Liberan a migrante que denunció acoso sexual, afirman que no es el único caso en centro de detención
Congresistas exigen auditoría ordenada por una ley, aprobada en 2015, que busca eliminar las violaciones en prisión. El centro T. Don Hutto es privado y, alegan congresistas, ICE no ha tomado en serio las acusaciones de las detenidas.
Laura Monterrosa, la joven solicitante de asilo que denunció abuso sexual dentro de un centro de detención para mujeres en Texas, fue liberada este fin de semana después de 10 meses detenida tras recibir estatus de “acción diferida” por parte del gobierno de Estados Unidos.
Activistas en Texas que por meses han abogado por la muchacha salvadoreña de 23 años atribuyeron su liberación a “la valentía de Laura y al apoyo de la comunidad”, e indicaron que su caso no es la única instancia de presunto acoso sexual que detenidas en el centro T. Don Hutto, ubicado en Taylor, Texas, han denunciado en los últimos meses y años.
“La valentía y liderazgo de Laura han impulsado un movimiento en el condado de Williamson que elevó la consciencia sobre los abusos que han ocurrido en el centro”, dijo este lunes Bethany Carson, de la organización Grassroots Leadership.
Este martes, los comisionados del condado de Williamson considerarán la suspensión del contrato de T. Don Hutto. Actualmente, el Buró Federal de Investigaciones está investigando el caso de Laura y otras presuntas denuncias de acoso sexual dentro de ese lugar.
Otras fuentes indicaron que la liberación de la salvadoreña también tuvo que ver con la investigación pendiente de parte del FBI, cuyos agentes la interrogaron cuando aún estaba detenida en Hutto.
Activistas indicaron que la oficina del congresista de Texas Beto O´Rourke estuvo muy involucrada en los trámites para pedir la liberación de Monterrosa.
La joven denunció abuso y represalias en detención
Laura, de 23 años, había solicitado asilo, pero un juez rechazó su caso y recientemente, la Junta de Apelaciones de Inmigración también lo hizo, dejando a Laura al borde de la deportación, hasta que ICE decidió -en el contexto de toda la presión y atención sobre su caso- liberarla el pasado viernes por la noche.
La Opinión entrevistó a Laura telefónicamente en dos oportunidades cuando aún estaba detenida y la joven contó que había sufrido represalias de parte de guardias en el centro de detención luego de hablar públicamente sobre el acoso que sufrió estando detenida.
“Cuando llegué a este centro de detención, llena de esperanza llena de ilusiones…porque esperaba encontrar seguridad. Y comencé una amistad como cualquier persona con una guardia y esa guardia se aprovechó de eso, de la necesidad que tenía, el miedo y comenzó a abusar sexualmente de mi persona durante muchos meses”, dijo la muchacha a La Opinión.
“Cuando decidí poner la denuncia inmigración no creyó en mí, comenzaron a tratar me muy mal, comenzó la represalia, a hacerme reportes (disciplinarios), ahora han suspendido las visitas de la organización que me estaba ayudando”.
Monterrosa también denunció que la encerraron en al menos dos ocasiones en un cuarto aislado y muy frío, aunque portavoces de ICE dijeron que esto no podía haber ocurrido porque “en T.Don Hutto no hay celdas de aislamiento”. También presuntamente la habían presionado para que cejara en sus denuncias.
La versión de la Agencia de Inmigración y Aduanas, en voz de su portavoz Nina Pruneda, era que ofrecieron transferir a Laura a otro centro de detención en más de una ocasión, luego que ella denunció el abuso.
“Tendrías que preguntarle a ella por qué no aceptó”, dijo Pruneda. “En relación a lo otro, a la investigación, eso no voy a tocarlo eso es para otra agencia del gobierno”.
La muchacha respondió que no quiso irse del lugar porque allí tenía el apoyo de la comunidad, que la visitaba en prisión y contactaba a políticos locales y nacionales en su nombre, y porque pensaba el traslado era porque querían “deshacerse de mí y no investigar nada”.
Un siquiatra que diagnosticó a Monterrosa a solicitud de abogados de interés público que intervinieron en su caso, determinó que Laura sufre de Estrés Post Traumático originado en su historial como víctima de abuso infantil y de violencia en su país El Salvador.
Presión para una mayor investigación de Hutto
Un comunicado del Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal (MALDEF) que demandó a líderes del centro de detención para exigir que le dieran a la muchacha atención sicológica y médica, apuntó que T. Don Hutto tiene un historial negro de maltrato a migrantes.
“El caso de Monterrosa es otro capítulo en la historia de Hutto de maltrado a detenidos”, reza el comunicado de MALDEF. “En 2007 un guardia fue despedido por tener sexo con una detenida en su celda y luego hubo más denuncias de asalto sexual. En 2009 otro guardia fue acusado de asaltar a las mujeres que transportaba al centro”.
Don Hutto es un centro privado de detención manejado por la compañía “Core Civic”, antes conocida por el nombre Corrections Corporation of America o CCA, la primera empresa privada de prisiones fundada en 1983 por Terrell Don Hutto, un ex director de correccionales en Arkansas y Virginia.
Inicialmente, Hutto fue una prisión estatal, luego fue utilizada para detener a familias migrantes. Hace aproximadamente una década,
El condado de Williamson, al norte de Austin, es uno de los firmantes del contrato que ICE tiene con la empresa de prisiones privadas Core Civic (antes CCA) para manejar el centro de detención para mujeres T. Don Hutto en Taylor, Texas.
Allí están detenidas solamente mujeres migrantes que vienen sin hijos, desde que en 2009 una demanda de ACLU logró que dejara de usarse como centro para detener familias.
La Comisión de Mujeres para Refugiados indicó que el desenlace en este caso fue “una gran victoria” para muchas mujeres que han hecho denuncias.
"This is a huge victory for Laura, for all the women who have organized and spoken out, and for the community that came to their support." Delighted to hear of Laura Monterrosa-Flores' release and exceedingly grateful to @Grassroots_News for their work: https://t.co/IhIbzfscwo
— Women's Refugee Commission (@wrcommission) March 19, 2018
Desde que Laura Monterrosa habló con activistas a finales del pasado año y escribió una carta que contaba el abuso sexual por una mujer guardia del centro privado de detención, 45 congresistas de Estados Unidos firmaron una misiva pidiendo más indagaciones.
En la carta, los funcionarios afirmaron que cinco detenidas han reportado ser víctimas de asalto sexual en ese centro entre 2007 y 2011 y que Hutto aún no ha cumplido con el mandato de la ley Prison Rape Elimination Act (PREA) de realizar una auditoría del lugar sobre este tipo de acusaciones.
El congresista Joaquín Castro de Texas dijo en un comunicado que “la falta de respuesta de ICE sobre las acusaciones de abuso sexual son muy perturbadoras”, dijo Catro. “Es imperativo que se investigue el manejo de estas quejas y la obligación que tiene la agencia de cumplir con la ley