Fotógrafo que captó rescate de niño en Siria gana premio
Abdelkader Habak captó a su colega Mohamed Alragheb cuando socorría a un niño herido
DUBÁI – El fotógrafo sirio Abdelkader Habak admite que su imagen captada por Mohamed Alragheb cuando socorría a un niño herido en Alepo (Siria) fue uno de los momentos más duros de su vida, pero precisa que ha “tenido momentos peores” y, aún así, quiere continuar como “fotógrafo de guerra”.
Tras la entrega del Premio Internacional de Fotografía Hamdan Bin Mohammed Bin Rashid Al Maktoum (HIPA) que recogió por su compañero Alragheb -quien no pudo salir de Siria-, el fotógrafo de 24 años repasa en entrevista con Efe ese recorrido profesional en la guerra de su país.
Comenzó, como ocurre en tantos conflictos, con el vacío que se produce y la demanda de imágenes que desata una guerra en la que, como en Siria, son “activistas”, puntualiza Habak, quienes lo llenan y “proveen a los medios”.
Natural de Idleb, en el norte del país, Habak recuerda como, tras estallar las revueltas y protestas árabes en 2011, él comenzó a tomar imágenes de la revolución siria en 2012 cuando todavía era un estudiante.
“Los medios nos confiaban ese trabajo, pues no podían mandar a sus reporteros”, situación que han vivido muchos renombrados fotógrafos del convulso Oriente Próximo, fogueados en los últimos años de guerras inacabables.
“Teníamos que asumir la respuesta”, rememora al describir su actuación y la de sus amigos como activistas en defensa de la revolución contra el régimen de Bachar Al Asad.
“Empecé como activista por necesidad, pero mi aspiración era ser periodista y quiero continuar como fotógrafo de guerra”, explica Habak, que ahora ha reemprendido los estudios en Londres.
Tal vez por haber vivido la guerra en su propio país quiere continuar con el trabajo de documentar los efectos de los conflictos, aunque admite que no es lo mismo ser local o extranjero en un conflicto.
“Es muy distinto el papel de un activista que el de un fotógrafo internacional”, puntualiza al vincular la relación del activista y fotoperiodista como una parte más con el conflicto.
“Somos humanos y como activistas colaboramos con la ayuda humanitaria y con los heridos” como puede observarse en la escena reflejada en las imágenes que tomó Alragheb el 15 de abril de 2017.
Secuencia que concluye con un Habak de rodillas sollozando “devastado”, cómo el mismo reconoce que quedó aquel la jornada tras estallar el coche bomba mientras había un intercambio para la evacuación de civiles.
Para el jurado “el horror en la cara del hombre tal vez simboliza el dolor y la angustia de toda una nación”. Para él es la expresión de su “impotencia en esa situación, con los cadáveres de los niños tendidos en el suelo, es el sentimiento de pérdida”.
“Vives un momento caótico y no sabes a quien ayudar primero, ni a dónde ir antes”, explica para añadir: “son de los peores momentos de mi vida, en ese momento, pero después llega cuando piensas en los que no pudiste salvar y es devastador”.
“Es un shock”, concluye.
Ahora piensa que la revolución que apoyó encontrará sólo hueco en Idleb, en el norte del país, y en Deraa, en el sur, enclaves donde explica que el Gobierno de Damasco expulsa a quienes fuerza a la emigración en Homs y Damasco.
El reportero gráfico Muhammed Muheisen, dos veces galardonado con el Pulitzer y premiado ahora con el especial de HIPA “Revelación”, no tiene sino elogios para ambos fotógrafos y recuerda a Efe que en el dilema de la atención a las víctimas, siempre prima la “humanidad”.
Es el secretario general de HIPA, Ali Bin Thalith, quien expone a Efe que “el jurado tenía que escoger y el Gran Premio representa cómo es la situación de los fotógrafos, que unas veces tienen que ser fotógrafos y otras tienen que dejar sus cámaras en el suelo y ayudar la gente”.
Al subrayar la importancia del “Instante”, ese tan decisivo que acuñó Henri Cartier-Bresson, el máximo responsable de HIPA también menciona el primero en esa categoría, el del bangladeshí K. M. Asad, quien muestra el “momento” en el que unas mujeres rohinyás con sus bebes en brazos dejan atrás la frontera birmana.
Y con “Esperanza” es el lema que HIPA convoca su octava edición, según anunció hoy Thalith. EFE