A los 83 años ejecutan al recluso de más edad sentenciado a muerte
Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena capital en 1976, han sido ejecutados 1,473 presos en EEUU
Walter Leroy Moody, de 83 años, se convirtió el jueves en el recluso de más edad en ser sentenciado a muerte en la historia moderna de Estados Unidos, según estadísticas de la agencia AP.
A Moody lo declararon muerto a las 20.42 hora local tras recibir una inyección letal en la prisión Holman de Atmore (Alabama), notificó el Departamento de Correcciones de ese estado sureño.
Moody fue condenado en 1996 por el asesinato en 1989 del juez Robert S. Vance, con jurisdicción en Alabama, Florida y Georgia, a través de un paquete bomba enviado a su domicilio. Su esposa también resultó gravemente herida.
Según los investigadores, después de asesinar a Vance, Moody perpetró más ataques con bombas para hacer parecer que el Ku Klux Klan (KKK) estaba detrás de la muerte del magistrado.
En diciembre de 1989, Moody envió por correo un total de cuatro bombas, una de las cuales causó la muerte de Robert E. Robinson, un abogado y activista negro de Savannah (Georgia) que luchaba por los derechos civiles de la comunidad afroamericana.
En su juicio, los fiscales describieron a Moody como un hombre meticuloso obsesionado con vengarse del sistema judicial. El ahora ejecutado estudió Derecho y supuestamente sentía un fuerte rencor porque el tribunal de apelaciones del undécimo circuito, del que formaba parte Vence, se negó a desestimar la pena a la que fue condenado en 1972 por poseer una bomba, lo que le impidió practicar la abogacía, detalló EFE.
También se ha vinculado a Moody con dos bombas que fueron interceptadas antes de estallar y que tenían como destino la oficina en Jacksonville (Florida) de la Asociación Nacional para el Avance de los Pueblos de Color (NAACP), la principal organización del país para la defensa de los derechos de los negros.
Las autoridades afirman que esas bombas tenían como objetivo despistar a los investigadores y hacerles pensar que los crímenes tenían motivos raciales.
Moody fue primero condenado en 1991 en una corte federal a siete penas de cadena perpetua y a pasar más 400 años en prisión. Posteriormente, en 1996, a nivel estatal fue sentenciado a muerte por el asesinato de Vance.
Fue el octavo ejecutado este año en Estados Unidos y el primero en Alabama. Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte en 1976, han sido ejecutados 1,473 presos a nivel nacional.