provienen del boxeo y el béisbol, excepto la tenista y golfista Althea Gibson, ciclista italiano Marco Pantani, y la atleta Florence Griffith Joyner (Flo-Jo) … ¿Hay algunos deportes en los que sus ‘ídolos’ son más propensos a terminar autodestruidos y en la pobreza que en otros?
“Los deportes de masas generan más juguetes rotos. Lamentablemente en el boxeo hay una clima más propenso, pero no debemos engañarnos, en todos los deportes, en todas las etnias y en todos los países hay situaciones dramáticas”.
Todos tus personajes, de una manera u otra, han roto barreras y han sido pioneros en sus disciplinas. ¿Se te quedó alguno que hubieras deseado incluir?
“Sin duda, se han quedado varios. El “Mágico” González, un futbolista salvadoreño maravilloso y un basquetbolista de Nueva York llamado Earl ‘The Goat’ Manigault. Una historia de Harlem con violencia, drogas y un genio perdido”.
¿Con cuál de estas historias te sientes más identificado y por qué?
“Como latimnoamericano con la crónica amarga de Mane Garrincha por todo lo que gozamos y sufrimos con él y como neoyorquino sin duda con Althea Gibson y su lucha sin cuartel para defenderse del racismo”.
¿Alguna que recomendarías en particular?
“No creo en aquello de que hay unos hijos preferidos sobre otros, pero la historia de Alexis Arguello tiene elementos y aportes muy interesantes y queda todo puesto con el contraplano de Las Vegas, que juega su papel.
Este libro es un híbrido entre memoria, periodismo deportivo y biografía. Y sobre todo se destaca su potente escritura, está muy bien escrito. ¿Alguna inspiración o referencia para realizar este particular abordaje?
“Todos tenemos referentes. En mi caso creo que la escuela del ‘New Jornalism’ que vincula nombres como Gay Talese, Truman Capote y Norman Mailer son piedra angular para todo. A nivel latinoamericano hay dos nombres: Juan Villoro de México y Alberto Salcedo de Colombia que nos enseñan muchas cosas”.
Este es tu tercer libro. Y los tres han sido en géneros muy diferentes. ¿Cuál es tu próximo proyecto? ¿Tienes algo ya en camino?
“Es una búsqueda. Hice ‘Contra el estado invertebrado’ algo muy presuntuoso en lenguaje de ensayo y con mucha carga académica de por medio. Luego escribí “Memoria prohibida de los buenos años” que es una novela sobre lavado de dinero en Queens. Fue algo que vivimos todos los latinos que residimos en Nueva York. Allí desfilan muchas vivencias y hay un soporte hitórico muy sólido, pero yo prefiero ficcionar sobre universos fácticos para mantener la estructura de una novela. “La puerta falsa de los héroes” es claramente un libro de investigación periodística”.
En un libro ambicioso como este siempre hay alguien a quien darle las gracias. ¿O no?
“Por supuesto. En mi caso a mi amigo, colega y maestro David Torres, compañero de andanzas en el diario La Opinión de Los Angeles. Fue de Torres la idea del título ‘La Puerta Falsa de los Héroes’, además de haber llevado a cabo la correción y ajuste de textos que es un trabajo bastante complicado”.
¿Qué piensas de los que creen que es una quijotada publicar libros en esta época?
“Creo que están en un grave error. Nunca se publicaron tantos libros como en esta época. La posibilidad del mundo digital lo disparó todo. Talvez el debate sea en torno al negocio editorial: el e-Book y el Paper Book. Digamos que se cambió el mensajero, pero no se cambió el mensaje. Los autores siguen frente a un teclado escribiendo sus libros y el consumidor elige si quiere un libro de papel o uno digital. Lo de fondo es que ahora tenemos mucha más oportunidad de que se conozca nuestro trabajo”.