No lavar los platos puede ser el gran problema de tu relación

Todos los días se acumulan de a poco. Los platos se cubren de salsas y migas; los bowls tienen una fina linea de sustancia pegajosa que nadie quiere tocar; tenedores, cuchillos y cucharas tienen restos de comidas. Al final de un largo día de trabajo, el debate por la división de las tareas domésticas confluye en una gran pregunta: ¿Quién lava los platos?

Un reporte del Consejo de Familias Contemporáneas (CCF), una organización sin fines de lucro que estudia las dinámicas familiares, sugirió que la respuesta a esa pregunta puede tener un impacto significativo en la salud y longevidad de la relación. El estudio examinó una variedad de diferentes tareas domésticas, incluyendo hacer las compras, lavar la ropa y limpiar la casa, y reveló que para las mujeres en parejas heterosexuales es más importante la responsabilidad de lavar los platos que otra tarea.

Las mujeres que más lavan los platos tienen más conflictos en su pareja, menos satisfacción y peor sexo que mujeres con parejas que se encargan de esta tarea. Ellas son más felices compartiendo este trabajo que otra práctica doméstica.

Pero, ¿por qué los platos? Dan Carlson, un profesor que estudia la familia y sus consumos en la Universidad de Utah y es el autor del estudio, ofreció una posible razón: “Lavar los platos es un asco”, dijo a The Atlantic. Si bien su opinión es muy directa, otra posibilidad sería que es una tarea que no tiene una finalidad que resulte en un halago.

Entre las tareas domésticas menos populares están las más asociadas a las mujeres. Tradicionalmente, ellas se ponían al hombro todas las responsabilidades que tenían que ver con limpiar después de alguien como lavar la ropa, los platos o higienizar el inodoro. Los hombres, por el otro lado, están más asociados a las tareas que requieren fuerza como cortar el pasto, sacar la basura y limpiar el auto. Según el profesor, las mujeres que toman esas responsabilidades se ven a sí mismas relegadas de las tareas que las personas no encuentran deseables.

Durante las últimas décadas, los hombres asumieron un mayor compromiso con el trabajo doméstico; aunque aún, las mujeres siguen siendo las encargadas de las tareas del hogar.

Los platos es una de los trabajos que los hombres suelen hacer más. Entre 1999 y 2006, las parejas que se dividen esta tarea aumentó de 16 a 29%, según el informe de CCF. Esto puede hacer que las mujeres encuentren más insoportable que la tarea recaiga en ellas. “Mientras más seguido ocurre que una tarea se comparte, peor es para uno mismo si siente que no hay una división más equitativa del trabajo”, dijo Carlson.

Las parejas que comparten la responsabilidad de lavar los platos parecen tener una mejor relación. De acuerdo a Carlson, eso pasa porque la pareja puede hacerlo como un equipo. Cuando las parejas se encargan de una porción de las tareas domésticas, las dividen en una o dos maneras. Uno limpia, otro lava los platos o uno cocina el lunes y otro el martes.

No solo lavar los platos puede ser una tarea que se divida en dos. Muchos otros trabajos, como lavar la ropa o limpiar el baño, pueden hacerse de a dos. Según el estudio, esa es la clave para una relación sana.